Danger's back {Austin Mahone}

Capitulo 12

My corazón se paro.

Se sentía como si alguien hubiera venido detrás de mi y hubiera golpeado todo el aire dentro de mi, dejándome sin respiración.

Moviéndome en mis pies, mis labios se separaron por lo inesperado que esta noche había tomado. Metiendo un mechón de cabello detrás de mi, tímidamente tome un vistazo a mi alrededor, en busca de alguien mas con el que él pudiera estar hablando, a pesar de que yo sabía en el fondo, que yo era la única.

“Ahora,” Austin dijo, sin embargo, yo no pude decir si significaba un comando o una simple sugerencia. Sus ojos veían con recelo mientras yo daba pasos hacia delante, mis pies descalzos estaban en contacto con el suelo enfriado debido al frío aire que se movía rápidamente a través de nosotros.

Dejando unos tres pasos entre nosotros, lamí mis labios, cruzando mis brazos cómodamente contra mi pecho, protegiendo la parte superior de mi cuerpo de la helada.

Ni una sola vez apartando sus ojos de los míos, Austin escaneó hacia abajo la longitud de mi cuerpo antes de mirar de nuevo hacia mi a través de sus espesas pestañas, un brillo indescifrable brillaba en sus irises, tomándome por sorpresa.

Yo esperaba ira, furia... asco pero lo que recibí a cambio era incertidumbre--sobre nosotros y donde se encontraba nuestra relación ahora.

Extendiendo su mano en mi dirección, mis ojos casi caen de sus órbitas mientras Austin tragaba saliva, mirándome fíjamente por lo que iba a hacer. “Ven aquí,” el murmuró, esperando paciéntemente para que yo rompiera el hielo.

Debatiendo si debía o no seguir adelante con lo que fuera que el había planeado, luché contra un lado de mi que me decía que diera la vuelta y me alejara, en cambio, deslicé mi mano en la suya.

La electricidad golpeó a través de nosotros dos, un jadeo se emitió de mis labios mientras miraba con ojos abiertos a nuestras manos juntas, confundida en cuanto a como me debería de sentir a pesar de lo que los latidos de mi corazón contra mi pecho me decían.

Suavemente empujándome hacia delante hasta que me hundí en su regazo, me di cuenta cada pequeño detalle en el suelo debajo de nosotros. Con miedo de que si yo dijera o hiciera algo, desencadenara el lado feo de Austin que yo desesperadamente nunca quería experimentar de nuevo.

Austin debió de haberse dado cuenta porque el apretó suavemente el costado de mi cadera antes de allanarlo con el relleno de su pulgar, llevándome repentinamente de nuevo a la realidad. “Mírame,” El susurró con dulzura, la desesperación teñida en sus palabras haciendo que me retorciera encima de él.

Tragando saliva, mordí el interior de mi mejilla antes de volver mi cabeza con valentía todo el camino hasta que me encontré con sus ojos una vez mas, los que estaban ardiendo con emociones que no pude descifrar.

Trayendo el cigarrillo que el sostenía en su otra mano hacia delante, el inhaló el humo, manteniéndolo completamente en su pecho mientras echaba su cabeza hacia atrás, extendiendo su cuello que exponía sus venas, antes de soplar el humo en el aire.

Llegando mas allá, deje mis dedos suavemente trazar la longitud de su garganta. Austin me miró por encima, sus ojos ardientes estaban en mi frente pero no dije nada. Poniendo mi mano en su pecho, finalmente logré bloquear el contacto con él.

“Acércate,” Austin murmuro en voz baja, aunque pude descifrar la punzada de mandato detrás de ello.

Frunciendo mis cejas juntas en confusión, hice lo que me dijo, sin estar segura de lo que él iba a hacer.

Tomando otra calada de su cigarro, Austin llevó sus labios sobre los míos, con cuidado para no tocarlos. “Abre tu coda e inhala,” El suspiró, esperando hasta que hice lo que él me pidió que hiciera. Expulsando el humo hacia afuera, yo lo tomé hacia adentro antes de inclinar mi cabeza hacia atrás justo como Austin había hecho momentos antes, dejando que el contenido volara libremente en el aire.

Austin se inclinó hacia delante, presionando sus labios en la base de mi garganta, tomándome por sorpresa mientras la sensación de sus labios contra mi piel me hacía sentir un hormigueo de pies a cabeza, quemándome con la anticipación que había estado esperando.

Cuando Austin se retiró, agité mis ojos hacia los suyos, mis entrañas se apretaban en todos tipos de direcciones. Sin saber que decir o hacer, me distraí a mí misma con la pelusa pegada en su camiseta. Cogiéndola, aplané el material con mis dedos.

Pasando por encima de mi mano con la suya, Austin la apretó contra su pecho. “Tenemos que hablar.”

“Lo se.”

Otro silenció cayó sobre nosotros.

Dejando caer su cigarrillo al suelo, Austin lo aplastó con la suela de su zapato antes de deslizar sus manos alrededor de mi cintura, su espalda se relajó en la silla. Lamiendo sus labios, el los llevo dentro de su boca antes de liberarlos a lo largo de una profunda respiración. “Ya no se que hacer.”

“¿A que te refieres?” Pregunté en voz baja, formando pliegues en el medio de mis cejas, revelando la preocupación y confusión en la que estaba.

“Cada vez que pienso que las cosas se ven mejor para nosotros, algo se mete en el camino y encuentro una forma de joderlo todo.” Inclinándose hacia arriba, Austin apartó el pelo que caía en frente de mi cara, poniéndolo detrás de mi oreja antes de acariciar mi mejilla con su pulgar. “Sigo haciéndote daño...”

“Austin--”