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Lauren siguió a Camila antes de perderla de vista, la chica se internó en una habitación y la más joven tocó a la puerta llamando a la castaña por su nombre.

Camila sintió un hueco en el estómago cuando escuchó la voz de la ojiverde tras la puerta, fue casi al instante de que cerró, ni siquiera se dio cuanta de que venía tras ella.

—Camila —volvió a pronunciar la voz de Lauren, se escuchaba más grave de lo usual.

—S-sí —atendió la castaña finalmente.

— ¿Estás bien, Camila? —cuestionó un poco más aliviada por oír la voz de la mayor.

—Sí, solo... me sentí un poco mal.

—¿Puedo pasar? —preguntó luego de girar la perilla y darse cuenta de que estaba cerrado.

—Este... —lo dudó pero... —Sí —respondió quitando el seguro del picaporte y sentándose sobre la cama limpiando un poco su rostro. No podía decirle que no a Lauren y eso lo acababa de comprobar.

La de mirada esmeralda entró cuidadosamente y vio a Camila gracias a la tenue luz que se filtraba por la venta.

—Camz... ¿Puedo hacer algo por ti? ¿Qué es lo que tienes? ¿Te duele algo? —comenzó a cuestionar mientras se acercaba y se acomodaba a su lado.

— N-no, creo que ya me siento un poco mejor — dijo con una sonrisa débil.

— Estabas llorando ¿segura que te sientes bien? Puedo hablar con Dinah y podemos irnos.

—No, Lo. No estaba llorando, tenía náuseas eso es todo. Dinah se está divirtiendo, no la moleste os hasta la hora acordada.

Lauren asintió no muy convencida.

—Si tienes náuseas aún puedo traerte agua.

—Ya no las tengo, solo fueron un momento.

—De acuerdo, Camila ¿sabes por qué fue? Deberíamos ir al médico.

Camila podía sentir que toda esa dedicación por parte de Lauren hacia ella la hacia ponerse un poco mejor.

Lauren la siguió porque estaba preocupada por ella ¿cómo un gesto tan pequeño podía sacarla de un momento tan ridículamente triste y llevarla hasta el otro extremo del sentimiento?

— No, Lo —contestó Camila con una sonrisa dibujada en el rostro que no supo ni en qué momento se le formó, aunque su mirada aún lucía un tanto apagada —. Fue algo que vi, digo comí —se corrigió con rapidez —. Tendría miedo de un embarazo pero soy re gay —agregó bromeando un poco para que a Lauren se le bajara un poco la angustia de verla así. Funcionó puesto que a la más pequeña se le escapó una risilla.

—Bien, creo que será mejor que no pruebes otra cosa o te tendré vomitando todo lo que has comido en el día.

—Tranquila, no lo haré. Ahora baja, vi que te estabas divirtiendo —dijo instintivamente en un tono que sonó más a reclamo que a otra cosa. Quizá Camila no se dio cuenta pero Lauren sí y aunque consideró que podía ser su imaginación quedó con esa duda interna.

— No. Prefiero quedarme aquí contigo. De cualquier manera ya cumplí con lo del proyecto —indicó la ojiverde con un poco de inocencia.

— Me di cuenta —respondió apartando la mirada con disimulo —. Y... ¿Te gustó el beso? —cuestionó a pesar de saber que la respuesta podría no agradarle, simplemente quería saber.

— Un beso es un beso, Camz.

—Lo sé pero...

— ¿Pero...

— Nada —se arrepintió Camila de seguir dándole vueltas al asunto —. Espero hayas aprendido algo de Perrie al menos —añadió con el fin de darse consuelo a sí misma más que nada.

—Creo que lo hice. De hecho...

Camila la miró atenta puesto que al parecer quería decir algo y a la vez las palabras no querían salir de su boca.

— Dime, Lo —dijo con amabilidad y calidez, sus celos ya habían bajado bastante, principalmente porque fue capaz de dejar a Perrie para ir con ella.

— Creo que podría mostrarte un poco de lo que aprendí, después de todo eres mi maestra o algo por el estilo —dijo haciendo un gran esfuerzo para no tartamudear y rogando internamente que Camila no creyera que se quería aprovechar del momento.

La castaña se sorprendió y lo disimuló, Lauren prácticamente le estaba pidiendo permiso de besarla, quizá Camila sonrió internamente pero esa sonrisa fue opacada por el recuerdo de Perrie.

Camila lo dudó un poco teniendo un lío en su interior, un lío entre sus celos y su lujuria en el cual la una parte de su ser se encontra ofendida porque Lauren se besó con otra mientras la parte cargada de deseo dentro sí le decía que se dejara tocar por esa chica que tenía frente a ella ahora que tenía oportunidad, que no tenía por qué sentirse de esa manera puesto que no eran nada y ella misma le había dicho que debia besar a una chica esa noche.

Los celos y la tristeza gritaban no lo hagas, y la lujuria le decía que no habría problema ya que todo seguía igual entre ellas.

Luego logró escuchar la voz de la lógica en sus oídos  y llegó a la conclusión de no hacerlo porque en un susurro le dijo: no sigas o te seguirás lastimando.

—Camz —llamó Lauren al ver que no respondía y solo observa al suelo.

Así la castaña levantó la cara regresando al mundo real y se encontró con el rostro de la menor cubierto parcialmente por un rayo de luz que hacía brillar sus ojos esmeralda.

Entonces una parte del ser de Camila habló, una parte que se había mantenido en silencio durante el corto tiempo que llevaban en la habitación.

Porque no podía resistir estar bajo la atención de Lauren.

La lógica, los celos, la tristeza, la lujuria y el montón de emociones restantes revueltas dentro de ella fueron mandadas al demonio por el amor.

—Sí —respondió aún perdida en los orbes verdes —, practiquemos lo que aprendiste hoy —, añadió con una boba sonrisa en los labios.
¿Por qué el sentimiento más fuerte era el más estúpido?

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Gracias por leer ;)
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(Si te gusta este fanfic házmelo saber votando y comentando cxcxcx)

PD; ILY

PD2; ¿Tienes alguna frase favorita o filosofía de vida que se resuma en una? Si es así dime cuál es, me gustaría mucho saberlo
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora