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La mirada de Lauren estaba fija al frente, parecía estar atenta.

Una vez que la clase dio fin salió junto a Normani.

—¿Qué hay con la sonrisa boba que traes desde temprano? —cuestionó la morena.

—Digamos que me fue bien el día de ayer y... Creo que parte del de hoy.

— ¿Por qué? —cuestionó tomando asiento en una se las mesas para almorzar.

Lauren repitió el gesto de Mani y se acomodó antes de comenzar a hablar.

— Camila.

— Ya decía yo ¿Qué sucedió con tu vecina? ¿Ya la descastigaron?

—No, aún no pero anoche fui a su casa.

— Y practicaron, claro ¿Qué punto te enseñó esta vez? ¿Cómo hacer un sesenta y nueve a caso?

Lauren rió con Normani.

—Claro que no.

—Bueno, con eso de que las lecciones que tomas con ella cada vez son más raras creo que la del sesenta y nueve no tarda en llegar.

— Ya no habrá más lecciones, Normani.

— ¿Se aburrió de ti? No, ya sé. La otra chica que te quiso violar en su auto te ofreció las mismas lecciones y por menor precio.

—¿Qué? Claro que no. Nada de eso ¿de donde te sacas ideas tan raras siempre?

—No lo sé ¿de Internet?

—Tines una mente sucia.

—No, solo una imaginación muy sexi.

La ojiverde negó con una sonrisa.

— Como sea, si ya no habrá prácticas es porque decidí decirle que me gusta.

Normani se sorprendió.

—Ya era hora —exclamó casi gritando.

—Guarda silencio.

—Y si traes esa sonrisa quiere decir que algo bueno pasó ¿no es así? —cuestionó bastante emocionada.

—Digamos que sí. La verdad ella lo dijo primero.

—¡Ay! No lo puedo creer. Sabía que también estaba loquita por ti. Nadie junta su nombre con el de alguien más para ponérselos a un peluche y te dice que el significado es amor sin querer algo a cambio.

—¿De qué estás hablando?

—De Camren ¡duh! —explicó como si fuese obvio.

—¿Mi pantera?

—Sí, mensa. No me digas que no te habías dado cuenta de que Camren es Camila y Lauren.

La verdad no se había percatado de ello. No la culpen, no era la persona más atenta del mundo.

—Este...

—En ocasiones siento que tu mamá te tiró de bebé —comentó Normani.

—No me tiró, pero me golpeó la cabeza con el marco de una puerta —indicó encogiendose de hombros.

— ¿Qué demonios? ¿Hablas en serio?

—Sí, ella iba entrando a la habitación y me llevaba en brazos, no sé dio cuenta de que mi cabecita iba a chocar hasta que chocó y me puse a llorar —explicó como si fuese lo más normal del mundo.

— No sé si reírme o llorar por ti, pequeña.

Despues de su charla durante el almuerzo, y en sí de las clases, Lauren tenía algo planeado junto a Camila, la verdad era que se suponía la castaña salía hasta tarde de la universidad pero sacrificaría un par de clases por ir a ver a la ojiverde.

Lavmenor prácticamente corrió fuera del aula cuando el timbre anunció el fin de la última de sus materias del día.

Por su parte, Camila ya la estaba esperando afuera de su clase.

La castaña abrazó de inmediato a Lauren, había demasiada luz en sus ojitos esmeralda.

— ¿Entonces Camila más Lauren son igual a amor? —preguntó la menor una vez que se separaron.

La mayor vio hacia el cielo y abrió los brazos al aire.

—Hasta que le permitiste darse cuenta de mi indirecta, Diosito —exclamó Camila en voz alta.

—Hey—se quejó la otra —, no es mi culpa. Pudiste decirlo directamente.

—Por favor, Lo, no era tan difícil.

—Para mí sí, Normani tuvo que explicarme.

Tras lo dicho por la más joven, la otra comenzó a reír inevitablemente.

Lauren rodó los ojos con fastidio.

—No te enojes, Lo —pidió Camila calmando su risa y pasando su mano por la mejilla de su vecina en una suave caricia —. Debes admitir que es divertido.

Lauren simplemente ignoró las palabras de la universitaria y la tomó de la mano para comenzar a caminar.

La mayor se acercó más a ella aferrándose al brazo de Lauren y siguiendo su andar.

— ¿A dónde se supone que iremos? —cuestionó una vez fuera de la preparatoria.

— A la universidad.

La menor frunció ligeramente el ceño.

— ¿Quieres que tome clases contigo para dejar de ser tan boba o qué?

—Por supuesto que no.

—¿Entonces?

— A los dormitorios, Dinah y su compañera están en clases y me dijeron que podíamos estar ahí. Ya sabes, para tener un poco de paz.

Lauren asintió y caminaron platicando acerca del día de la menor y de todas las veces que la regañaron en clase por estar pensando en la eternidad y preguntándose de qué color eran los ojos de Dios, ni siquiera ella sabía por qué se le metían esas dudas a la cabeza en ocasiones pero era difícil sacrselas.

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Gracias por leer ;)
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PD; Tengo una duda... ¿Te gustan los fanfics Camren gip? Solo es una pequeña duda
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora