Capítulo 31

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Capítulo 31

Al llegar a la casa de inmediato se dirigieron al cuarto que compartían, sin dirigirle siquiera una palabra a su esposo Yuuri se adentró al baño, Víctor se sentó en el sillón tratando de descifrar la razón de la cólera que lo carcomía por dentro de solo recordar como esos dulces, lindos, tiernos, pequeños y hermosos labios del azabache se posaban en la asquerosa y tonta mejilla de ese tipo.

Yuuri salió del baño, se agacho al lado del sillón ante la mirada curiosa del peli plata y saco de una maleta unos pantalones de dormir grises y una camiseta azul, volvió al baño y al cabo de unos minutos volvió a salir vestido con las prendas que había sacado anteriormente.

Ante la vista que tenía el Alfa de un lindo Omega portando esas prendas al menos 2 tallas más grandes que lo hacían ver adorable no pudo más que sonrojarse, pero esto no duro mucho al oír las palabras del chico.

—¿Podrías quitarte e irte? Quiero dormir—

El ruso lo miro desconcertado, mientras su mente hacia trabajar al pequeño hámster que tenía dentro, recordó que ayer había dejado al japonés dormir afuera y dedujo que este durmió en ese sillón, se levantó un poco avergonzado y se metió corriendo al baño, salió luego de unos minutos en los cuales el japonés ya se había acomodado o bueno intentado acomodarse en el sillón.

Dándose una cachetada mental se puso frente al Omega y se agacho frente a este, observo su rostro tranquilo y hermoso, las pestañas largas que cubrían sus ojitos lindos que en ese momento se encontraban cerrados, sus mejillas gorditas y tiernas, esos labios preciosos pero traicioneros y lo hizo... tomo al japonés, lo cargo y llevo hasta la cama donde lo depósito y arropo.

El regreso al sillón donde ocupo la sabana del otro y se acomodó lo mejor que pudo.

*-*-*-*-*

Decir que no se arrepentía de haber dormido en el sillón era una locura, pero era peor recordar que el tan estúpidamente había dejado dormir a Yuuri quien esta embarazado de su cachorro en ese infernal sitio, había salido desde temprano a la oficina debido a una emergencia presentada, dejo a Yuuri una pequeña nota disculpándose y explicando su ausencia y justo después de solucionar todo y cerciorases que tenía todo en orden en la oficina llamo a Otabek.

—Otabek necesito que me ayudes con algo—

—Dime—

—Necesito que busques un ropero de madera que este lindo para Yuuri, y que me compres unas pastillas para el dolor de espalda.—

—Ok, Víctor sé que no es de mi incumbencia pero ¿Cómo te va con Yuuri?—

—Beso a otro Alfa— dijo haciendo un puchero.

—¿Qué demonios hiciste?— Víctor lo miro confundido así que prosiguió —Conozco a Yuuri y te conozco a ti—Dirigiéndole una mirada severa.

—Digamos que hice varias estupideces y lo trate un poco mal— se sentía apenado al admitirlo.

—Víctor, eres mi amigo y por eso te soporto pero nunca le hagas daño, porque yo te molería a golpes, él es muy frágil, no lo lastimes.—

—Haré lo posible por ser mejor con él, ayer luego de eso me prometí a mí mismo tratarlo mejor y tratar de llevarnos bien.—

—Bien, confiaré en ti así que si me disculpas iré por tu encargo, aunque en mi opinión deberías de vaciar la mitad del closet, sabes que es lo mejor.—

—Lo pensare, se que es lo que debo de hacer pero aun... aun no estoy listo ni siquiera me atrevo a tocar sus cosas, están tal y como las dejo.—

¿Destinados?Where stories live. Discover now