Danger's back {Austin Mahone}

Capitulo 9, parte 2

Un repentino rayo de electricidad me atravesó mientras me sentaba en la cama, mirando a todo mi alrededor. Dándome cuenta del espacio vacío a mi lado y de que Austin se había ido, rápidamente me puse de pie. Caminando alrededor de la cama, miré para ver que todo el cristal había sido limpiando con ningún signo de Austin en ningún lugar.

Justo cuando estaba a punto de salir de la habitación para buscarle, encontré las puertas del balcón agregadas a su habitación abiertas, una silueta de una sombra estaba en el exterior.

Frunciendo mis cejas, sin saber si era el o no, caminé de puntillas hacia la intemperie, para ver a Austin mirando hacia el cielo, su cabello estaba despeinado, había una distante mirada en sus ojos.

Mi estómago cayó mientras me daba cuenta de su mano cerrada alrededor de algo, un brillante residuo se deslizaba de su agarre y estaba goteando hacia el suelo de debajo. “Austin...”

El no se inmutó ni se movió. En cambio, el se quedó inmóvil como si yo no hubiera dicho nada.

“Austin...” Acercándome a él, casi me quedo sin aliento una vez que me di cuenta de que el estaba sangrando y el primer pensamiento que se me ocurrió era ‘no otra vez...’ “Mírame,” Urgí suavemente, poniendo mi mano sobre la suya.

Cuando el retiró su mano, supe que el no estaba en su sano juicio para escucharme, lo que significaba que tenía que ocuparme de esto de una manera diferente.

“Ábreme tu mano cariño, déjame ver que estas escondiendo, ¿vale? Te prometo que, no me enfadaré,” Tranquilicé, colocando una suave mano en su espalda mientras la frotaba hacia arriba y abajo.

Sacudiendo su cabeza, el apretó su agarre en lo que fuera que el estaba sosteniendo.

Tome una fuerte entrada de aire mientras contenía mi respiración, mi estómago cayó hacia abajo y solo pude imaginar el daño que el se estaba haciendo a sí mismo. “Austin, abre tu mano. Déjame ver que estas sosteniendo.”

Cuando el no dijo nada, tomé eso como mi señal para tratar y hacerlo por mí misma. Cogiendo su mano en la mía, abrí sus dedos haciendo palanca suavemente para revelar una pieza de cristal clavada en la piel de su mano.

Dí un grito ahogado, colocando una mano sobre mi boca. Las lágrimas se arrinconaban en los bordes de mis ojos mientras apartaba el trozo de cristal, tirándolo por el balcón. Pasando mis dedos contra su herida, miré mientras una lágrima se resbalaba y caía en ella. “¿Porque hiciste esto?” Susurré.

“Te hice daño.” El murmuró mas para el mismo que para mi.

“No, no lo hiciste Austin... ¿de que estas hablando?” Miré hacia arriba hacia el, rogando interiormente para que el volviera de nuevo conmigo.

“Te mentí. Hice que te enfadaras...” El sacudió su cabeza, “me vas a dejar.” El murmuró en voz baja, mirándome hacia abajo.

“No te voy a dejar Austin.” Susurré, “Ya te lo dije, no me voy a ningún lado.”

“Eso es lo que todos dicen antes de que se vayan.” Los ojos de Austin estaban enmascarados en una forma acristalada. “Todo el mundo me deja al final.”

“No soy todo el mundo, Austin.” Cogiendo el lado de su cara en mi mano, acaricié su mejilla. “No me voy.”

“¿Lo prometes?” El susurré en voz baja, internamente rogándome con sus ojos que no me fuera.

“Lo prometo.” Cerrando mis ojos, sacudí mi cabeza, tambaleándome a mi misma para mantenerme fuerte. “Venga, vamos a limpiarte todo.” Dejando caer mi mano hacia la suya, la agarré, llevándole al baño donde rápidamente vendé su mano de la misma manera en la que el hizo conmigo. “Ya, todo mejor.” Pasando el relleno de mi pulgar contra la venda, levanté mi mirada para mirarle. “¿Estas bien?”