Capítulo 42

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Antes del capítulo: PERDONENME POR NO APARECERME, RECUERDEN LOS AMO Y NO ME HE OLVIDADO DEL FIC POR TANTO POR FAVOR USTEDES TAMPOCO SE OLVIDEN :-:

Tres días había pasado en esa cama de hospital, sin contar cuando fue ingresado, siendo visitado por los Nikiforov y pasado la mayor parte del tiempo con Yurio, durante los dos días pasados se había sincerado de a poco con este. Las recomendaciones de los doctores eran seguidas por el al pie de la letra excepto una:

Pasar todo el tiempo posible con su Alfa.

La cual ni el doctor, ni las enfermeras pudieron convencerlo para cumplirla y apoyado por los Nikiforov termino por limitarse a reunir prendas del mismo para poder sentir siempre su olor y que aunque él no quisiera se calmase y alegrase con ellas.

Y como quien no quiere la cosa también se dejó llevar un poco por sus instintos y término haciendo lo más "vergonzoso", según él, ocupar las mismas prendas para hacer un Nido.

Era pequeño debido a la camilla pero al estar hecho con prendas completamente impregnadas del olor a Chocolate lo convertía en su pequeño  rincón ideal. 

La verdad que no parecía realmente querer olvidar al ruso, y para su desgracia tampoco el mismo hombre lo ayudaba. Llegando puntualmente a las 6:15 pm, quedándose 20 minutos exactos y luego volviendo a regresar a las 8 pm para irse hasta que la enfermera lo sacaba a las 10 pm.

Ese simple hecho de saber que estaba ahí y de alguna forma cuidándolo y velando por él, hacía apaciguar su enojo, pero los regalos que le enviaba en esas visitas lo habían llevado a reflexionar sobre todo lo pasado durante toda la mañana un pensamiento lo había acompañado.

<<¿debería darle otra oportunidad?>> sabia que estaba mal en cierto punto, había soportado demasiado y hasta parecía que era un debilucho, pero vamos que eso era completamente real, nunca había logrado imponerse a nada, nunca pudo ir más allá en su trabajo no porque no tuviese la capacidad sino por el miedo a enfrentarse a Alfas, en efecto era un cobarde.

Y ese miedo lo obligaba a guiarse más por su Omega y si ese Omega decía que necesitaba al ruso no podía o más bien no quería negarse, y aquí entraba el otro problema el amaba al peliplata a pesar de todo, de los malos tratos, de saber que el nunca tendría la oportunidad de estar con el.

Era consciente que se podía largar de ahí y cuidar a su bebé solo pero ¿que pasaría si hace esto? ¿realmente tenía la capacidad de hacerlo? su respuesta <<No>>

Se negaba a hacerlo y más aún sabiendo que son destinados <<¿Será que Víctor ya lo sabe?>> imposible, si de algo estaba seguro es que el platinado era un despistado. 

Iba de la cama a la puerta y cada tanto se detenía para ver el reloj casi contando los minutos para que aquel hombre apareciese, llevando una guerra en su mente y mordiendo su pulgar suavemente.

*-*-*-*-*

Entonces ¿en que consistieron estos regalos para llevarlo a esta pequeña lucha interna?, recapitulemos:

El primer día, pasadas las 6 de la tarde, mientras el sol empezaba a oscurecer y la nieve caía lentamente por las calles, un rico aroma ya conocido se hizo presente, sabiendo de dónde provenía y un poco curioso se asomó viendo hacia la puerta noto una sombra detrás de esta, la sombra se quedó estática, no toco ni hizo algún intento por entrar y al ver esto el azabache regreso a su pequeño nido.

Los minutos pasaron en un abrir y cerrar de ojos y al haberse sentido tan arrullado por solo el olor de aquel hombre quedo dormido, una enfermera lo despertó a las 7 en punto, para su cena, encontrando a parte de las rosas que Lilia había llevado en la mañana un lindo arreglo de girasoles en la mesita junto a su cama.

¿Destinados?Where stories live. Discover now