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Lauren estaba encerrada en su recamara con un fuerte dolor de cabeza y mil ideas de la más óptima a la más extraña vagando en su mente.

Se puede decir que Taylor se había quedado muda luego de seguir escuchando a Chris por un rato más.

Los tres hermanos ya estaban en casa y Clara y Mike no tardaban en llegar. La hora de la cena quizá sería aún menos buena para la ojiverde.

Mientras su cara seguía oculta en su almohada y sus mejillas húmedas, unos golpecitos tímidos en la puerta la hicieron limpiar su rostro para abrir.

Solo abrió sin ver y se volvió a meter en la cama, solo distinguió que era Chris y eso le fue suficiente.

El chico tenía curiosidad y a la vez tenía miedo, tenía ganas de llorar y ganas de gritar, estaba enojado por lo que estaba pasando, no era justo que Lauren estuviera triste por algo que ni siquiera había pasado pero era tan obvio que Clara se lo tomaría de la peor forma que su hermana mayor ya estaba llorando.

— Lauren... ¿Podemos hablar? —preguntó y luego la ojiverde sintió que el colchón se hundió con el peso de su hermano sentándose a un costado.

— ¿De que quieres hablar?

— De lo que pasó. Por la manera en que reaccionó Taylor ni siquiera pude fijarme en ti.

Entonces Lauren se acomodó para sentarse frente al chico.

— Salgo con Camila.

— Bueno eso lo supuse ¿Desde cuando eres...

Su madre tenía conciderada la palabra lesbiana en una de sus múltiples palabras tabú así que era normal que a Chris se le hiciera raro tener que pronunciarla.

— No lo sé. Nací así quizá —respondió como si nada y encogiendose de hombros.

— Mamá no tarda en llegar. Si te ve así va a empezar a preguntar —indicó haciendo referencia a los ojos hinchados de la mayor.

Lauren dio un largo suspiro.

— Si Taylor dice algo van a colgarme o a mandarme más que lejos de Camila ¿Cómo quieres que esté? Créeme que estoy tratando de no llorar.

¿Era un poco insensible pedirle que no llorara?
No sabía. Pero si dejaba de llorar las cosas tal vez y solo tal vez no crecían y no pasaban de un susto.

Si Taylor mantenía la boca cerrada.

Si Taylor realmente había escuchado a su hermano.

Si Taylor podía ser mejor que Clara.

Pero Taylor solo era una niña pequeña.

A la edad de Taylor los padres son la versión más creíble que se tiene de lo normal y lo que ellos consideran anormal también lo resulta para los hijos.

— Perdón, Lauren. No puedo decir que sé como te sientes porque eso sería una gran mentira. Pero sé lo que es estar asustado y si uno lo demuestra... todo se pone peor.

Entonces Chris abrazó a su hermana sin saber qué más decir.

Las palabras del chico eran con base en su propia experiencia pero Chris quería que no solo fueran palabras, quería demostrarle a Lauren que estaba ahí para ella aunque fuera poco lo que pudiera hacer un niño de su edad y también poco lo que pudiera comprender, porque siendo sincero que le gustara alguna chica no quería decir que estuviera listo para opinar sobre una relación de pareja o tener una, de hecho pensaba más en fútbol que en niñas.

Lauren correspondió al abrazo unos instantes después, cuando sintió a Chris relajarse porque estaba tenso, ella pensó que era la única pero Chris también lo estaba. Realmente le estaba afectando la situación.

—Gracias, Chris —le dijo Lauren tratando de no llorar, pero fue inevitable y lo hizo otra vez oculta en el cuello de su hermano.

— Lauren, tranquila —dijo el menor acariciándole cabello.

La ojiverde sin duda necesitaba eso, que alguien de su familia la comprendiera. Que alguien de su familia la aceptara. Que alguien de su familia no la criticara.

Y no sabía cómo reaccionaría Mike si en algún momento se enteraba pero conociendo a Clara y luego de ver el plan em el que se puso Tay, no quería ni intentar comentarlo.

— Yo no elegí ser así —mencionó entre llanto —. Yo no quería que nadie se enterara tampoco porque mi mamá me hace sentir un monstruo cada que habla sobre las personas homosexuales.

Desahogarse de alguna manera

Lauren. Yo no voy a decir nada y Tay... bueno haré todo lo que pueda para que tampoco hable.

— ¿Y si lo hace? No puedes amordazarla ni nada de eso —habló apretando más su mejilla al hombro de Chris.

La ojiverde era unos cuantos centímetros más alta que su hermano quien apenas estaba dando el clásico “estirón” y aún así se sentía pequeña en ese momento.

— Hey, intenta ser optimista, por favor. Necesito que dejes de llorar o harás más fácil el que te descubran.

Necesito que dejes de llorar... Eso fue demasiado para tratarse un chiquillo. Pero tenía razón ¿Desde cuando Chris tenía razón? ¿Desde cuando era así?

Se formó una pequeña sonrisa en la ojiverde y logró calmar un poco sus sollozos.

— ¿Desde cuando te hiciste mayor, Chris? —cuestionó ella con algo de humor, uno apenas tangible por su voz aún quebrada.

— No lo soy. Y espero que falte aún mucho si el amor es tan complicado.

Una risa débil se escapó de Lauren.

—Solo si te enamoraras de uno de los vecinos. Pero dudo que eso pase. Y si pasa, por favor no te beses con él a un par de calles de casa.

Está vez fue el más joven el que rió y apoyó su frente contra el cabello de Lauren.

— Tomaré tu consejo, Hermana.

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Gracias por leer ;)
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PD; Personita hermosa, esta parte quizá no es la gran cosa ni lo que esperabas pero en serio disfruté escribiéndola (como cuando escribí la charla Norminah en Terrible y dulce tú, no sé ni por qué lo digo, pero si no haz leído ese fanfic lo encuentras en mi perfil)
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora