Capítulo 15

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Pov.Anastasia:
Las horas pasan volando y con ellas se llevan los días, los días vuelan y con ellos arrastran a los meses. Hace tan solo siete meses yo estaba entre mis padres feliz de recibir a mi hermanito, hace tan solo un mes estaba muriendo de hambre intentando encontrar un nuevo trabajo decente y hace casi un mes me desmayé delante de Christian Grey.

Hoy ya es 24 de diciembre, día en el que las casas se llenan de ilusión y las madres se estresan por preparar todo para el día siguiente, las chicas enloquecen buscando el vestido perfecto y los centros comerciales están a rebosar de gente comprando los regalos de último momento. Pero a mí no me alegra mucho.

Estas son las primeras navidades que voy a pasar sin mamá y papá pero también son las primeras que voy a pasar con mi pequeño hermanito. La melancolía me consumé por dentro al pensar en las navidades del año pasado, al pensar en lo bien que lo pase con mis padres ese día a pesar de tener que ir a la comida de socios al día siguiente pero por lo menos el 24 fue inolvidable.
Estas navidades van a ser distintas pero intenta que mi hermano disfrute de su primera navidad. Ya tengo un regalo para él, para los Grey y para los Kavanagh. No es gran cosa pero es algo para demostrar un agradecimiento por todo lo que han hecho por mí este mes.
Y es que hace siete meses que no me siento tan bien. Christian es muy amable conmigo y me hace sentir como en casa a pesar de que solo soy su ama de llaves. Los chicos también son muy amables y siempre me integran con ellos como sin fuera de la familia además de que Ethan a desarrollado una fuerte relación Edward y mi pequeño hermanito prácticamente ama a Ethan.
Y con las chicas pues nos hemos hecho grandes amigas y no hay nada de lo que me alegré más.
Acabó de terminar de darme mi ducha matutina y estaba por vestirme. Escogí unos pantalones negros con un jersey gris que tenía en el centro un corazón negro y a esto añadí unas botas negras.
Mi pelo lo deje suelto para que se seque naturalmente y salí de la habitación sin hacer mucho ruido. Aún era muy temprano y no era mi intención despertar a Edward.
Bajé a la cocina y me puse a preparar el desayuno de Christian. Al principio solo pedía un café amargo pero ahora le gusta con tortitas o pancakes que hago encantada.
Empecé con la masa de los pancakes para lograr prepararlos antes de que despierte él.
Una vez listos los pancakes hice el café amargo que sigo sin entender como lo puede tomar de esa manera y luego puse a limpiar lo que había ensuciado hasta que sentí una mirada fija en mí.
Levante lentamente la mirada encontrándome a Christian sin camiseta con tan solo un pantalón de chándal y el pelo mojado que indicaba que acaba de estar en la ducha apoyado en el umbral de la puerta.
-Buenos días-me saludó con una sonrisa de lado que hace que los huesos de cualquier chica se derritan.
-Buenos días-le contesté con la voz algo rasposa. Es que este chico deja sin aliento a cualquiera.
Con nerviosismo le serví su desayuno y luego me serví el mío ya que me exige desayunar con él o por lo menos estar dando vueltas alrededor.
Nos sentamos uno frente al otro cada uno desayunando en silencio. Un silencio como que nos acompaña todas las mañanas hasta que él decidió romperlo.
-Ana¿Tienes planes para esta noche?-me preguntó.
-La verdad que nada muy importante. Había pensado en celebrar con Edward pero sin más-le contesté sin levantar la mirada.
-Esta noche Taylor organiza una fiesta en su casa para todos los que trabajan para él porque la mayoría son huérfanos sin familiares o como nuestro caso que no se llevan con su familia por lo que él nos organiza esta fiesta para pasar juntos-me explico y yo me límite a escucharlo sin emitir palabra alguna-Yo debo ir y las chicas propusieron que te lleve conmigo para que no estés sola.
-Tranquilo no tienes porque hacerlo. Yo estaré bien con Edward así que no pasa nada-le dije con una sonrisa. Ya bastante peso era para él tenerme en su casa como para estar obligado a llevarme con él a todos lados.
-Pero no quiero que te quedes aquí una noche como esta. Seguro que en la fiesta te lo pasas bien y encima te puedes llevar a Edward-me dijo con una sonrisa.
-¿Pero no será peligroso? Digo sois narcotraficantes y no quiero someter a mi hermano a ningún tipo de peligro-le pregunté sin ánimos de ofender.
-Tranquila ya pensamos en eso. Soy por así decirlo la mano derecha de Taylor así que si estas asociada de cerca conmigo nadie se va  atrever a tocarte ni un pelo y al niño tampoco-me contestó.
-Tu ama de llaves no es que sea alguien muy cercano a ti creo yo-le dije yo bajando la mirada.
-En la fiesta no eres mi ama de llaves ni Edward tu hermano-me dijo y eso capto mi atención haciendo que levante la cabeza curiosa.
-¿Que?-pregunté.
-Eres Anastasia Steele, mi novia desde los 15 que vivía con sus padres en Nueva York hasta que quedo embarazada y se tuvo que alejar de sus padres. Edward es nuestro hijo y has venido hasta aquí para que podamos cuidar a nuestro hijo juntos-me relato con una sonrisa.
-Tienes mucha imaginación ¿sabes?-le dije aunque la historia era bastante creíble.
-No lo invente yo, a sido idea de Mia y como el niño de por si me llama Papá ni tan mal-me contesto encogiéndose de hombros-¿Vas a ir?
-No sé si es buena idea-le contesté nerviosa.
-Voy a decírtelo de otra manera. Anastasia vas a ir esta noche y no tienes otra opción así que cariño preparate-me dijo y sin otra opción tuve que asentir a lo que él me guiño un ojo.
Esta noche va a ser muuuy larga por lo que veo. Solo espero que se crean esa chorrada.
Holii
Espero que os guste y lo siento mucho por la tardanza.

Pasados EntrelazadosWhere stories live. Discover now