¿Destinados?

Capítulo 19

Ya un poco más calmada la situación y con todos cuchicheando alrededor, la madre hizo la pregunta del millón -¿Quién es el padre?-

Yuuri ante esta pregunta dudo, ¿Qué le diría a su madre? No podía simplemente decirle que se embarazo de un hombre de una sola noche y el cual en ese momento estaba comprometido, sabía que Mari y su hermana lo buscarían, hasta dar con él y hacer que se haga cargo, no debía destruir la felicidad de Víctor, aun cuando él quisiera estar con él, porque había que admitirlo el empezaba a sentir algo por ese Alfa.

-No te preocupes por eso mamá, yo puedo y criare a este pequeño.

-¿Qué?- madre y hermana lo miraban incrédulas.

-Yo... yo no recuerdo quién es el padre- mintió –fue solo una noche ambos borrachos y pues solo paso- no era del todo una mentira pero no había de otra.

-¡Yuuri Katsuki!, no te he criado para que me mientas, dime la verdad.

-Señora Hiroko- se escuchó detrás de Yuuri el volteo encontrándose con quien menos quería en esa situación

-Takeshi- él era capaz de decir la identidad de Víctor.

–Yo sé quién es el padre del niño-

Todo estaba perdido pensaba el pobre Omega, y para terminar de empeorar las cosas sintió un olor a chocolate, esperaba, deseaba que fuera su imaginación.

-Si lo conoces dinos ya- respondió la madre

-Su nombre es Víctor Nikiforov, y se encuentra aquí es el extranjero que vino hoy en la mañana.

Todos los presentes abrieron a más no poder sus ojos y bocas ante el asombro.

-¿Dónde específicamente?-

-Dentro del Ice Castle, entro hace unos momentos.-

Rápidamente Hiroko y Mari se dirigieron hacia adentro del lugar, Yuuri reacciono rápido y logro alcanzarlas.- Esperen, por favor no le hagan ni digan nada.- suplicaba el pobre azabache mientras intentaba en vano detener a las dos mujeres.

-Él debe saberlo, Yuuri, y hacerse cargo- dijo su hermana.

-No... no quiero-

-Pues si no quieres lo haré yo-

-Nooo en serio por favor- seguía suplicando he intentado detenerlas, pero vamos, como iba a poder detener a dos mujeres que se encontraban más furiosas que el mismo satán, hasta parecía que lo arrastraban a él.

Entraron a la pista Víctor se encontraba patinando sobre la pista cuando sintió el dulce aroma a vainilla, volteo a ver desde donde provenía azul cielo y café otoñal se encontraron, ambos estaban tan absortos en la mirada del otro que sin poder preverlo el pobre peli plata cayo al hielo interceptado por un misil, la chancla volvía a hacer de las suyas ¿acaso las madres no tiene otra forma menos dolorosa de reprender a sus hijos? sin previo aviso la mujer mayor le dijo al confundido y adolorido Alfa que saliera de inmediato y este lo hizo a la velocidad del rayo al sentir "la mirada", cuando estuvo fuera de la pista y con los protectores de los patines la mujer rápidamente lo tomo del brazo y dijo –así que tú eres Víctor ¿no?- él la miraba con clara confusión asintiendo, pero detecto ciertos rasgos parecidos al lindo Omega, el cual apareció a los segundos frente a el.

-Mamá, detente-

Ignorando la petición de su hijo, ella tomo de nuevo su arma mortal y le pego una, dos veces al pobre hombre que no tenía la menor idea de lo que pasaba, hasta que Yuuri tomo al Alfa alejándolo de su madre, se puso en medio de ambos y dijo –Ya mama, él no sabe nada.