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Se puede decir que Camila se estaba tragando sus celos mientras Lauren trataba de controlar sus nervios por el mismo factor, Perrie Edwards.

Camila se estaba arrepintiendo de haberla mandado con ellas pero eso era algo tarde o temprano iba a suceder, Lauren encontraría a alguien y es que para eso se suponía que estaban haciendo todo eso, para que la ojiverde fuera capaz de salir con cualquier chica, para que saliera con Lucy y después con la que ella se propusiera.

Sí, el proyecto de volverla tops no fue solo para ayudarla porque la castaña fuese un alma caritativa, fue también un pretexto de Camila para tocar a su tentadora vecina pero después de conocerla mejor se dio cuenta de que no sólo era linda, era hermosa en todos los sentidos, atenta, caprichosa, con gustos raros y frikis hasta cierto punto, audaz y también divertida. No pensó que la pequeña fuera tan especial.

Y mientras Camila liberaba su mini lucha interna, Lauren liberaba otra bastante parecida porque la rubia a cada momento parecía acercarse más y estaba ahí para besar a una chica, quizá esa chica resultaba ser la rubia, entonces ¿por qué no dejaba de pensar en Camila? Sí, le gustaba pero no pensó que fuese tan importante como para que eso le impidiera disfrutar del momento con la maravillosa ojiazul ¿o a caso sí lo era? Quizá sí, mejor dicho sí, claro que lo era pero bien la castaña ni sentía lo mismo y seguramente la defraudaría si no lograba lo que le había encargado, o por lo menos esa era la idea de la menor.

Perrie le sujetó las manos y pegó su cuerpo completamente al de la ojiverde. Lauren se estremeció al sentir el rostro de la rubia en su cuello, su respiración caliente y su nariz y labios rozando con su piel. Perrie sonrió satisfecha al notar que la menor se erizó.

Camila sintió una cubetada de agua fría al ver la escena y lo único que pudo hacer fue robar la copa del chico que estaba a su lado y tomársela de un solo golpe.

— Entonces ¿Qué clase de amiga de Camila eres? ¿Solo amigas? —cuestionó Perrie al oído de Lauren.

La ojiverde era incluso menos que eso, eran más bien compañeras de crimen o compinches de banca como suele decirse, aunque le hubiera gustado decir que eran amigas con beneficios o algo similar no eran eso porque todo lo que hacía con ella eran prácticas para precisamente saber sobrellevar un momento como en el que se encontraba en ese instante y conseguir varios más.

— Sí, amigas —respondió.

Perrie entonces pasó soltó las manos de la menor, rodeó su cintura y apoyó su rostro completamente en el cuello de Lauren inalando su aroma.

— Eres bastante linda, Lauren —dijo separándose un poco para verla a los ojos.

— Gracias. Tú también lo eres.

La rubia esbozó una sonrisa y comenzó a disminuir el espacio entre ambas de una manera lenta hasta que sus labios comenzaron a rozarse.

Lauren cerró los ojos mientras Perrie seguía jugando con el roce de sus bocas, apenas se acariciaban labio a labio y cada pequeño toque era más placentero que el anterior.

Por fin la mayor terminó de cerrar la distancia y la besó metiendo su lengua en la boa de Lauren desde el principio.

Sabía ligeramente a alcohol y a menta y a Lauren quizá no le gustó tanto el sabor al principio, Perrie metió las manos por debajo de la blusa de la ojiverde acariciando directamente su espalda, en ese momento la ojiverde tuvo que reprimir un ligero gemido y comenzó a olvidar el sabor de la boca de la rubia y el hecho de ser, según Lauren, una exibicionista en plena fiesta, se sentía bien.

Por otro lado, las chicas besándose eran observadas por Dinah y Camila. La más alta quedó boquiabierta de la sorpresa y emoción al ver que lo logró, la castaña quedó boquiabierta porque no podía creer lo mal que se sentía ver a Lauren de esa manera con alguien que no fuese ella.

— A simple vista se ve tan inocente —comentó Dinah divertida pero, cuando giró la vista hacia su amiga, se dio cuenta de que se miraba ago extraña.

Camila tenía la cabeza baja y la más alta estaba a punto de preguntarle qué le ocurría sin embargo la castaña se adelantó a dar respuesta.

—Iré al baño, me siento un poco mareada —indicó la más baja tratando de no ver a los ojos a Dinah.

— ¿Quieres que te acompañe?

—No, no es nada grave, solamente me dio asco algo que comí —se excusó antes de salir de ahí.

En ese momento Perrie y Lauren se separaron y la menor recargó su barbilla en el hombro de la rubia, así vio a Camila subir las escaleras un tanto apresurada, incluso pareció ver un a lagrima escapar de sus ojos.

Lauren arrugó el entrecejo y la preocupación comenzó a inundarla, no sabía qué le ocurría pero necesitaba saberlo y estar con ella.

Se alejó ligeramente de Perrie y le dedicó una pequeña sonrisa.

—Debo ir al baño —dijo la ojiverde.

— Puedo ir contigo —mencionó Perrie con alguna intención más.

—No, también debo hablar con mi madre.

—De acuerdo, pequeña. Déjame tu número —indicó entregándole el móvil.

A Perrie le enterneció un poco que Lauren tuviera que hablar con su mami para seguir ahí.

La más joven agendó su número y le entregó el celular a la rubia antes de irse lo más rápido posible tras Camila.

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Gracias por leer ;)
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PD; Dime cuando cumples años (Solo es curiosidad xd)
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora