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Clara había guardado silencio ante las palabras de Mike, quién en cuanto terminó de hablar se volteó hacia sus hijos encontrándose con Chris a punto de llorar y Lauren haciéndolo.

— Sí no vas a hacer nada entonces simplemente te agradeceré que no estorbes, Mike —advirtió Clara mientras su esposo le daba aún la espalda.

— ¿De qué manera no te estorbaría? —inquirió sin darle la cara todavía, solo fijándose en los ojos anegados de Lauren

— No interfiriendo en la manera en la que educo a Lauren.

— Lo que tienes tiene nombre, Clara, y es homofobia. No voy a dejar que fomentes eso en mi propia cara.

— Bien, no lo haré en tu cara. Será mejor que te vayas si no te parece mi manera de ser porque yo no voy a permitir que fomentes el libertinaje y el pecado en mi propia cara.

Los chicos sintieron un hueco en el estómago cuando Clara prácticamente corrió a Mike.

Quizá Lauren se hubiese sentido culpable pero ya veían venir ese momento, ese problema venía arrastrándose desde hacía tiempo y la confesión de la ojiverde sólo había sido la gota que derramó el vaso. Sin embargo lo que menos querían los hijos de Mike en ese momento era que su papá se fuera ¿Qué harían solo con Clara? Podrirse en odio e intolerancia quizá.

— Chicos vayan por sus cosas —sonó la voz de Mike.

Los ojos de los tres, incluyendo a Clara, se abrieron enormemente.

— ¿Qué?—exclamó su esposa sin saber qué más decir.

— ¿Se van o se quedan? — cuestionó el hombre hacia los muchachos ignorando completamente a Clara.

Los chicos no dudaron más y en cuanto Chris asintió y salió corriendo escaleras arriba, Lauren lo hizo tras él.

— Parece que tomaron una elección —dijo Mike al aire antes de comenzar a subir también.

El hombre había ascendido medio camino de escaleras cuando Clara salió de su pequeño shock.

— No puedes —indicó siguiendo a Mike.

— ¿Qué es lo que no puedo?

— Llevarte a mis hijos.

— También son mis hijos.

— No sabes cuidar de ellos.

—Quizá no se hacer papas al horno pero es más fácil que yo aprenda a cocinar y no que tú entiendas lo que sucede con Lauren.

— No puedes llevártelos, si tu te vas yo soy la mamá así que se quedan conmigo.

—¿Eres abogada? Yo no pero ya son adolescentes y tienen palabra. No se quieren quedar contigo.

Mike avanzó hasta la habitación de Taylor y la abrió para entrar con la niña quien estaba en medio de la cama con los ojos irritados y várias almohadas con ella.

— ¿Te vas a ir? —preguntó la niña en cuanto miró a su padre acomodarse a su lado.

— A ella si no te la llevas, Mike — sentenció Clara desde el marco de la entrada.

— Sí —le contestó a su niña sin tomarlo importancia a la mujer —, con tus hermanos.

— ¿Nos vas a dejar solas?

— Yo nunca las voy a dejar solas. En especial a ti. Y si quieres venir conmigo...

— No quiero dejar a mi mamá —respondió antes de que Mike pudiese decir más. Era natural, era una niña de diez años y estaba muy apegada a su mamá.

— Pero nos visitarás, vendré por ti para que pasemos días juntos.

—¿Por qué no quieres que curen a Lauren, papá?

Mike suspiró, la niña no tenía la culpa de pensar así.

— Tu hermana no está enferma —dijo con la mayor empatía posible.

— Pero yo la vi. Estaba besando a Camila en la boca y...

—Eso lo es una enfermedad, Tay.

— Deja de lavarle la cabeza, Mike. Es la más pequeña y al parecer la única sensata.

—Tu mamá tiene razón, Tay; eres la más joven y con el tiempo te darás cuenta, eso espero, haré lo posible. Pero está equivocada en algo, no eres sensata por pensar que Lauren está enferma, así que espero que puedas comprenderlo, si no es ahora entonces cuando seas mayor.

Taylor no sabía exactamente si era una especie de halago o de sermón lo que le había dicho su padre, pero sin duda sonaba como un adiós, no uno definitivo porque lo seguiría viendo, sin embargo era un adiós a lo que ella ya estaba acostumbrada; a pasar las tardes con sus hermanos y cenar con papá y mamá juntos.

La niña se limitó a darle un abrazo a su papá y luego este se fue a buscar una maleta, solo llevaría lo muy esencial y lo mismo estaban empacando Lauren y Chris.

Cuando Clara vio que Mike guardó la primer camisa sintió una fuerte dosis de realidad chocar contra ella.

— Mike cuando te dije que te fueras no era que te fueras con mis hijos.

— Que mal, Clara, no está a discusión.

— ¿Es definitivo, Mike?

— Tú me echaste.

— Esa no es la respuesta.

— Clara, es tu decisión si es definitivo o no ¿vas a aceptar las cosas como son o seguirás en tu burbuja?

— No voy a divorciarme.

— Nadie mencionó esa palabra.

—Te estás yendo. Si me divorciaba de ti sería para curar a mi hija. No voy a pecar si no voy a salvar a Lauren.

Mike mejor ya no comentó nada al respecto llanamente negó ligeramente ¿salvarla? ¿De qué exactamente? Cómo si estuvieran a punto de linchar a su hija, quizá Clara creía que las órdenes celestes lo harían. Se supone que la relies para amar, no para adorar ángeles inquisidores y Dioses intolerantes, si Dios tenía un rostro seguramente sería uno sincero y compasivo.

Más tarde, mientras los Jauregui terminaban de acomodar sus cosas y Clara insistía en recitarle a Mike toda la lista de cosas que no lograría si intentaba hacerse cargo de Chris y Lauren el solo y el error que estaba cometiendo al solapar un pecado, Alejandro miraba televisión con su familia mientras comían palomitas, las tardes en los que estaban todos los miembros de la familia Cabello desocupados y ociosos solían sentarse juntos y perderse un rato frente a alguna película llana.

Camila estaba sobre la alfombra con su hermanita y Alejandro con su esposa en el sofá, entonces la mirada del hombre se desvió un momento de la pantalla hacia la ventana e inevitablemente arrugó el entrecejo algo dudoso por la imagen que encontró.

— ¿Qué sucede? —cuestionó su esposa buscando aquello que él observaba — ¿Qué está ocurriendo? —formuló una nueva pregunta tras ver a Mike sacar el auto mientras dos de sus hijos salían con un par de maletas en mano y Clara seguía el coche por lo visto diciendo algo, pero Clara se veía alterada.

— No sé. Pero por lo visto no se trata de un simple paseo familiar —contestó Alejandro llamando la atención de su hija mayor con su comentario.

Camila se incorporó solo para ver a Lauren discutiendo con su madre mientras Chris arrojaba sus cosas en el portaequipaje del carro de Mike. Sintió algo frío en su cuerpo

—Hija —habló Alejandro al ver la cara de Camila, la chica ni siquiera lo escuchó y ni siquiera pensó o planeo el momento en el que salió de la casa.

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Gracias por leer ;)
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PD; Wattpad no me está mandando notificaciones y me está costando demasiado guardar y corregir borradores, esos son los motivos por los que no actualicé ayer ni antier
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora