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Lauren estaba sentada en una banca en un parque ni muy concurrido, el clima era fresco y el día parecía tranquilo, de no ser por la pequeña discusión con su madre durante el desayuno diría que era una mañana perfecta.

O quizá sí era la mañana perfecta, perfecta como la chica que se acercaba a ella con una sonrisa que le contagió en cuanto se percató de su presencia.

Camila se sentó junto a la menor abrazándola fuertemente y depositando un beso sonoro en su mejilla.

— ¿Como estás, Lo? —comenzó a hablar la castaña.

—Bien. Quizá un poco cansada.

— Oye... No quiero ser chismosa pero oí a tu papá decirle al mío que discutiste con Clara hoy ¿es porque llegaste un poco más tarde en la madrugada? Lo, si es así de verdad lo siento, no me di cuenta de la hora y...

—Hey, Camz, no. No fue por eso, de hecho solo fueron unos minutos.

—A ok —dijo un tanto aliviada aunque aún preocupada por los problemas que pudiera tener Lauren.

—No fue una gran pelea, simplemente se molestó conmigo, mi mamá siempre se molesta y mi papá siempre se preocupa más de la cuenta. Ya debería estar acostumbrado.

— ¿Y por qué discutieron?

— Este...

—Está bien, si no quieres decirme está bien, Lo.

—No. Te lo diré, mi mamá es homofóbica.

—Eso es algo que me queda claro.

Lauren soltó una risilla casi sin ganas.

— ¿Cómo crees que me siento cuando habla de los homosexuales como si fueran enfermos?

— Sé como se siente. Me han señalado.  Muchas veces personas que ni siquiera me conocen y otras personas que me conocen desde siempre. Pero he sabido defenderme.

—Ese es el problema. Yo no puedo defenderme.

Y es que aunque la ojiverde se molestara e incluso llegara a afrontar a su mamá cuando se ponía a levantar insultos contra las distintas preferencias sexuales, nunca había abogado por ella misma ante Clara, sí por quienes eran como ella pero no por quien era, por Lauren, una chica lesbiana y también su hija.

Camila conocía ese sentimiento así que decidió no seguir hablando, en ocasiones no son necesarias las palabras, simplemente un abrazo que cargado de calor, de apoyo, de amor.

— Gracias —susurró la menor estando entre los brazos de su vecina y con el rostro oculto en el hueco de su cuello.

— Cuentas conmigo.

— ¿No sólo para volverme tops?

—Para cualquier cosa —respondió con una sonrisa que Lauren se perdió por seguir con la cara oculta —¿Qué te parece si te invito algo? ¿Helado? ¿Comida? ¿Un cupcake?

La ojiverde buscó entonces la mirada de la otra y sonrió apenas.

— ¿Quieres hacerme explotar? —dijo con un poco de humor —te digo que acabo de desayunar.

—No quiero hacerte explotar. Quizá solo engordar para que nadie más se fije en ti.

— ¿Qué? —preguntó un tanto confundida por lo que oyó.

— Osea... que nadie se fije en ti más que por tu corazoncito y así no te lo lastimen —respondió con lo primero que se le ocurrió.

—A ya. Quiero ser una tops alfa así que no deberías considerarlo.

—Lo sé, solo que... aveces te dejo de ver como mi alumnita y vuelvo a verte como mi vecina pequeña a la que dejo cuidar de los que quieran acercarse.

—Nunca me defendias.

— No te dabas cuenta que es distinto.

Lauren decidió simplemente guardar esas palabras, era bastante lindo saber que siempre se había preocupado por ella, quizá era por eso que el resto de los niños del vecindario no se metían con ella a pesar de lo antipática que solía ser con ellos.

Cambiaron su charla, dejaron de tocar los temas tristes, los recuerdos nostálgicos y los dilemas morales, porque estando juntas todo eso podía irse.

Dicen que cuando una persona es capaz de que te olvides del resto esa persona es un peligro en potencia.

Entonces... ¿Era peligroso enamorarse?

Todos dicen que sí, algunos dicen que vale la pena, otros que es mejor no arriesgarse.

La castaña sentía que con cada palabra y gesto de la menor se perdía más en ella, principalmente por sus ojos ¿había mirada más linda en el mundo? ¿Más sincera o transparente? si la había no la conocía y quizá nunca la conocería porque estaría muy ocupada viendo a Lauren.

—Camila —la sacó de sus pensamientos.

—Sí — dijo regresando al mundo real.

— Te pregunté si quieres ir a otro lado antes de que debamos volver a casa ¿sucede algo?

—N-no, solo estaba pensando en mi... en los... en la ley de la partida doble.

—A ok... ¿Y qué es eso?

—Nada importante. Por lo menos no lo es para ti, solo cosas de la universidad que me acosan todo el tiempo.

Lauren rio un poco por lo rara que le parecía Camila en ocasiones.

—Ok, creo que a mí me pasa lo mismo pero con todas mis materias.

—Eso es porque te la pasas de Pervertida viendo hacia mi ventana en lugar de estudiar.

—Claro que no, simplemente tengo problemas de concentración.

—Pues cuando me miras desnuda te veo muy concentrada —indicó la mayor poniéndose de pie y tomando las manos de Lauren para que la siguiera —. Por cierto la respuesta es sí, quiero ir al cine antes de volver a mi casa —añadió haciéndola comenzar a caminar.

Lo mejor fue que Lauren no soltó más que una de sus manos, la otra la entrelazó completamente con la suya pasando sus dedos entre los de la castaña haciéndola sentirse en las nubes por la leve caricia que le proporcionó al hacerlo.


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Gracias por leer ;)
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora