Capitulo 55

1.9K 215 38
                                    

El tiempo era algo extraño, a veces un instante se convierte en una eternidad y la eternidad en un instante, para Yuuri dos días habían sido como dos siglos sin estar al lado de su Alfa, había pedido permiso en el orfanato no quería salir del pequeño refugio que encontró en el apartamento de sus amigos, pero ya no podía seguir evadiendo sus responsabilidades, había escuchado la fuerte conversación de Yurio y Victor la noche en que se fue de casa, los gritos habían sido imposibles de ignorar.

Y en el orfanato las cosas no se miraban tan sencillas, fin de año significaba sobre todo entregar el reporte anual a las autoridades, y eso incluía desde lo más complejo hasta lo más mínimo en cuanto a gastos y procedimientos legales, sobre todo los trámites de adopción que se habían dado en ese periodo los cuales llevaban más tiempo pues un solo error y adiós orfanato.

Sara andaba muy tensa y ni hablar del hermano y padre de esta, Seung no había regresado lo que les ponía más carga también, y él seguía sintiéndose culpable de alguna forma con el coreano.

Sin embargo ese día, unas horas antes de su salida un carro que reconocía a la perfección se estaciono frente al lugar, sabiendo que a la única persona que buscarían era él se acercó con curiosidad, su corazón revoloteo cuando pensó que podría ser el Alfa ruso, sin embargo la sorpresa lo invadió cuando al bajarse la ventana el perfil estoico de Lilia Nikiforov se revelo.

Ella le miro analizándolo y luego sonrió –Yuuri que bueno verte, sube-

—Voy por mis cosas, ya regreso-. Se alejó buscando de inmediato a Sara quien ya había notado el auto y dedujo rápidamente que algo pasaba por lo que al Yuuri comentarle que debía irse solo asintió, tomo su pequeña bolsa y regreso al auto, subió y fue recibido con un cálido abrazo siendo envuelto levemente por el dulce, y con un toque de picante, aroma de la Omega rusa.

El camino fue silencioso pero al llegar a un pequeño y acogedor restaurante, Lilia le comento que quería solamente hablar y tomar algo con él. Pidieron té y dos pastelillos, Yuuri se sentía un poco nervioso pero ella solo le sonrió y comenzó con su charla.

—El dia que te vi me sorprendí, ya te conocía, no en persona claro está, pero vi tu silueta, la de un bailarín, que me recordó a las fotos que una buena amiga me mandaba cada tanto de su discípulo, tuve mis dudas si realmente eras tú pero, el pueblo, tu familia y tu porte encajaban, sin dudar acepte el matrimonio. Por Minako sabia un poco acerca de ti, un chico atento, amable pero tímido, sin embargo entregado y con sueños, así era como ella te describía.

>> Me interesaba sobremanera el conocerte y cuando tuve la oportunidad, grande fue mi dicha, y más aún esperabas un hijo de mi Victya, a veces las madres tenemos un instinto raro pero muy bueno, detectamos el peligro para nuestros hijos pero también lo que les puede traer bien, y tú me diste esta última sensación, y no me equivoque, cambiaste de cierta forma a mi hijo, e increíblemente llenaste de alegría mi hogar.

>> El día que se casaron fue un festejo para mí, porque tuve la oportunidad de tener otro cachorro, tu eres mi cachorro ahora, nunca he querido entrometerme entre tú y Víctor, no es correcto, son sus vidas lo entiendo, pero, no puedo soportar saber que no estás en casa, quiero protegerte, y Yakov igual. Yuuri por favor regresa a casa, no te preocupes no te hare dormir con mi hijo, solo quiero que estés a salvo.-

Por primera vez vio reflejado un brillo en su mirada, un brillo lleno de tristeza, y el lloro. Ambos se abrazaron ella llenándolo de su aroma como una madre a su cachorro y el sintiéndose dichoso de tener otra mamá en la que también podía confiar y quien le apreciaba demasiado.

*-*-*-*

Yuuri no salía, llevaba horas esperando hasta que Sara llego sorprendida de verlo ahí y le comento que el japonés hacia mucho se había retirado. Derrotado y desanimado regreso a casa, quería simplemente acostarse y dormir, tal vez así despertaba al día siguiente con la premisa que todo eso no había sido más que un sueño, un no muy grato sueño.

¿Destinados?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora