¿Destinados?

capítulo 46

Victor se estaba preparando para salir, debía ir por Makkachin al veterinario, después de tantos días volvería a ver a su canino amigo, a pesar de la vergüenza que lo inundaba cada que veía a Yuuri había disfrutado el dormir abrazado con él, y sobre todo un pequeño incidente en la madrugada lo derritió por completo pues ya entrada la noche Yuuri se levantó de la cama, él se había alarmado por ello y termino siguiéndolo a escondidas hasta la cocina.

El Omega rebuscaba en el refrigerador, vio como tomo un poco de queso y luego de los estantes saco pan y Nutella, para su sorpresa el japonés hizo un sándwich juntando todo y comió como si fuese lo más delicioso del mundo, verlo así lo lleno de una cálida sensación y cuando el otro termino su raro refrigerio salió corriendo de vuelta a la habitación donde se hizo el dormido.

Escucho como entro pero de nuevo lo desconcertó por completo al no sentir la cama hundirse del otro lado sino en cambio se hundió de su lado, el japonés se había colado entre sus brazos, se asustó un poco al estar muy cerca del borde de la cama y haciéndose el dormido lo apretó contra sí y se volteo con todo y el Omega, quedando el otro sobre él.

Sintió como se asustó levemente por su movimiento tan repentino pero en segundos se acomodó sobre su pecho, sintió además como se movió levemente y luego una calidez y humedad en su mejilla, Yuuri le había besado, escucho un leve susurro que decía "Buenas noches Victor" y luego se volvió a acomodar para finalmente quedar dormido en cuestión de segundos, el pobre Alfa tenía la cara más roja que nunca en su vida llevo su mano a su cabeza tapando sus ojos y su boca, sentía ganas de llenar de besos a esa ternura que tenía sobre si y le costó conciliar el sueño.

Por ello es que se había levantado más tarde y no pudo disfrutar de uno de sus placeres culposos: ver al japonés dormir, llego al comedor donde ya su familia estaba sentada, la comida estaba siendo servida por las trabajadoras, saludo a todos y se sentó en su lugar de siempre, Yuuri quien estaba a su lado se estremeció y sonrojo aun así le correspondió su saludo con una sonrisa.

Pero cuando la mujer que estaba sirviendo los platos les puso a ambos el suyo, sintió como su estómago se revolvió y contuvo un espasmo por las náuseas pero el Omega salió corriendo de ahí, y el asustado se levantó también, los presentes estaban completamente confundidos a excepción de Natasha quien reía por lo bajo, siguió al azabache hasta el baño donde este empezó a vomitar, instintivamente se agacho a su lado y a pesar del asco que le provoco ver al otro vomitando lo abrazo pasando su brazo para rodear los hombros del otro, cuando los espasmos terminaron, se levantó y le tendió un vaso con agua que la misma chica que les sirvió la comida le había llevado.

—¿Estas bien? Necesitas ir al médico, ven debemos ir ya- le sostuvo la mano y lo jalo un poco para que lo siguiese.

—Victor...- le llamo haciendo que el aludido se detuviese y voltease a verlo –Es normal, son nauseas matutinas por... el embarazo- dijo lo último un poco avergonzado.

—¿Qué? Pero nunca te había pasado ¿o sí?-

—No, pero ya se me hacía extraño que no ocurriese, fue una de las cosas que me dijo mi mamá que ocurrían, pero también deseaba que no pasase, he leído que no ha todos les dan.-

—Entonces volvamos, debemos cuidarte más, le pediré a la cocinera que haga algo nutritivo para ti, dime ¿qué quisieras comer?-

El japonés se sonrojo y bajo la mirada avergonzado, con voz débil dijo –Una hamburguesa con doble queso y pepinillos-

—¿Qué?- el platinado lo miro preguntándose si escucho bien a lo que el otro asintió como confirmando sus pensamientos –¡Yuuri! ¡Eso no es nutritivo!-

-Katsudon dice que eso quiere- se cruzó de brazos e inflo sus cachetes, haciendo que el corazón del otro se detuviese por segundos.

—Deberías de complacer al embarazado, o se pondrá de mal humor te lo digo por experiencia- Natasha había logrado colarse junto a ellos en el baño y los miraba con una sonrisa.