Capitulo 3 parte 3

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“Pensé que habíamos aclarado esto anoche?!” Bruce mantuvo una mano en el pecho de Austin, la otra cerca de John en caso de que él decidiera ir hacia Austin.

“Si, yo también, pero parece que alguien aquí, tiene un problema con mantener su boca cerrada.” Austin gruñó, los huecos de su nariz se ensanchaban violentamente con indignación.

“Relax!” Bruce se burló con la molestia aumentando, su cabeza se sacudía con impaciencia, sin ser capaz de contener sus estú*pidos comportamientos por mas tiempo. “Esto es ridículo.” El murmuró.

“Joder, solo déjame ir.” Austin escupió, apartando la mano de Bruce de su pecho y empujándola mientras el arreglaba su camiseta, pasando su mano arriba y abajo por el borde de su pelo.

“Vamos,” Murmuré suavemente, caminando hacia Austin. “Necesitas calmarte y eso no va a pasar si te quedas aquí.” Cogiendo su mano con la mía, lo llevé a la entrada de la cocina, donde salimos para marcharnos. “¿Porque no me llevas a la universidad? Sal de la casa por un rato...”

“Esa es una buena idea.” Bruce suspiró, frotando la parte superior de su cabeza antes de pasar por su cuello.

Miré hacia John. “Dile a Carly que la veré en clase, ¿vale?” Hablé en voz baja, obteniendo un asentimiento a cambio.

“Tienes una jodida boca, ¿porque no la usas?” Austin se burló, casi provocando que otra pelea se produjera y esa era la ultima cosa que nosotros necesitábamos.

“Basta.” Le advertí, posando una mano en su pecho para que no hiciera nada. “Simplemente vamos.”

Mirándome hacia abajo por primera vez desde que le había hablado a él, los ojos de Austin se suavizaron bajo mi mirada.

Con un saludo a los chicos, forcé una sonrisa en mis labios, salí de la casa después de agarrar un juego de llaves con Austin detrás de mi. Quitando el seguro al coche, le di las llaves a Austin. “Se que ha pasado mucho tiempo, pero supongo que todavía sabes como conducir un coche?”

Agarrando las llaves, Austin gruñó ligeramente. “¿Todo el mundo va a nombrar esa mier*da? Se que ‘ha pasado mucho tiempo’,” El imitó, “pero maldita sea, no perdí mi pu*ta memoria.” El se adentró en el coche, esperando que yo tomara el asiento del pasajero.

Cuando lo hice, el encendió el coche antes de tomar el camino y salir a la calle. Una vez que puse el cinturón de seguridad en su lugar, comenzó a conducir. “¿Que campus es?”

“Esta cerca del extremo Norte, voy a la Universidad Campton.” Murmuré incómodamente, el aire alrededor de nosotros me estaba ahogando. Reposando mi hombro en el reposabrazos, clavé mi barbilla en la palma de mi mano, mirando por la ventana.


“Lo siento.” Austin habló después de un tiempo. “No pretendía sacar mis frustraciones contigo.”

Me encogí de hombros. “Esta bien.”

“No,” El dijo bruscamente. “No lo esta. No merecías que yo fuera un ca*bron contigo; tu solo estabas tratando de ayudar. Yo solo--” Él hizo una pausa, tratando de encontrar las palabras, “Estaba enfadado y--”

“Austin,” Suspiré, volviéndome para mirarle. “Dije que estaba bien. No estoy molesta, ¿vale? Estoy bien.” Le dije una vez mas antes de mirar por la ventana de nuevo. Odiaba cuando el actuaba como si fuera una niña de cinco años que necesitaba que le explicaran porque le regañaron.

Frunciendo el ceño a mí misma, empecé a dibujar formas al azar en el cristal de la ventana con mi dedo índice, queriendo que pasara el tiempo.

“¿Que te pasa?” El susurró, sus palabras estaban teñidas de obstáculos, enviando un escalofrío a mi columna vertebral.

“¿Que quieres decir?” Mantuve mi voz firme, mis ojos estaban en todo menos él, sabiendo que el me estaba frunciendo el ceño.

“Traté de explicarte, disculparme y tu actúas como si estuviera haciendo algo malo.”

“Simplemente odio cuando me tratas como si fuera una muñeca frágil que esta a punto de romperse.” Susurré. “Puedo aguantar que seas malo conmigo. No soy la misma chica que era antes,” Al percatarme de lo fuerte que estaba siendo, bajé mi voz hasta un murmuro, “pueden cambiar muchas cosas en tres años...” Me interrumpí, mordiendo mis uñas.

Lo que parecía como si el quisiera vengarse con su propia elección de palabras, Austin cerró su boca, decidiendo contra ello. “Lo se.” Y sin decir nada mas, Austin se inclinó, tomando mi mano izquierda con la suya, dándole un apretón. Me quedé inmóvil ante el repentino gesto, sin esperarlo, por no decir menos.

Abrí mi boca para decir algo pero no pude conseguir hablar. Presionando mis labios juntos, me acomodé en mi asiento, dejando que la-- repentina, aún adorada-- cómoda inquietud nos engullera.

“Voy a compensarte, sabes.”

“¿Que?”

“Todo el tiempo que he perdido contigo.” El me miró, la esperanza brillaba en los remolinos de color avellana de sus iris. “Se que no puedo recuperar los últimos tres años pero, te aseguro que los próximos tres años o mas que pasaremos juntos, van a ser mucho mejor.” Llevando mi manos hacia sus labios, Austin plantó un beso en cada nudillo antes de entrelazar nuestros dedos, sus ojos nunca se alejaban de la carretera delante de él, una pequeña sonrisa se formó en las comisuras de sus labios.

“¿Estas tratando de decir que estaremos juntos por mucho tiempo?” Masticando la capa de mi labio inferior, luché contra el impulso de sonreir realmente en grande, pero a pesar de lo que quería, una sonrisa se extendió.

“¿Mucho tiempo?” Él me miró, la adoración fluyó en sus ojos. “Intenta para siempre cariño.” Inclinándose, el me dio un casto beso en los labios antes de apretar mi mano. “¿Hay algún cigarro en la guantera?” El levantó sus cejas con interés.

“Creo que si,” mi rostro se retorció con incertidumbre. “No lo se seguro, sin embargo.”

Levantando sus rodillas, Austin las uso para dirigir el coche mientras el apoyaba su otra mano encima parar abrir el compartimento, ni una sola vez rompiendo el agarre de su otra mano en la mía. Los ojos de Austin inmediatamente se iluminaron al ver el paquete de Malboros que había encontrado. Cogiéndolo junto al mechero, el lo cerró, retrocediendo hacia su asiento. Deslizando un cigarro fuera del paquete, el lo puso entre sus labios antes de encenderlo y respirar una larga calada.

Sosteniéndola un tiempo, Austin la soltó momentos después, la calada lleno el coche antes de salir afuera una vez que Austin abrió la ventana. “Maldita sea, ha pasado mucho tiempo desde que tuve uno de estos.” El se rió entre dientes, sosteniendo el cigarro en la comisura de sus labios mientras el agarraba el volante con su mano en lugar de con sus rodillas.

En solo unos minutos, Austin se detuvo en la entrada de la universidad. “¿Es este el edificio en el que estas?” El puso el coche en una parada, el humo salía con cada palabra que el decía.

“Si, tengo clase en el edificio de arriba.” Desabrochándome, giré mi cuerpo para enfrentarle. “Se bueno.” Le advertí, bromeando.

“¿No lo soy siempre?” El bromeó con sarcasmo.

Le di una mirada. “No estoy bromeando. Casi te vuelves loco completamente en la casa. Si ninguno de los chicos o yo hubiéramos estado allí, le hubieras matado Austin...”

El negó con su cabeza. “No te preocupes por eso nena. No va a pasar nada; perdí los estribos una vez, no pasará de nuevo... no con Bruce allí, de todos modos.” El se rió entre dientes. “Ahora, ve a clase antes de que llegues tarde.”

Suspirando, dejé caer mis hombros. “Esta bien, pero si vuelvo a casa y me entero de que os disteis una paliza el uno al otro, te haré daño.” Le aconsejé con mis ojos entrecerrados.

“Estoy temblando en mis zapatos, nena.” Austin sonrió, su mano izquierda todavía estaba en el volante, el codo de su brazo derecho estaba posado en el reposabrazos mientras el inclinaba su cabeza hacia mi.

“Austin--” Gemí, el segundo en el que Austin presionó sus labios contra los míos, interrumpiéndome haciendo que no hablara.

“Ve a clase; no tienes nada de lo que preocuparte.” El aseguró una vez mas mientras se inclinaba y acariciaba mi mejilla. “Ven aquí.” Agarrando mi mentón entre su pulgar y su dedo índice, el tiró de mi hacia delante, presionando un suave beso en mis labios antes de apartarse.

“Te quiero.” Susurré.

“Yo también te quiero.” Besando mi frente, Austin hizo un gesto con su cabeza hacia el colegio. “Diviértete.”

“Oh, definitivamente me lo pasaré en grande.” Arrullé en sarcasmo, riéndome un poco. “Te veo luego, Carly me va a llevar a casa.”

Austin apretó su mandíbula. “¿Carly?”

Suspiré, sabiendo a donde iba esto. “Si Austin, Carly. Ella me ha llevado del colegio y a él durante mucho tiempo.”

Danger's back {Austin Mahone}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora