Capítulo 49

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Los últimos días para Yuuri habían sido tan rutinarios que se preguntaba cómo era posible que fuese tan feliz, pasar tiempo con Victor llego a ser tan natural, significativo y maravilloso que no podía dejar de enamorarse más y más de aquel ruso.

El solo estar entre sus brazos se sentía perfecto, lastimosamente algo en su mente seguía recordándole que eso era solo actuación o algo pasajero, que cuando el tiempo llegase todo quedaría en el pasado y en esos momentos en los que su mente le sumergía en un oscuro pozo, solo podía acariciar su vientre.

Su pequeño Katsudon, era solo un frijolito formándose y creciendo en su vientre pero ya lo amaba y no quería separarse de él ¿sería posible que pudiera quedarse a su lado? Al lado de Victor y Katsudon...

Se imaginaba a su pequeño corriendo, riendo y jugando como los pequeños del orfanato, quizás y pueda traerlo alguna vez y que juegue con todos los niños del lugar, quizás y pueda estar a su lado mientras crece y verlo triunfar porque desde ya sabía que su hijo seria grandioso.

La campana sonó anunciando a los pequeños que era hora del almuerzo, los mayores llegaban de a poco desde la escuela y los menores dejaban atrás sus juegos para ver quien llegaba primero al comedor, rio al ver a dos niñas jugando piedra, papel o tijeras para ver quien de las dos iría por la comida mientras la otra la esperaba sentada.

Le traía paz observar a los niños haciendo fila mientras ríen y hablan entre ellos, era extraño pues nunca imagino que se encontraría dónde está, siempre pensó estar en un tribunal, luchando por la justicia Y sobre todo por los derechos de los Omegas, sus pensamientos pronto lo llevaron a pensar que hubiese pasado si él hubiese crecido en un país con mayor igualdad y no la seudo-igualdad de Japón o si se hubiese quedado en Detroit al finalizar la universidad, incluso en Rusia donde está ahora ha visto la desigualdad que dicen esta erradicada.

Al ver a Sara llegar él toma camino hasta la oficina para tomar el almuerzo que le habían preparado en casa, regresa para sentarse al lado de los Crispino, participa poco en la conversación pero ríe junto a ellos cuando Michele Crispino se queja de un tal Emil, Sara dice que es su crush pero su hermano no lo acepta, Michele es Beta y su "crush" un Alfa al parecer muy atrevido que lo persigue a todas partes.

Luego del almuerzo regresa junto a Sara a la oficina y seguido salen rumbo a uno de los salones donde ayudan a los mayores con las tareas que les hayan dejado ese día.

Mientras le ayudaba a dos chicos con su ingles recibió una llamada, era Pichit, pidió un momento a Sara y se disculpó con los chicos para contestarle a su amigo.

*-Yuuri ¿Por qué no me has hablado?- por el tono de su amigo supuso que estaba haciendo puchero y hasta pataleando.

-Lo siento Pichit-

*-Jum no te creo- conocía también al tailandés que sabía en ese momento que el otro se había cruzado de brazos y rio al imaginarlo.-

*-¿De qué te ríes mal amigo?-

-Lo siento, lo siento- continuo riendo un poco hasta que la voz del otro volvió a sonar.

*-Bueno como tú no vienes ni me llamas he decidido ir por ti-

-¿eh?-

*-Me ascendieron en la revista, ahora hare reportajes internacionales y adivina ¿Dónde se llevara mi primer reportaje?- al parecer su falso enojo ya había pasado a ser historia y le hablaba con gran entusiasmo.

-Pichit felicidades, eso es genial, espera ¿vendrás a Rusia?-

*-Corrección ya estoy en Rusia, quieren que haga un reportaje del Kremlin, por lo que iré a verte-

¿Destinados?Where stories live. Discover now