Capítulo 22. Tiempos.

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POV Brigette.

Los días pasaban muy rápido para mí. De repente dos meses habían ido como si nada, Scotland Yard estaba como loca, cada tres horas un caso nuevo. Parecía que nunca podría descansar de nuevo, tanto era el trabajo que tenía, que hubo semanas en que no llegué a dormir a mi cama.

Los desvelos no eran algo que me preocupase, prefería tener demasiados casos, que no tener nada que hacer. Lestrade me había dicho que en algún momento llegaría el descanso, posiblemente era por la época en que nos encontrábamos. Raro ya que, por lo menos en América fuera la temporada que fuera, George nos dejaba descansar. Donovan se había ausentado ya que se le concedieron las vacaciones anuales.

Un nuevo forense había llegado, pero nuevo para mí, porque los demás lo conocían a la perfección, su apellido era Anderson, no había querido entablar mucha relación con él por dos simples razones: Hablaba demasiado de teorías de Sherlock Holmes... Intentaba ser como Sherlock Holmes. Suficiente tenía con verlo durante los tiempos en los que lograba pasar por Baker. Como le había dicho a Sir. Presumido no me iba a quedar mucho tiempo en su espacio personal, pero buscar otro apartamento sin influencias era muy difícil.

La última semana era la peor de los últimos dos meses, Lestrade se había marchado también a un caso lejos y no me había llevado, la oficina estaba a cargo del nuevo inspector, Tobías Gregson. Un hombre de cabello castaño, con ojos cafés, alto, era la nueva atracción de muchas. A diferencia de Greg él era americano, y sus costumbres no tenían nada que ver con el modelo inglés.

Algunos lo reprobaban, la mayoría hombres, ya que Tobías había causado un impacto enorme entre las mujeres de Yard, los demás hombres lo odiaban. Pero las mujeres buscaban cualquier excusa para encontrarse con él. Gregson conmigo era muy agradable y yo fingía serlo, él me miraba como una extraña, algo raro, tanto así que me puso ''Freak'', nunca pensé que me llamarían igual que Sherlock, y eso era lo que me sacaba de quicio. No toleraba que me llamaran igual que el en ninguna forma.

Con todos esos acontecimientos era que estaba sentada leyendo en mi oficina de Yard uno de los últimos casos, nada que no se pudiera resolver desde el sofá. Un niño que había robado un juguete pero luego resultaba que era la madre. Empezaba a creer que mi vida era un fastidio puro, cuando de repente unos toques en mi puerta sonaron.

—Pase — grité sin ninguna emoción en la voz, las visitas solo atrasaban los aburridos casos.

—Hola — la voz de John me hizo levantar la mirada con un poco más de ánimo — Pasaba a visitarte.

—Es un gusto verte, necesitaba una dosis de paz — dije mientras me levantaba para saludarlo — ¿Por qué no habías llegado a Baker?

—Tú eres la que no está. Mary también ha llegado y hemos preguntado mucho por ti, pero Sherlock no nos da razón alguna — dijo con una sonrisa de disculpa.

—No creo que preguntarle a Sherlock sea lo más adecuado... No nos hablamos — vi que John pestaño muy rápido — Además los casos abundan ¿Cómo te dieron permiso de entrar hasta aquí?

—Ah, es que el nuevo Inspector nos preguntó si conocíamos a alguien más de aquí — acababa de decir: ''Nos preguntó'' — Y le contesté que a Brigette Collins.

—Y quién más anda contigo — pregunté con una alta sospecha de saber quién era.

—Él me vio con otra sonrisa de disculpa — Tobías dijo que me siguieras quiere hablar contigo también.

Solamente asentí, luego de eso John espero que saliera para encaminarnos a la oficina de mi jefe. El doctor se miraba muy feliz de verme, cosa que agradecí para mis adentros, no había tenido buenas compañías. Un mensaje en mi celular me distrajo.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Where stories live. Discover now