Capítulo 18. Los cuatro hermanos: Yard

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POV Brigette.

La puerta oculta de Mycroft, me había llevado al patio de Diógenes, los hombres mayores de edad que estaban ahí solo me observaban dando su desaprobación, seguramente mi cabello venía enmarañado eso quitando lo sucia que debió de verse mi ropa. Mis ojos se fijaron en el taxi que venía al otro lado de la calle. Sherlock y John se bajaron del taxi, vi que el Detective Consultor miraba por todos lados, sabía muy bien lo que buscaba, pero no podría darle el gusto nunca de encontrarme.

Me senté en una de las bancas que había en el jardín. Desde ahí nadie me podía localizar, sentía como mi adrenalina corría muy constantemente por mis venas... Qué rayos le pasaba a Sherlock, parecía que estaba en busca de su presa, un ladrón, un asesino...Solo era una chica que lo acababa de burlar en el hospital.

Entonces entendí, acababa de burlar su seguridad, acababa de vencerlo de alguna manera. Me pare de la banca, vi que el taxi ya se había ido, al igual que Sherlock y John. Seguramente estaban donde Mycroft gritándole o preguntándole muy seriamente dónde diablos estaba.

Caminé hasta la puerta que dejaba entrada a la recepción de Diógenes, no había ningún peligro así que pude pasar con libertad, el recepcionista me despidió con la cabeza, aunque nadie lo creyera era un gesto que agradecía. Ese hombre me había puesto en qué pensar.

Afuera en la calle, camine un buen tramo antes de tomar un taxi, lo que quería era despistar todo lo posible a Sherlock con su nariz de sabueso. Estando lo suficientemente lejos del Club, pude tomar un taxi.

-A dónde señorita- dijo el conductor. Un hombre moreno con un sombrero de cazador, me preguntaba por qué la utilizaba. De inmediato me fije en todo el taxi, tenía fotos de Sherlock y John y uno que otro periódico antiguo donde hablaban de ellos.

-Scotland Yard- estaba un poco sorprendida de lo fanático que podían llegar a ser las personas ¿Cómo podían existir gente así? - ¿Le gusta...?

-No tuve por qué terminar la oración cuando le vi un brillo en los ojos- Claro. Amo la forma en como deduce... Es un gran hombre según los escritos del Dr. Watson.

- ¿Cómo sabe que no es solo para que la gente lea sus escritos? -pregunte de manera inocente. John nunca haría eso, pero quería saber que tanto puede llegar a quererse a alguien que no se conoce.

-No creo que siempre se pueda ser un engreído- lo dijo recitado, de algún lugar lo había aprendido- Además el Sr. Holmes es una persona que ayuda a nuestro imperio. Nunca dudaría de él.

-Mire hacia la ventana, la lluvia había empezado a caer- Al parecer le tiene mucha fe, y también al Dr. Watson.

-Usted parece de esas personas que no creen en los dotes de este magnífico humano- si supiera que yo también los ocupo- Pero puedo darle 10,000 razones por las cuales Sherlock Holmes es el Único Detective Consultor del Mundo.

-Y yo puedo refutárselas de la misma manera ¿Qué pasa si le digo que utilizo los mismos métodos? - el hombre pareció asombrado de alguna manera, parecía que no me creyera lo que le estuviera diciendo.

-No puedo creerle, nadie se iguala al Gran Sherlock Holmes- dijo mientras ya casi llegábamos a Scotland Yard.

Eso fue la gota que derramo el vaso, no podía creer que lo hiciera ver como el único que deducía, mis ojos se movieron de un lado al otro buscando lo suficiente para que me creyera.... Al cabo de unos segundos ya lo tenía todo.

-Usted dijo que nadie se iguala al Gran Sherlock Holmes- dije mientras hacía unas comillas en el aire.

-Exactamente- contesto muy alegre de que repitiera sus palabras.

-Está bien, Sé que usted trabaja en este taxi desde hace unos 2 años, tus dos hijos han adquirido una beca recientemente en Oxford, tu mujer no está muy conforme con que sigas en este tipo de empleo, pero te apoya por la economía familiar, recientemente has buscado otros empleos en vano. Un amigo se sube contigo todos los días a eso de las dos de la tarde y por eso el mínimo olor a cigarrillo, tú no fumas ni bebes, pero tu amigo sí, que por cierto anoche se vino contigo- el conductor me miraba por el retrovisor con ojos como platos- Usualmente vas a comerte una hamburguesa con kétchup.

- ¡¿Cómo diablos sabe todo eso?!- dijo mientras tomaba el dinero que le estaba dando, ni siquiera se había fijado que ya habíamos llegado.

-Bueno, piénselo, nadie se compara con el Gran Sherlock Holmes- me baje del taxi riéndome de la expresión asombrada del hombre. La lluvia me empapo completamente el rostro, el abrigo, la ropa. Todo.

Mi esparadrapo estaba deslizándose, así que decidí quitármelo por completo. Luego de mirar a mi alrededor estuve segura de que ni Sherlock ni John habían llegado. Camine hasta la puerta de Yard en busca de Lestrade.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora