Capitulo 36

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Pov.Anastasia:

Desperté con un fuerte dolor de cabeza y con la garganta muy seca, no sabía donde me encontraba. Todo estaba muy oscuro y al intentar moverme note que tenía las manos y los pies atados con una gruesa cuerda. Poco a poco empecé a acordarme del tiroteo y el miedo empezó a apoderarse de mí. Intenté por todos los medios soltarme pero lo único que conseguí era dañarme en las manos.

De repente escuché como la puerta se abría con un fuerte estruendo, era una puerta muy pesada por el ruido que había producido. Escuché unas pisadas pero no podía ver quien era y el pánico empezó a apoderarse de mí pero intenté mantener la calma y no perder los nervios. La luz se encendió de repente obligándome a cerrar los ojos violentamente hasta que logré acostumbrarme a la luz. Una risa fuerte se escuchó de repente.

-Mira a quién tenemos aquí...Mi hermosa Anastasia Steele-dijo la voz que reconocí al instante. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que la había escuchado pero era como si la acabara de escuchar por primera vez-¿Quien iba pensar que tras todo este tiempo lejos de mi princesa, ella volvería a mis brazos de nuevo?

Se agachó a mi altura y por primera vez le mire a la cara después de tanto. No había cambiado mucho pero sus rasgos se habían definido más y ya no parecía un adolescente alocado sino todo un hombre. Su aroma varonil que no había cambiado golpeó mi rostro como un ola de recuerdos. Intentó acariciar mi mejilla pero me alejé impidiendoselo.

-¿Qué quieres de mi Jack?-le pregunté sin rodeos. Estaba aterrada, no voy a decir que no pero no quería que lo notará tan rápido.

-Oh Ana, mi amor¿Dónde está tu dulce voz que me hablaba con tanto amor?-me preguntó tomando mi barbilla con fuerza, hasta llegar al punto de lastimarme-Ya veo que Christian Grey te a cambiado.

-Jack, dejame ir por favor-le pedí deseando que me dejará ir aunque sabía que no lo haría.

-Uii mi vida, me encantaría pero no puedo-me dijo con una fingida voz dulce-Después de lo que me a costado recuperarte y con lo valiosa que eres ahora para mí no pienso dejarte ir.

Y así se fue dejándome sola en medio de esa inmersa habitación atada. No sabía que podía hacer ya que no podía soltarme. Lo había intentado ya pero lo único que logré es lastimarme y no quería hacerlo más. Me preocupaba mucho Edward, no sabía que había pasado con él. También me preocupaban Christopher, Christian, Dylan y el resto pero mi hermanito era mi prioridad.

No sabía que tenía planeado Jack y eso me daba mucho tiempo. Estaba segura de que esto no tenía mucho que ver con nuestra violenta ruptura por lo que era más difícil para mí predecir qué era lo que rondaba en su cabeza y a esto podemos sumarle lo enigmático que a sido siempre. Sinceramente, tenía mucho miedo y no sabía si llegaría a salir viva¿Y si muero?¿Qué pasará entonces con Edward?¿Podré volver a verlo?¿Abrazarlo?¿Ver a Christian?

La risa de Jack y la puerta abriéndose interrumpieron mis pensamientos. No sabía que iba a pasar por lo que de inmediato me pusé a la defensiva. Sobretodo cuando se acercó a mí como un depredador...

POV.Christian:

Tras el tiroteo el ajetreo se fue apaciguando y no fue necesario que dijera nada para que todos supieran que la fiesta se da por terminada. No supe porque me habían atacado hasta que noté la falta de Ana. Subí corriendo a la planta de arriba para buscarla y cuando encontré a Edward solo con la niñera supe que ella había sido el objetivo¿Pero porque?

-¿Dónde está Ana?-me preguntó Elliot.

-A sido secuestrada-le contesté desolado. Todo había sido por mi culpa¿Que hago si le pasa algo?¿Como se lo explicó a su hermanito?

-Mi hermana no esta abajo¿Esta con Edward?-preguntó Christopher que llegó corriendo.

-No, creemos que tu hermana a sido secuestrada-le explicó Elliot ya que yo no tenía la fuerza para mirarle a los ojos y decírselo. Solo eché a correr escaleras abajo en busca de Taylor, él debía ayudarme a encontrarla.

Lo busqué por toda la primera planta pero no lo encontré así que salí al jardín en su busca deseando que todavía no se hubiera ido. Lo encontré agachado al lado de una de las mesas que había sido atravesada con una bala inspeccionando el calibre para poder identificar al autor. Me acerqué a él casi corriendo y cuando notó mi presencia se levantó.

-Esté tiroteo a sido planificado con precisión y dedicación-me comentó mirando a la bala.

-Han secuestrado a Ana-le dije sin rodeos. No tenía tiempo para ellos.

-Tenemos que actuar entonces, iré a investigar y tu intenta dormir algo porque sino mañana no podrás rendir y necesitamos tener todas nuestras fuerzas para conseguir salvarla-me dijo pero a mi la idea de dormir me parecía lo más absurdo que existía¿Como podría dormir sin saber el paradero de Ana?

Me despedí de él y me fuí a mi despacho donde se encontraba Christopher gritándole a alguien por teléfono. No le dije nada, solo nos serví a ambos un vaso de whiskey y encendí mi portátil. La preocupación me carcomía y un sentimiento extraño rugía en mi interior. 

Tengo que encontrarla. La encontraré. La salvaré.

No dejaba de repetirmelo. No podía dejar de pensar en ella. De repente escuche la vibración de mi móvil indicandome que tenía un nuevo mensaje. Al principio pensé en ignorarlo pero luego caí en la cuenta de que podría ser algo sobre Ana así que lo cogí de inmediato. El remitente era un número desconocido y aunque lo intenté rastrear no pudé localizarlo.

Abrí el mensaje y vi que era una imagen. Christopher curioso se acercó a mí y cuando abrimos el archivo el alma se me cayó al suelo y la rabia se apoderó de mí y supe que Christopher se sentía igual cuando se puso a gritar que los iba a matar a todos y le pegó una patada a la estantería  tirando todo lo que había ahí.

Holaaaa

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Besiis!!

Pasados EntrelazadosWhere stories live. Discover now