¿Destinados?

Capítulo 28

           

En la mañana el pobre Yuuri se levantó muy adolorido de su cuello, no había tenido más opción que acostarse en el sillón, era una suerte que él había llevado una pequeña sabana consigo y muchos suéteres porque Víctor no se había dignado en siquiera ofrecerle algo para abrigarse.

Recordaba que debía ir con Víctor a la consulta y también este le había prometido ir a comprar ropa, perezosamente se levantó y camino directo al baño, tal vez una ducha le ayudaría, tomo las cosas necesarias y se adentró al baño.

30 minutos después ya se sentía un poco mejor y decidió bajar a desayunar, luego se iría solo a comprar ya que no quería estar cerca del Alfa en esos momentos.

*-*-*-*-*

Víctor no había dormido bien, no sabía la razón pero toda la noche su mente se la paso dando vueltas entre que se le había olvidado algo importante y la culpa que sintió su Alfa al tratar así al Omega, pero ya no había vuelta atrás, no podía disculparse, cuando por fin había logrado conciliar el sueño este no le duro mucho pues sintió que la alarma había sonado tan solo unos segundos después, se levantó y se dirigió al baño, cuando paso frente al sofá noto que no habían señales del japonés por ningún lado, continuo con su rutina mientras revisaba su celular por si tenía algún mensaje del azabache, pero recibió una llamada, la cual hizo que se desconcentrase de su objetivo principal, pero al terminar salió rumbo al comedor desde donde venía un delicioso aroma, con lo cual volvió a recordar del por qué estaba tan apresurado.

Al entrar al mismo vio a sus padres sentados desayunando junto a su tía, pero tampoco había señal alguna del Omega, su Alfa interno se empezó a impacientar por la falta del chico y sin poder evitarlo pregunto por el -¿Dónde está Yuuri?-

-Oh ¿no te lo dijo? Fue a hacer unas compras antes de la consulta, nos pidió que te dijéramos que él te esperaría enfrente del hospital, para la cita, ah y también dejo el desayuno preparado para todos en la alacena está en tuyo, por cierto esta sabroso- respondió su tía con la boca llena de comida.

-Gracias pero mejor me voy ya, adiós-

-Que te vaya bien- dijeron los tres al unísono.

Víctor tenía la certeza de que el azabache había ido a comprar su ropa sin él, el problema está en que Yuuri era nuevo en San Petersburgo y muy probablemente no tenía ni idea de a dónde ir ¿Cómo su familia había dejado que se fuera solo? Su Alfa interno rugía por encontrar al Omega.

Corrió por las calles en busca de él, dirigiéndose al centro comercial de pronto un olor llego a sus fosas nasales, distinguió entre la gente una cabellera negra y corrió hacia él. Yuuri había logrado dar con el centro comercial y estaba frente a una tienda probablemente pensando en sí debería entrar o no.

-Yuuri- grito

El azabache al escuchar un grito ya conocido se dio la vuelta al momento en que Víctor estaba a solo unos pasos frente a él, con la respiración entrecortada y un poco de sudor el Alfa reclamo -¿Por qué viniste solo? Te prometí que vendría contigo y ¿si te hubiera pasado algo? ¡No conoces la cuidad!-

-Lo siento pero tú dijiste que solo fingiríamos frente a otros entonces ¿Por qué te preocupas por mí?, aparte existe google maps.-

El chico había usado sus propias palabras en contra y eso no le agradaba, su Alfa le pedía abrazarlo pero él no lo haría, opto por tomarlo de la mano y llevarlo dentro de la tienda de ropa –estamos en público aquí también debemos fingir.-

*-*-*-*

Yuuri ya no podía más, prefería saltar de un edificio a probarse otro conjunto de ropa. Víctor tenía un problema al momento de comprar, se había probado cientos de conjuntos y lo peor Víctor había aprobado y llevado a caja casi todos a excepción de unas camisas que según él eran demasiado reveladoras para el Omega, alegando que nunca era suficiente y que todos se le veían muy bien como para dejarlos pasaba su tarjeta de crédito (al parecer ilimitada) y los compraba, era momento de detenerlo o si no terminaría con más ropa de la que podía ponerse en su vida.