Capítulo 16. Los cuatro hermanos: Testigo

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POV Sherlock

Habíamos llegado a la habitación de la chica junto con John. Él estaba más que preocupado por la salud de ella, yo en cambio me importaba más, el testimonio que podía darme, un sonido de celular me distrajo de mis pensamientos. Seguramente Mary estaba preguntándose donde estaba su marido a la 1:00 de la mañana, y si había visto las noticias le preguntaría de paso como estaba la chiquilla.

—¿Mary? — pregunté, pero era más que obvio.

—Sí — contestó John con aire cansado. Pensé que era mejor que se fuera a descansar — Dice que me quede cuidando a Brigette.

—Hice una sonrisa de lado— Esa es mi chica.

—Mycroft — los dos miramos a la chica que tenía en el rostro un esparadrapo, para ese momento su ceño estaba fruncido y hacia muecas con la boca— ¡No, Mycroft!

—¿Por qué dirá el nombre de tu hermano? — era extraño que John mencionará el termino hermano en una conversación conmigo. Un suspiro de la chiquilla nos hizo levantarnos para comprobar que ella estaba bien.

—Richard — el que mencionara el nombre de mi hermano era raro pero que dijera el nombre de un hombre al cual no conocíamos causo una sensación algo extraña en mí, a menos que fuera el Richard que yo pensaba — Richard Brook.

Mi respiración se cortó, ella no podía saber nada de eso a menos que Mycroft le hubiese contado, pero eso era casi imposible, busque la mirada de John y la encontré, al parecer los dos no podíamos entender que ese nombre saliera de su boca.

— ¿Cómo diablos sabe de Richard Brook? — le espete en voz baja, posiblemente era culpa de su estúpido blog.

—No lo sé — dijo de la misma manera tajante — ni siquiera sabía que existía mi blog.

Eso eliminaba totalmente esa posibilidad. Entonces, cómo sabía de la existencia de ese nombre, podía ser que ella fuera una espía, y por eso mi hermano la conocía. Por otro lado, pudo haber sido un espía sobreviviente de los secuaces de Moriarty.

— ¡RICHARD BROOK! — gritó mientras se erguía en la cama muy sobresaltada, al ver a John pareció reaccionar —¿Qué hacen aquí?

—Te vinimos a cuidar — aun así, en la voz de John existía un poco de duda y curiosidad.

—Quién es Richard Brook — le pregunté de la manera más inocente posible, pero atraje la mirada atenta de John y la mirada confundida de la chiquilla.

—Nadie ¿Cómo sabes de él? — ella era ahora la que parecía desconfiada, pero de mí siempre lo estaba.

—Brigette en serio, no sabes quién es — John puso su rostro de "puedes confiar en que te creeré" A lo que ella contestó asintiendo.

La chica sacó sus pies de la sábana que quedaron colgando, no tocaban el suelo de la habitación ni siquiera se acercaban, no pude evitar una sonrisa de lado ante tal hecho, nunca había visto a alguien tan pequeño aún más que John. Sus ojos se fijaron en las ventanas me pregunté qué era lo que estaba pensando, quizá en escapar; las imágenes de cuando yo me salí del hospital en el caso Magnussen aparecieron en mi mente bastante rápidas pero nítidas.

Tentación. Esa era la sensación adecuada que ella podía tener en ese momento, tentación a salir de ahí, me agradara o no debía admitir que se debería estar aburriendo como muerta en esa habitación y eso que solo llevaba cinco minutos despierta. Noté en su pierna otro esparadrapo que tapaba la quemadura de bala, mis ojos siguieron subiendo hasta la parte superior de su pierna, me lamí los labios. Ella me volteo el rostro y me encontró mirándola, rápidamente fije mi vista en John.

Hasta ese momento me di cuenta de que mi respiración estaba acelerada, intenté tranquilizarme. Me pregunte si era el único que sentía calor, notaba aun la mirada de la chica en mí, no quería arriesgarme a parecer un idiota así que no la mire en ningún momento.

-Bien Brigette...Nos contarás qué fue lo que paso- los ojos de la chica se desviaron, en ese mismo instante la miré expectante, quería saber tanto la historia como John.

-No fue nada grave- vacilo un momento antes de proseguir-Lo único que me dijo era que su hermano se había juntado con alguien, lo que causo esa racha de fatídicos desastres, aparentemente... Paul siempre quiso acabar con ellos- suspiro al recordar algo- cuando me iba a decir el nombre de quién era el misterioso hombre fue... que le dispararon.

-Luego saliste corriendo como loca y ahora estas aquí- John dejo salir un poco de reproche en su voz, ella solo sonrío...Podía sonreír.

-Siento si te preocupe, pero no quería que se arriesgarán- acababa de decir "se arriesgarán", por qué diablos me tomará en cuenta a mí.

-Por amor de Dios no mientas obviamente no te preocuparías por mí en ningún momento- dije mientras rodaba mis ojos.

-No soporto ver a alguien débil en peligro- hizo una sonrisa llena de malicia, tarde unos momentos en asimilar el comentario, para luego quedarme callado ¡Por qué siempre me dejaba callado!

-Creo que podrás salir mañana, a menos que te duela- la chiquilla observo a John con tranquilidad al parecer no le dolía nada- Por el momento te habían puesto un poco de morfina para calmar el posible ardor.

- ¿Morfina? - fruncí el ceño, ella se miraba confundida- ¿Cuánto me han puesto de morfina?

-No es mucho- contesto John, pero eso no pareció calmar a la chica- solamente un 2 por ciento.

-Rodó los ojos mientras sacaba una pequeña risilla- Tan poco...

-Levante las cejas, para el dolor que ella podía tener era más que adecuado- Creo que es suficiente a menos que tú subas el porcentaje.

-Brigette, el doctor eso transcribió. Obviamente es lo adecuado para tus heridas, no tengas miedo en que te convertirás en una adicta- John sonrió divertido, pero ella acompaño la sonrisa de John con algo de esfuerzo...Qué escondía adentro de esos grandes ojos café.

-Creo que es mejor ir a buscar a Lestrade- iba a bajarse de la cama cuando entro una enfermera.

-Señorita que hace despierta, es mejor que vuelva acostarse. No podrá irse hasta que su doctor venga y diga que ya está mejor- Era una enfermera joven, alta con ojos azules, rápidamente supe que era la hermana mayor, acababa de salir de la universidad. Su novio le era infiel con su mejor amiga que trabajaba en el mismo hospital.

-Yo revisaría el teléfono de mi mejor amiga y el de mi novio si fuera usted. Por cierto, no se preocupe en agradecerme- la enfermera miro a la chiquilla con igual asombro que el mío.

La deducción había sido la misma, John tenía una rara expresión en el rostro entre el asombro, regaño, y cómico. Nunca había visto tantas emociones en un solo momento, la enfermera salió de la habitación algo contrariada por lo que la pequeña le dijo.

Me pregunte por qué le habrá dicho eso, no nos interesaba su vida personal. La observe mientras se recostaba de nuevo en la cama, se miraba muy fatigada de estar ahí el problema era que mi paciencia se estaba agotando.

-Estoy aburrido- John me miro con obvia reprobación.

-Yo también- dijo la chiquilla mientras buscaba con la mirada algo en el techo.

-Ustedes dos son imposibles. Sherlock llama a Lestrade y tú Brigette no intentes irte a ningún lado ¿De acuerdo?

Ella solo asintió.

Me levante del sofá, para luego dirigirme a la puerta que daba al pasillo, ya afuera John saco su celular y lo primero que hizo fue marcarle a Lestrade. Yo me quede parado observando a la chica desde el otro lado del vidrio, se miraba muy tranquila supuse que esperaría a que me quitara de ahí para hacer más de algún movimiento. No parecía tan odiosa cuando estaba acostada sin hablar mejor dicho era una mujer muy bella ¡QUÉ DIABLOS ACABABA DE DECIR! Seguramente la falta de sueño me estaba afectando. Ella solo me importaba porque era un testigo. Lo repetía mentalmente mientras seguía a John con la vista.

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My Reflection (Sherlock) (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora