Capitulo 6, parte 5

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Tirando de mi aun más cerca si eso era posible, Austin gimió, mirándome hacia abajo al mismo tiempo que le miraba hacia arriba. Mirando mientras le chupaba, Austin enganchó sus dientes en su labio inferior.

El se apretó dentro de mi y ahí fue cuando supe que el estaba a punto de liberarse. Ocupándome de asegurarme que era rápido, chupé mas dura y alargádamente, mi cabeza se movía hacia dentro a una velocidad mas rápida mientras que Austin abría el camino con sus dedos todavía clavados en el interior de mi cabeza llena de cabello.

“Joder,” Austin dijo con voz áspera, “_____...” El gimió y solo en tres veces mas, el se tensó y se agotó, sus jugos caían al fondo de mi boca mientras yo tragaba. Limpiando mis labios, miré como su cuerpo caía inerte contra el asiento, su respiración era irregular.

Esperando que yo hiciera justicia, me moví de nuevo hacia el asiento del pasajero. Sentándome, miré como Austin subía sus boxers y jeans, cerrando la cremallera y ni siquiera tomándose la molestia de abrocharlos mientras su brazo colgaba a un lado del volante, sus ojos estaban vidriosos de lujuria mientras el me miraba.

“¿Que?” Murmuré, retorciéndome bajo su intensa mirada.

“¿Como co*ño aprendiste a hacer eso?” Él respiró con asombro, sus ojos estaban abiertos con alarma, y su pecho se movía hacia arriba y abajo a un ritmo rápido. “Quiero decir, se que puedes hacerlo pero maldita sea cariño, eso fue...” El sacudió su cabeza, desconcertado. “Jodidamente increíble.”

Mi cara se calentó por la vergüenza mientras escondía mi cabeza en mis manos. “No me digas eso. Yo solo, tu estabas, y yo estaba tratando de ayudar... solo conduce.” Murmuré, derrotada conmigo mismo.

“Aw,” Austin se apresuró, cogiendo mi mejilla entre los nudillos de sus dedos índice y medio mientras el la pellizcaba. “Eres tan sexy cuando te pones toda nerviosa a pesar de que no hay nada de que avergonzarse.” El sonrió.

“Cállate,” Reprendí, quitando su mano.

“Solo estoy diciendo nena,” Austin puso su cinturón de seguridad antes de volver a encender el coche y ponerlo en la calle una vez que la costa estaba libre para hacerlo. “Deberías de excitarme mas a menudo si es que te va a llevar a hacer eso.”

“Austin,” Le di una mirada en la que rió, dejándolo ir.

“Esta bien, esta bien, pararé pero no pienses que va a ser la última. Estoy por llevarte de vuelta por lo que hiciste.”

“¿Llevarme de vuelta?” Le di una mirada perpleja, confundida en cuanto a lo que había hecho esta vez. “¿Por que?”

“Por darme una erección en primer lugar. Es tu culpa, ya sabes.” El marcó, luchando contra la urgencia de reír, “Si tu hubieras parado de ser tan entrometida nunca hubiera pasado.” El movió su dedo de lado a lado hacia mi, una sonrisa estaba jugando en sus labios.

“No te vi quejarte antes.” Le disparé.

“Tienes razón,” El se encogió de hombros, “¿Pero que divertido sería si te dejara exculpada?” El me dio una mirada viva y por lo visto, el era definitivamente a no darse por vencido.

Enfadada, miré por la ventana. “Te odio.”

“No, no lo haces.” Inclinándose mas, el presionó sus labios contra mi mejilla. “Tu me quieres así que para de tratar de convencerte a tí misma de lo contrario.”

“Lo que sea.” Le di un codazo apartándolo, poniendo mi cabeza contra el cristal de la ventana.

“No eres divertida,” El se lamentó infantilmente.

“Si, si...” Murmuré, envolviendo mis brazos alrededor de mí misma y apoyando mis pies en el asiento de piel.


____________



“Nena,” Sentí que alguien me sacudía, “Nena, despierta...”

Me arrastré antes de abrir mis ojos. Bostezando, cubrí mi boca antes de mirar para ver a Austin mirándome. “¿Ya estamos allí?” Dije boquiabierta.

“Si, vamos.” Extendiendo su mano para que yo la cogiera, la agarré, saliendo del coche mientras el cerraba la puerta detrás de mi. Moviéndome alrededor de manera que pudiera ver donde estábamos, yo casi me quedo sin aliento ante la hermosa vista delante de mi.

“Oh Dios mío...”

Estábamos en una colina empinada que daba vistas a todo Stratford, había una pequeña cabaña a pocos metros de distancia con un lago no muy lejos de ella.

El cielo estaba de un hermoso color azul ligero, claro con el sol brillando sobre nosotros. Los pájaros volaban por encima, cantando alegremente su propia melodía.

“¿Te gusta?”

“¿Gustarme? Austin, me encanta! No me extraña que lo mantuvieras en secreto para mi ... es hermoso.” Dije felizmente como una niña de la escuela mientras miraba con soñadores ojos a la cabaña en la que supuse que nos quedaríamos. “Es tan linda y pequeña y impresionante... gracias.” Le miré. “No tenías que hacer esto.”

“Lo hice.” El asintió, tomando mi mano en la suya mientras el rozaba el relleno de su pulgar contra la parte superior. “Has estado en el infierno y de vuelta... te mereces tiempo para ti misma. Lo dos lo merecemos. Estos últimos tres años y medio han sido todo nada mas que drama gratuito.”

Moviéndome mas cerca de él, apoyé mi cabeza contra su pecho. “Gracias.”

Besando la parte superior de su cabeza, el me abrazo. “Lo que sea por mi chica.”

Sonriendo, cerré mis ojos, asumiendo este momento surrealista de paz y tranquilidad. Era impresionante saber que no había forma de que las interrupciones tuvieran lugar. Dando un paso hacia atrás, sus brazos cayeron inertes a sus costados mientras el entrecerraba los ojos debido a los vivos rayos del sol.

“Probablemente deberíamos de entrar; estoy emocionada de ver como es.” Choqué mis manos juntas, prácticamente saltando sobre mis pies.

“Ve, te veré allí, solo déjame coger las maletas.” Austin abrió el maletero del coche, cogiendo cada una de las correas.

“Vale,” Caminando por el camino pedregoso, froté mis manos juntas en anticipación. Abriendo la puerta de tela metálica, abrí la de madera detrás de ella, entrando adentro.

Contuve mi respiración, recibiendo el ambiente a mi alrededor. Era impresionante, todo era hecho de una marca cara de madera, había imágenes en las paredes de Austin y su familia. Los suelos no estaban alfombrados y el sofá estaba a la derecha de la chimenea que iba a ser activada cuando hiciera frío.

Parecía cogido de una revista o una película. Nada de esto se sentía real y ciertamente no parecía real. Era casi demasiado perfecto para ser verdad.

“¿Te gusta lo que ves?”

Girando alrededor, mis ojos se posaron en Austin mientras el ponía las maletas a un lado antes de hacer su camino hacia mi. “Mhm, es hermoso.”

“No tan hermoso como tu.” El bromeó con amor.

Mirando hacia abajo, metí un mechón de pelo detrás de mi oreja. “¿Es este el lugar de tus padres?”

“Si, nosotros solíamos venir aquí cada invierno cuando era un niño. Era una unión familiar o algo así,” El se encogió de hombros, sin tener en cuenta el tema y cambiándolo con otra cosa. “¿Quieres instalarte ahora o mas tarde?”

“Lo que quieras,” Metí mis manos en los bolsillos traseros de mis jeans. “No me importa.”

“Esta bien,” Caminando hacia mi y cerca de la chimenea, el apiló unos trozos de madera en la parte superior de uno y otro antes de hacer todas las necesidades que el tenía que hacer con el fin de encenderla.

Decidiendo que sería mejor si solo sacaba un poco de ropa y la guardaba para no tenerlo que hacer mas tarde, abrí una de mis maletas, empecé a doblar la ropa que eché en el interior debido a mi inconsciencia de este pequeño viaje por carretera, cuando de repente sentí un par de brazos envolverse alrededor de mi por detrás.

Danger's back {Austin Mahone}Where stories live. Discover now