Capitulo 30

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Pov.Anastasia:

Decidí no llamar a Christian para venir a por mí y mejor ir andando aunque estuviera algo lejos para poder pensar y aclararme la mente. Empecé a andar sin rumbo fijo hasta que me encontré  enfrente del gran portal de hierro del cementerio y en ese momento me di cuenta de que necesitaba hablar con mis padres. Quizás nana tiene razón, solo dejándome llevar por lo que mi corazón me dice puedo descubrir el camino.

Entre y me acerque al lugar donde mis padres están enterrados y me senté al lado para empezar a narrarles la verdad de la que hace poco soy consciente y que nunca van a dejar de ser mis padres. Que los amo como siempre los he amado y que aunque ahora mismo no sé qué hacer ni como actuar voy a seguir el consejo de nana y dejar que mi corazón me guié hacia el buen camino.

De repente, unas gotas empezaron a caer encima de mí aumentando su intensidad poco a poco y cuando levanté la vista y la fije en el cielo me di cuenta de que estaba más gris y oscuro de lo que jamás había visto. No sabía si era tan solo cosa de la naturaleza o alguna señal de algo que iba a ocurrir pero de pronto algo en mi alma tambien se rompio y estalle en llantos desconsoladamente. Lloraba sin poder calmarme como si de ese modo estuviera salvando mi vida mientras sentía como la lluvia se iba colando entre mi ropa resbalando lentamente por mi mi piel al igual que mis lágrimas. Era como si mi alma se hubiera alineado con el cielo y él pudiera sentir mi dolor y llorar junto a mí.

Pronto perdí la noción del tiempo y lo único que me devolvió a la realidad fue un grito ahogado que hizo que alzara la cabeza para darme cuenta que había anochecido por completo y que la silueta de Christopher se acercaba a mi corriendo. No sabía que hora era exactamente aunque podía apostar que eran más de las ocho de la tarde pero si era consciente del frío que estaba haciendo ya que mi cuerpo empezó a temblar. Pronto Christopher estuvo a mi lado abrazándome con fuerza.

-Creí que te había vuelto a perder cariño-me dijo abrazándome con fuerza y no entiendo que me llevo a hacerlo pero le devolví el abrazo con fuerza. Entre sus brazos me sentí realmente segura, como si nada pudiera hacerme daño estando con él y sentí una gran familiaridad con él.

En ese mismo momento me di cuenta de lo que mi corazón quería que hiciera y lo que yo necesitaba hacer. No podía culparle de tener miedo siendo un niño y no haber podido cuidar de mí él solo. Todos merecemos una segunda oportunidad y mi hermano también la merecía.

-No me vas a perder-le dije abrazándolo con más fuerza.

-Te quiero pequeña y no sabes lo que he sufrido buscándote-me admitió mirándome a los ojos y pude darme cuenta a pesar de la oscuridad de que los tenía llorosos y que en ellos se reflejaba una gran tristeza y angustia.

-Yo tambien te quiero-las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera procesarlas pero tampoco me arrepentía de haberlas pronunciado ya que sé que llegara el día en el que de verdad le quiera.

Me volvió a abrazar con fuerza pero pronto se dio cuenta de que yo estaba temblando demasiado y que la fuerte lluvia iba a hacer que los dos nos pusiéramos muy enfermos pronto por lo que se separó de mí para quitarse la chaqueta y hacer que me la ponga.

-Tu la necesitas también, te vas a poner enfermo-le dije al instante pero él con una sonrisa en la cara nego.

-No te preocupes princesa, ya ahora venga vamos que mi pequeña necesita una buena ducha caliente antes de que se me ponga enferma-me dijo sonriendo. 

Le hice caso y deje que con su brazo en mi hombro rodeándome me guiara hacia su coche. Me ayudo a subirme a él y tras montar él puso la calefacción al instante. Condujo con calma con una gran sonrisa en la cara por un par de minutos antes de girarse para mirarme.

-Oye cariño¿Te importa si en lugar de llevarte a la casa de Grey, te llevo a mi casa?-me preguntó algo nervioso-Es que la casa de Christian queda algo lejos y tu has estado demasiado tiempo bajo la lluvia, te vas a ponerme muy enferma sino te duchas ya y te quitas esa ropa mojada.

-No me importa ir a tu casa pero quiero ver a Edward-le dije sincera. No confiaba en él completamente pero quería darle una oportunidad.

-No te preocupes, iremos a mi casa a que nos duchemos y cambiemos de ropa y luego te llevo con tu hermano-me dijo antes de volver a centrar su atencion en la carretera.

Pronto llegamos a un bloque de apartamentos y Christopher me guió hacia el cuarto piso donde se encontraba su apartamento. Abrió la puerta y me invitó a entrar, la verdad es que me dejó bastante sorprendida encontrarme con una apartamento totalmente moderno y pulcramente ordenado y limpio. No sé porque pero me lo esperaba más desordenado aunque la decoración masculina no me decepcionó en lo más mínimo.

-¿Qué te parece mi hogar?-me preguntó lanzando las llaves sobre el mueble que tiene en la entrada.

-Es bonito aunque no sé me lo imaginaba algo menos....amm...limpio-dije sincera.

-No me gusta vivir en una casa que parezca una pocilga por lo que tengo una ama de llaves que me lo limpia-me dijo riendose.

-Mmm....eso esta bien-le dije sonriéndole.

-Tienes los ojos muy rojos-comentó de repente mirándome fijamente y poniéndose serio.

-Mmm...si es porque estuve llorando, no te preocupes-le dije mordiendome el labio nerviosamente.

-Por mi culpa...-empezó a decir con una notable tristeza reflejada en los aunque mantenía el semblante impasible.

-No, no es tu culpa-me apresure a decir-Es solo que desde la muerte de mis padres cada vez que voy al cementerio me pongo triste y no puedo evitar llorar.

-Ellos no son tus padres Marie, bueno no los biológicos-me dijo algo brusco aunque luego al darse cuenta suavizó la voz.

-Puede que no lo sean biológicamente pero para mí siempre van a ser mis padres y ese es un hecho que no va a cambiar-le dije molesta por como me había hablado-Y yo no soy Marie, soy Anastasia Steele y eso tampoco cambiará.

 -No te pongas así, lo siento. Me a salido involuntariamente-se disculpó-Bueno ven que te enseño donde puedes ducharte y eso. No tengo ropa de chica por aquí ya que como ves vivo solo pero tengo un chandal que te puede quedar bien.

-De acuerdo-le dije decidida a olvidar el antiguo acontecimiento. Me guió hacia el baño principal y me entregó la prenda antes de irse para que yo pudiera ducharme.

Pasados EntrelazadosHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin