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La ojiverde despertó sintiendose bien ¿Qué clase de lunes era ese? Se le sentía sabor a viernes. Incluso cuando se había tenido que levantar más temprano para hacerse su delineado y arreglarse un poco más de lo usual, consejo de Camila.

La chica bajó a desayunar una vez que estuvo lista, las miradas sobre ella cayeron al instante y se mantuvieron, la miraban como si se tratara de una extraña pero ella ya sabía por qué.

A pesar de sorpresa, en el rostro de Clara se veía ¿alegría? La verdad a la mujer le había gustado mucho que su hija luciera así, como la señorita que ya era y no como una niña que solo se cepillaba el cabello y los dientes antes de salir.

Por su parte, Mike sintió que lo hacía por algún muchacho y sus celos de padre se hicieron presentes, no con palabras porque tampoco quería molestar a su hija o a su esposa que se nota a feliz con el cambio sutil pero bastante repentino de Lauren, simplemente los sintió.

Una vez estando en la escuela pasó lo mismo, aunque ahí sí hubo un poco más, preguntas, bromas, cumplidos, era una Lauren un tanto distinta en un aula llena de adolescentes ¿Qué más se podía esperar?

Ella trató de no sonrojarse o de no sentirse intimidada, simplemente aceptó lo que le decían y dejó que el dia siguiera.

Normani, su amiga más cercana incluso la felicitó por acercarse un poco más a su lado femenino, claramente fue una broma en doble sentido puesto conocía que Lauren era gay y está además ya le había contado el pequeño proyecto entre ella y su vecina.

Fue cuando se encontraba en una mesa de los jardines de la preparatoria comiendo junto a su amiga que apareció Camila como si hubiera salido de la nada ya que no la esperaba.

— Hola, Lo —exclamó tomando asiento — y hola amiga de Lauren —, añadió refiriéndose a la morena que estaba junto a ella.

— Normani —aclaró su nombre.

— Claro, creo que Lauren ya te ha mencionado antes —le respondió con una sonrisa.

— Debe ser, no puede vivir sin mí o sin recordarme cuando no estoy con ella.

Camila frunció ligeramente el entrecejo pero de inmediato optó por ignorar esa pequeña sensación en su pecho, se trataba de una amiga de la ojiverde, nada de que preocuparse, además aunque fuera algo más no tendría por qué hacerlo.

Celos, definitivamente fue una diminuta ola de celos lo que sintió pero prefirió pretender que no lo había hecho.

Que bien que Lauren intervino haciendo que así nadie se diera cuenta de la expresión que por milésimas de segundo se formó en la castaña, la voz de la ojiverde también condujo a Camila de vuelta a la realidad.

—¿Qué es lo que haces aquí? —cuestionó Lauren al instante en que Normani terminó de hablar.

— Te dije que vendría a supervisar.

— ¿No tienes clase?

— Justo ahora no, hasta dentro de veinte minutos —indicó observando su reloj, por suerte no estaba tan lejos de su facultad.

— ¿Cómo entraste?

— Caminando, óbvio.

Lauren rodó los ojos ante la respuesta tan sarcástica, pero es que tampoco su pregunta había tenido mucha lógica, era una escuela preparatoria, no había vigilancia tal d en banco o algo así, además de que Camila lucia como una estudiante más.

— Claro, pensé que volando.

— Lauren, háblale a tu mamá, hoy saldré antes así que te llevare al peluquero conmigo.

— ¿Para qué?

— Pues para seguir tachando puntos de la lista. Hay que arreglarte el cabello y quitarte esas uñas de pasiva floja.

— Oye —replicó la menor mientras Normani reprimia una carcajada.

— No te quejes, las tienes largas y a la vez mordidas, sin contar tu barniz a medias —dijo sujetándole una mano para verlas de nueva cuenta y recalcarselo a Lauren.

— Deja de molestar —mencionó soltandose y ocultando ambas manos bajo la mesa —. Se me olvidó pintarlas ayer, alguien ocupó todo mi domingo.

— Seguro— contestó con sarcasmo.

— No es cierto, yo soy testigo de que las anda así todo el tiempo —intervino Normani.

— Te esperaré en este lugar —dijo sacando una ter jeta de su bolsillo y entregándosela —entra y pregunta por mí, si no he llegado entonces pregunta por Austin,aunque dudo llegar después que tú. Se puntual, dos de la tarde —finalizó Camila poniéndose de pie.

— Oye ¿y si no me dan permiso? —cuestionó a filme te antes de que la castaña se alejara.

— Haz lo que sea por no fallarme —respondió alzando la voz y sin detener su andar.

Normani le quitó la tarjeta en cuanto Camila ya no estaba cerca.

— Pensé que su pequeño experimento no era tan serio —comentó la morena mientras leía.

— Yo también —indicó la ojiverde —, pero es divertido.

— Sí obvio. Tu vecina está muy buena.

— ¿Qué insinúas?

— Nada. Solo fue un comentario. Es raro que aceptes todo ese tipo de cosas, eres muy floja para arreglarte y ahora lo estás haciendo.

— Estás mal, ya se que que tu pequeña mente está creyendo.

— To lo intenté varias veces y ni caso me hiciste. No insinuó nada, te lo digo a la cara. Ya sabes de lo que hablo.

— Error, Normani. Ya te dije que lo hago por una de sus amigas.

— Ok, pretendo que te creo mientras tú pretendes que no te gusta tu vecina.

— La conozco de siempre.

— Igual a mí y no me ves con cara de querer morder mi trasero cuando camino.

— ¿Cómo lo sabes?  estas de espaldas cuando veo tu trasero así que nunca podrás percatarte de si lo hago o no.


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Gracias por leer ;)
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora