Capítulo 11

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Estaban frente a un casino, cerca del bar de la última noche, Yuuri veía expectante al ruso, esperando a que el ruso le diga la razón del porque están frente a un casino –No me veas así, me pones nervioso-

-Dime qué demonios hacemos en un casino si se supone que vamos a vengarnos de Mike-

-Tranquilo, estamos aquí para eso- dijo mientras estacionaba su vehículo.

Al bajar se dirigieron a la entrada del lugar, un vigilante estaba ahí y Víctor saco una tarjeta con la cual entraron sin ningún problema.

-Según mis contactos Mike se ha quedado aquí apostando y ganando sin cansancio desde la mañana, es momento Honey.- Dijo Víctor señalando una mesa.

-Ho..honey - Yuuri se encontraba sonrojado por el apodo del mayor, pero volteo a donde el apuntaba encontrándose con el Alfa que le había roto el corazón, sentado en uno de los sillones alrededor de una mesa de ruleta en la cual también estaban otro hombre y el encargado de la misma, alrededor de ellos varias mujeres con vestidos que dejaban muy poco a la imaginación.

Victor lo tomo de las manos quedando frente a él, poco a poco acerco su rostro al del Omega, en un suave movimiento tomo la barbilla de él, mientras Yuuri sentía como su corazón estaba a mil por minuto y su rostro era de color carmín el tacto del ruso se sentía frio pero suave, toco sus labios con la yema de sus dedos y en un tono ronco y suave le dijo – Cariño, demuéstrame tu Eros y has que ese idiota te desee- se acercó lentamente a su oreja y volvió a hablar –Que ni él ni nadie puedan apartar la mirada de ti, pero tú solo mírame a mi.- dicho esto deposito un beso en la mejilla del otro y se alejó en dirección de la mesa. Tardo un poco en recuperarse sentir el calor del aliento del ruso y oír ese tono de voz tan cerca le habían provocado escalofríos, y hecho una maraña de sensaciones en su pecho y estómago, pero lo siguió de cerca, sabía que debía dejar de ser el tímido Yuuri para convertirse en Eros, sin pensarlo mucho sus caderas cogieron un ritmo seductor al caminar, podía sentir como poco a poco iba ganando mirada tras mirada y oír unos cuantos suspiros, y uno que otro cumplido, al estar más cerca de la mesa sintió sus ojos esos ojos oscuros que lo habían visto con desdén, lastima y un poco de odio hace solo unas horas, ahora lo veían con clara admiración.

Llegaron, Víctor pidió participar, al momento Yuuri observo como los tres hombres en la mesa reaccionaron, todos habían estado observándolos, como un apuesto Alfa llegaba con un sensual Omega, las chicas que estaban alrededor lo miraron con un poco de rabia puesto que sus acompañantes habían quitado toda la atención de ellas para dirigirla solo a él, Mike claramente molesto solo asintió ante la solicitud del peli plateado, y los otros dos lo recibieron con gusto.

El juego empezó tanto para los de la mesa como para Yuuri, sin meditarlo mucho se sentó en el reposa brazos a un lado de Víctor observándolo solo a él, su cuerpo se movió solo recostándose en el sillón y la espalda del Alfa al hacerlo levanto un poco su trasero, estiro una de sus piernas y la otra la doblo un poco, sus manos recorrían suavemente los hombros del ruso su cabeza se había colado entre el cuello y el hombro del peli plata, Lo sentía podía sentir como el otro Alfa moreno no podía despegar siquiera un segundo se mirada de él, pero él no lo vería simplemente se dedicaría a Víctor, aunque Mike no era el único al que se le caía la baba por él.

Mientras el hacia lo suyo, el ruso por otra parte luchaba para mantener a su lobo interno tranquilo, este quería mandar a volar a todos los hombres y mujeres que se comían vivo al Omega a su lado y luego simplemente volverlo a hacer suyo como la otra noche, sabía que era su instinto que lo pedía a gritos, pero él no lo haría estaban ahí por la venganza del azabache, y el otro solo hacia lo que hacía por el estúpido Alfa moreno frente a él. Aparte no eran pareja si bien habían compartido una noche, el apenas y recordaba y el otro no sabía ni como había terminado ahí, no lo amaba pero sentía una fuerte atracción sexual hacia él, y eso lo volvía loco en estos instantes.

Yuuri ya se había cansado de estar en esa posición un poco incomoda asique sin pensarlo mucho y obedeciendo a su Omega interno quien manejaba la situación en esos instantes, se sentó en el regazo de Víctor, quien un poco sorprendido y aturdido pero muy bien disimulado dejo que el menor se acomodara sobre él. Ahora si Mike echaba humos, y él estaba más feliz por ello, se había sentado de lado, pasado su brazo derecho detrás del cuello del Alfa y sujetándose a la vez, una de sus piernas quedaba al aire mientras que la otro estaba recargada con la punta de su pie al suelo para no caerse fácilmente, paso su mano libre sobre su cabello acomodando un poco los mechones rebeldes para luego recargarla en el pecho del ruso, volvió a acomodar su cabeza cerca del cuello de este y con su mano trazando pequeños círculos en su pecho, dejo de pensar totalmente en vengarse y solo disfrutaba del aroma de ese hombre con un cuerpo envidiable, y un pecho mucho más duro y firme de lo que había imaginado, ese aroma a chocolate con un toque a menta por su aliento lo estaba llevando a otro mundo, uno en el cual se quería quedar.

Paralelamente a esto el peli plata que lo ayudaba estaba muriéndose de los nervios y pedía a Kami-sama porque su entrepierna no despertara, sabia disimularlo muy bien pero le costaba un poco enfocarse en el juego de mesa, sabía que Mike el idiota no quitaba la mirada de Yuuri pero también sentía que lo miraba a él, solo que esta era de total odio. Ese japonés lo volvió loco en el instante en que sentó sobre el ahora ya no pedía, el rogaba, suplicaba porque su amigo se quedara quieto, sentía como se acomodaba y esto subía más su calor, pero debía ser cuerdo y relajarse él también tenía una tarea que cumplir, al saber que el menor estaba cómodo, sujeto la cadera de este acercándolo más si es que era posible, y así continuo analizando las jugadas de Mike y las suyas propias, el otro hombre se había retirado, el idiota iba ganando pero sabía que era con trampa y su deber era delatarlo, nadie robaba en su casino y mucho menos esa escoria...

¿Destinados?Where stories live. Discover now