Capitulo 3 parte 4

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“¿Si? Bueno se que estoy de vuelta en la ciudad, así que le puedes decir a ella que se vaya a la mier*da.” El hirvió a través de una profunda respiración.

“Austin!” Grité en desacuerdo con su elección del idioma hacia mi mejor amiga.

“¿Que?” El escupió sin cuidado, sin importarle un bledo.

Frunciendo el ceño, negué con mi cabeza. “Nada, simplemente te veré en la casa de nuevo... cuando sea.” Hice un gesto con mi mano quitándole importancia, abriendo la puerta y saliendo afuera a los jardines del campus. Me volví, caminando por el sendero que llevaba a las puertas dobles antes de desaparecer detrás de ellas, haciendo mi camino hacia clase sin ni una sola mirada hacia atrás, el intenso chirrido de las ruedas de Austin contra la calle se escuchó desde atrás.

Austin’s Point of View:

El camino de vuelta a casa fue jodidamente molesto porque todo en lo que podía pensar era en como iba a contenerme a mí mismo de destrozar a John y echarle a los perros por abrir su boca hacia mi en la manera en la que lo hizo.

Y todo por la culpa de la buena de Carly Risi, esa pu*ta tonta.

La culpaba de todo. Si ella simplemente se hubiera preocupado de sus malditos asuntos y nunca le hubiera dicho a los padres de ____ sobre nuestra relación, nada de esta mier*da que ocurrió entre nosotros hubiera pasado y quizás podríamos ser cortés los unos con los otros.

La palabra clave tal vez estaba en esta frase; pero, no obstante, no podría haberla tolerado por el amor de ____.

La pu*ta pudo haber salvado mi vida pero eso es solo porque ella no quería que le destrozara por completo. Crúzate conmigo y no tengo miedo de matarte --mujer o no-- y ella sabía eso. Inteligente por su parte, ella hizo lo que tenía que hacer, para permanecer con vida, pero ahora ella tiene en su dominio las pelotas de John y el idi*ota esta demasiado ciego de amor como para ver lo que ella realmente es --una pequeña pu*ta hipócrita.

Estaba demasiado ocupado con varios pensamientos que casi ni me di cuenta de que había llegado a casa. Burlándome con un movimiento de mi cabeza, apagué el motor, cogiendo las llaves de la ignición y saliendo del coche.

Entrando en la casa, tiré las llaves en el mostrados junto a mi antes de dirigirme hacia el lugar donde los chicos estaban todos sentados en un sofá, hablando entre ellos, acurrucados en una posición reservada.

“¿Que estáis haciendo chicos?”

Bruce fue el primero en levantar la vista, completamente ignorando mi pregunta. “¿La llevaste ,verdad?”

“Si, ella dijo que vendrá a casa luego con Risi.” Traté duramente de no escupir su nombre con disgusto pero debí de hacer un terrible trabajo porque John refunfuñó en voz baja.

“¿Tienes algo que decir amigo?” Escupí con gran sarcasmo. “¿Porque no hablas en lugar de actuar como una pequeña pu*ta diciendo mier*das en voz baja?”

John se puso de pie, maniobrando su camino hacia mi. “No estaba diciendo nada pedazo de mier*da, así que porque no te calmas de una pu*ta vez y dejas de ser arrogante?” El gruñó con su cara caliente de la rabia.

“El segundo en el que dejes de actuar como un cabr*on con alguna chica, quizás lo haré.” Eso fue suficiente parar que John me empujara hacia atrás donde luego tomé represalias con un empujón mío y antes de que nosotros nos diéramos cuenta, había pu*ños volando de izquierda a derecha.

“Basta!” Bruce gruñó, poniéndose entre nosotros mientras Marco apartaba a John y Marcus me agarraba. “Esto es jodidamente idi*ota! ¿Que sois chicos? ¿Chicos de cinco años?” El escupió, furioso con nosotros. “Ya he tenido suficiente de esta mier*da para toda mi vida. Habéis sido los mejores amigos durante tanto tiempo como puedo recordar y simplemente vais a tirar todo por la borda por un montón de tonterías?”

“Él es el único que empezó toda esta mier*da!” Me defendí con completa incredulidad de que estuviera siendo aún culpado por esto. Tocando mi labio, no me sorprendí de ver sangre en la piel de mis dedos.

“Bueno, quizás si callarás esa pu*ta boca inteligente tuya, no estaríamos en esta situación!” bruce replicó acaloradamente.

“¿Que co*ño eres? ¿Jerry Springer?” Escupí, apartándome de el agarre de Marcus. “Diré y haré la mier*da que quiera--”

“Y eso es lo que tienes cuando te metes en estos tipos de líos!” Bruce contestó con una penetrante respiración, sacudiendo su cabeza. “Tenemos negocios de los que ocuparnos y la ultima cosa que necesito es asegurarme de que vosotros chicos, no vais a la yugular el uno del otro.” Negando con su cabeza, el puso sus manos bajo sus caderas. “Siento como que os tengo que poner en tiempo muerto para que os calméis.”

“¿Tiempo muerto?” Me reí entre dientes. “No se que demonios has estado fumando pero necesitas volver a bajar a la tierra y actuar como el Bruce que conocí y con el que crecí porque esta mier*da de Buddha, soy todo paz, me esta volviendo loco.”

John reprimió una risa, sinceramente de acuerdo conmigo, incluso si el no quería estarlo. “El tiene razón.” El añadió una vez que Bruce le lanzó una mirada.

Bruce sacudió su cabeza, una sonrisa cayó en lugar de su ceño, sintiéndose consumado. “Demonios, tal vez debería ser un Buddha, mas a menudo, una persona de ‘soy todo paz’ si vosotros dos os dejáis de disputas.”

“No, gracias. Tuve suficiente de esta mier*da para toda la vida. Ahora, endurece o de lo contrario me veré obligado a darte una paliza.” Sonreí.

“Te puedo tomar la palabra cualquier día, Mahone.” Bruce lanzo el desafío, sonriendo con victoria.

Elevé mis cejas, divertido. “¿Es eso un reto?”

“Solo si quieres que lo sea, Mahone.” Bruce disputó, sonriendo maliciosamente en mi dirección.

Encogiéndome de hombros, le miré inocentemente por un tiempo antes de cargar contra él, le hice una llave en la cabeza donde vigorosamente pasé la punta de mis nudillos de una parte a otro de la parte superior de su cabeza.

Los chicos rieron, mirando como Bruce trataba de salir de mi agarre. Justo cuando el estaba a punto de salir, fuimos interrumpidos por un sonido muy alto que vino del móvil de alguien. Dejando ir a Bruce, miré como el rebuscaba en el bolsillo de sus jeans antes de sacar su Blackberry. “¿Hola?” El habló una vez que la presionó contra su oreja.

Unas cuantas palabras se intercambiaban en lo que todo nosotros escuchábamos, sin hacer ni un ruido. Cuando Bruce terminó la llamada, fruncí mis cejas juntas. “¿De que iba todo eso?”

“Parece que tenemos problemas en nuestras manos chicos.” Bruce miró a todos y cada uno de nosotros. “Los Snipers acaban de poner un pie en el territorio de Stratford.”

Danger's back {Austin Mahone}Where stories live. Discover now