Capitulo 1

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Pov.Anastasia:
Deje a Edward con mi vecina Amelía y salí para buscar un nuevo trabajo con el animo decaído y el estomago vacío.
Creo que aún no me presenté y que tampoco les he contado mi historia¿No es así? Bueno pues haya va.
Soy Anastasia Steele aunque prefiero que me llamen Ana, tengo 16 años y mi vida no es la que cualquiera de mi edad desearía.
Yo vivía como una princesa junto a mis padres en una enorme mansión y tenía mogollón de supuestos amigos además de ser la chica más popular del instituto pero entonces llego el 9 de mayo, el día que marco mi vida para siempre. Ese dichoso día es el más importante para Edward pero también es el día en el que se destruyo mi vida. Ese mismo día nació mi querido hermano Edward al que amo mas que a nadie en este planeta y en sí es el único que tengo pero mamá tuvo a Edward con cesaría y como ella tenia una delicada enfermedad nada mas nacer Edward murió dejándonos solos con papá pero eso no fue lo único que sucedió ese día. Papá estaba en una reunión cuando le llego la noticia de que Edward estaba apunto de nacer por lo que salió corriendo de la oficina y se dirigió conduciendo como loco hacía el hospital pero por desgracia nunca llego a llegar al hospital. Se choco contra un enorme camión y no se pudo recuperar nada de lo que un día fue mi padre.
Rosa la amiga de mi madre fue la que se encargo de nosotros durante unos días pero ella se tenía que marchar a Londres y aunque quería quedarse no lo podía permitir ya que debía cuidar a su hijo ahí.
Después de la muerte de mis padres y de enterrarlos el gobierno empezó con los tramites y embargaron todas las pertenecías de mis padres al ser yo menor de edad; la empresa, la mansión, las casas de verano, la cadena de hoteles y los coches. Se llevaron absolutamente todo y hasta intentaron llevarnos a nosotros también.
Las malditas asistentas sociales querían mandarnos a mí a un internado hasta que cumpla la mayoría de edad y a Edward a una familia de adopción cosa que logre evitar recurriendo al viejo calvo asqueroso que se hacia llamar mi abuelo.
Mi abuelo nunca consintió el matrimonio de mis padres ya que mi padre era solo un pobre trabajador para ese entonces y ese asqueroso señor no podía permitir que mi madre se casará con un hombre que no fuera de su misma clase social.
Mi madre amaba a mi padre como nunca amo a nadie en su vida y se escapó de casa casándose con él y renunciando a toda su riqueza. En unos años con esfuerzo y ayuda de mi madre mi padre consiguió cerrar la boca de mi abuelo consiguiendo convertirse en uno de los hombres más importantes del país.
Cuando la puta asistenta me dijo que tenía dos días para conseguir a un tutor legal para mi hermano y para mí decidí recurrir a ese viejo calvo ya que no tenia mas opción.
Él se negó a hacerse cargo de nosotros al principió pero cuando le aseguré que lo único que haría él era firmar los papeles y que yo conseguiría cuidar a mi hermano y a mi misma término aceptando así que técnicamente estoy bajo la tutoría de mi amado abuelo que no se preocupó en llamar ni una sola vez sabiendo que sus nietos están solos por el mundo muriendo de hambre.
Con los ahorros que tenía conseguí un misero piso en el barrio mas detestable de Seattle. El piso consiste en una habitación enana donde justo entra una pequeña cama, un mini salón con un único sofá roto y mugriento, un cuarto de baño donde no quepo ni yo y eso que soy pequeña y una cocina enana como el resto. A veces tenemos luz y otras no al igual que el agua pero es lo único que he podido conseguir para mi pequeño hermano que pronto cumplirá los 7 meses.
Había conseguido trabajo en un bar de mala muerte de noche y a la mañana trabajaba como ama de llaves en una casa cobrando un miserable sueldo que justo me llegaba para las cosas de Edward por lo que más de una vez he tenido que irme a la cama con el estomago vacío pero lo importante para mí es que Edward este sano y salvo.
Os preguntaréis porque hablo de mis trabajos en pasado¿Verdad? Bueno pues porque hace más o menos una semana perdí mi trabajo en el bar ya que un borracho me golpeó por no querer acostarme con él y el hijo puta de mi jefe en lugar de ayudar a su empleada me despidió por no satisfacer a sus putos clientes como según él debería. Y dos días después fui despedida de mi segundo empleo cuando el cabrón del dueño intento violarme y cuando su esposa llego y él se hizo el inocente haciendo quede como la puta que quiso tirarse al jefe. La mujer para la que trabajaba se me puso a gritar como una loca y me hecho de ese lugar como si fuera un misero objeto tal y como me llevan tratando desde hace 7 meses cuando mis padres fallecieron.
La casera que me tiene arrendada la mierda de piso no deja de presionarme para que le pagué y esta mañana se presentó en el piso amenazándome con echarnos del piso en dos días como no le pagáramos por lo que me encuentro recorriendo las calles de Seattle en busca de algún miserable trabajo.
Edward se quedo con Amelía ,mi vecina y la única persona en la que confió en realidad como para dejarle a mi hermano. Lleva cuidando de él desde que llegamos al vecindario y siempre me a intentado ayudar con lo que podía pero la pobre mujer ya esta entrada en una edad avanzada y lo que tiene justo le llega para el misero piso que tiene que es igual que el mio,para comer y para las pastillas por sus enfermedades.
Llevo más de dos horas recorriendo locales pero todos me contestan lo mismo; que no necesitan personal o que soy demasiado joven para el trabajo.
Mi estomago vacío ruge en busca de comida ya que hace más de dos días que no como nada y los pies me duelen. Mi cuerpo esta débil y la chaqueta que llevo no me abriga lo suficiente.
Estamos a 1 de diciembre por lo que el frío invernal ya a hecho acto de presencia en las heladas calles de Seattle al igual que la nieve pero por mucho frío que tenga la ropa es muy cara y yo apenas tengo para comer por lo que me aguanto el frío abrazandome a mi misma y sigo recorriendo las calles. Sigo andando por un par de horas más cuando veo un bar. Tiene mala pinta y estoy segura de que es un bar de mala muerte como en el que estuve trabajando pero no me queda mas opción que ir a ver si me aceptan en él.
Al entrar veo que el lugar esta vacío a excepción de un barman que esta detrás de la barra conversando animadamente con un hombre bastante joven, diría yo de unos 18-20 años como mucho que va vestido con ropa muy cara y de marca.
Estoy algo resfriada por lo que mi estornudó es el que anuncia mi entrada al lugar. Ambos giran hacia mi y al ver la cara del chico me quedo asombrada. Es como ver a un dios griego delante de mí con una espectacular belleza y unos ojos grises profundos que por muy intimidantes que sean por alguna extraña razón no logro dejar de mirarlos.
-Hola preciosa-me saluda el barman coquetamente-¿Querías algo?
-Emm...Sí.. Yo..-empecé a decir cuando todo se volvió oscuro para mí.

Pasados EntrelazadosWhere stories live. Discover now