Capitulo 45

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POV.Anastasia:

A pasado ya un mes desde esa tormentosa noche en la que nos confesamos nuestros sentimientos. Las cosas han cambiado mucho y yo me siento en una nube con Christian. Christopher no acaba de tragarse nuestra relación pero al menos se nota que esta haciendo un gran esfuerzo. Tengo que decir que es el único que no esta a gusto con nuestra relación, ya que hasta el pequeño Edward esta feliz de poder ver a Christian todos los días.

Estaba en el salón con Edward y Christian, en casa del último viendo como los dos jugaban animadamente con los cochecitos de Ed. Me llenaba de ternura verlos jugar juntos de esa manera y llevarse tan bien. En este mes, Christian no se ha separado de nosotros en ningún momento y estaba conociendo una faceta del hombre al que amo que me hacía enamorarme incluso más de él.

De pronto tocaron el timbre y decidí ir a abrir yo misma para no molestar a Christian. Me dirigí hacia la puerta con mi sonrisa tonta bien instalada en la cara. De seguro sería alguno de los hermanos Grey junto a su respectiva pareja. Abrí la puerta sin demora y casi se me cae la mandíbula al suelo de la sorpresa al ver quien se encontraba delante de mí. No lo podía creer y tampoco le encontraba sentido alguno, es decir ¿Qué narices hacia ella delante de la puerta de Christian? Simplemente no encontraba respuesta a mi pregunta y mi cuerpo no reaccionaba de la sorpresa y por lo que podía ver ella estaba igual de sorprendida que yo.

-¿Tía Grace?-pregunté con sorpresa.

-¿Ana?¿Eres tu?-me imitó ella inspeccionándome.

-Grace, cariño, podrías sujetar la...¿Ana?-dijo el tío Carrick, sorprendiéndome aún más.

Por su expresión y la manera en la que calló repentinamente pude, adivinar que estaba igual de sorprendido que yo. No entendía que hacían los amigos de mis difuntos padres en la puerta de mi novio. Es que, era algo no podía cobrar sentido para mí.

-Ana, amor, ¿Quién a venido?-dijo Christian llegando a la puerta con Edward en los brazos-¿Papá?¿Mamá?

-¿Ana, amor?-preguntarlos los dos sorprendidos mirando a Christian como si le hubiera salido otra cabeza.

-¿Papá?¿Mamá?-dije yo a su vez, sin poder creerme lo que estaba pasando.

De repente, la expresión de Christian paso de la sorpresa a la frialdad absoluta. Su cara no mostraba emoción alguna. Yo seguía sin poder creer que son sus padres.

-¿Que hacéis vosotros aquí?-les preguntó o más bien escupió Christian.

-Hijo, hemos venido a veros, a ti y a tus hermanos-dijo su madre con los ojos llenos de lagrimas-Ya no soporto más teneros lejos hijo.

-Oh vaya mamá-le dijo él sarcástico-¿Acaso te acabas de dar cuenta de que tus hijos huyeron de vosotros por vuestra ignorancia?

-Christian hijo, somos humanos y cometemos errores como todo el mundo-le dijo su padre.

Estábamos en la puerta aún y yo estaba entre Christian y sus padres. No me había visto en una situación más incomoda en toda mi vida. Era todo muy raro y yo me sentía encarcelada entre ellos. La tensión del ambiente se podría cortar con un cuchillo y yo no me atrevía ni a respirar. En los ojos de los tres se podía ver una potente carga de dolor. Christian y sus hermanos sufrieron mucho siendo muy jóvenes por la ambición de sus padres pero se les nota muy arrepentidos. La tía Grace, siempre me hablaba de lo mucho que echaba de menos a su pequeña y que yo le recordaba a ella. Nunca me habría podido imaginar que estuviera hablando de Mia y cuando el tío Carrick hablaba de casarme con uno de los mellizos en broma, no podría haberme imaginado que hablaba de Christian y Elliot.

Nunca llegue a conocer a los hijos de los Grey y ahora entiendo porque el apellido me sonaba tanto cuando lo escuche al principio. Mis padres no eran muy muy cercanos de los Grey por la distancia que nos separaba y llego un momento en el que el contacto se perdió completamente ya que cada uno estaba enfrascado en sus problemas y negocios. Cuando mis padres murieron intenté encontrarles pero no tuve los recursos suficientes y no pude llegar a ellos. Pero si a sus hijos, los cuales había supuesto que nunca en la vida llegaría a conocer ¡Que irónica es la vida a veces!

-¿Porque no entramos y habláis mejor en el salón con una taza de café en la mano? Hace frío aquí-dije yo intentando romper el hielo y dulcificar el ambiente. Le sonreí a Christian y con un asentimiento se apartó de la puerta para dejarles pasar.

Después de ver lo mucho que los Grey habían sufrido y se habían arrepentido de perder a sus hijos, sobre todo al mayor, mi deber era intentar conciliarlos ahora. Les sonreí y les indique donde se encontraba el salón. Arrastré a Christian a la cocina conmigo para preparar el café y así aprovechaba para hablar con él.

-Christian amor-llame su atención dándole un beso en la mejilla-Dales una oportunidad, por favor.

-No quiero saber nada de ellos-me dijo él sin caer.

-Pero amor, están muy arrepentidos-le dije mirándole fijamente-Mira, es una larga historia que te explicare más tarde y de este modo sabrás porque los conozco. Pero tu madre me hablaba de su hermosa hija, de como le habría gustado haberla tenido junto a ella siempre y haberla disfrutado. Tu padre me decía que me casaría con uno de sus mellizos como broma, porque eran unos muchachos muy valientes y de gran corazón. Le decía a mi padre que si me dejaba con uno de sus hijos no tendría que volver a preocuparse por mi nunca más porque siempre estaría protegida.

-Ana..-empezó a rechistar pero no se lo permití, interrumpiéndole en seguida.

-No, Ana no, escúchame-le pedí-Tus padres quieren de verdad hacer las paces con vosotros. De verdad quieren recuperaros. Vale, lo que hicieron no estuvo nada bien y entiendo tu ira pero piensa que al menos los tienes y puedes recuperarlos. Yo perdí a mis padres dos veces, y ojala poder volver atrás en el tiempo y borrar todas las discusiones para convertirlas en buenos momentos. Amor, perdona a tus padres y disfruta de ellos mientras los tienes aquí. Deja que te compensen por todo el mal que te hicieron.

-Bueno, voy a hablar con ellos y ver-se rindió pensativo.

No pude evitar darle un beso y luego me puse a preparles el café mientras Christian volvía con ellos. Una vez hecho el café me dirigía al salón para servirlo. Cuando lo entregue, les avise de que saldría a comprar unas cosas con Edward y hui.

Solo esperaba que pudieran solucionar todo. Se merecían ser felices, se merecen poder disfrutarse ya que la vida es muy traicionera.

Holiii Corazooones

Espero que me perdonéis la tardanza y que hayáis disfrutado al máximo del capitulo. Dejarme muchos comentarios con vuestra opinión y no olvidéis darle a la estrellita.

Besos

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2019 ⏰

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