C a p í t u l o 9

1.9K 134 8
                                    



— ¿Qué?— Siseo, no puedo creer lo que acabo de oír.

— Desde que perdiste la memoria no eres la misma que conocí — hay algo erróneo en su manera de actuar.

— ¿Acaso me culpas de ello?

— ¡No, pero ni siquiera te reconozco! ¡Tú no eres ella! — Exclama mirándome aterrada y comienza a llorar.

—Podías haberme ayudado y tal vez...

—No... No puedo — su determinación me duele.

— Mira, yo trato de ser la hija deseas pero no sé cómo en verdad lo es serlo para ti, nunca hablamos. Hago mi mejor esfuerzo y nada te es suficiente.

— Claro que no es suficiente —ríe carente de humor y niega.

—Pues entonces dime, mamá —suplico —.Por favor, eres todo lo que tengo.

Desvía su mirada hacia la ruta y puedo notar cuan angustiada se encuentra, siento pena por ella.

—Solo deseo que todo sea como antes, quiero a mi hija de nuevo conmigo — susurra con una tristeza inmensa—. En verdad quiero que recuerdes, Natalia.

—No sé hacerlo, perdón.

—Está bien — asiente resignada—. Está bien...

Llegamos a la gran casa en la playa y me quedo unos segundos más en el auto, sé que se irá, nunca entraba por nada en el mundo. Armándome de valor suspiro para bajarme de su auto.

— ¿Natalia?

— ¿Sí? — pregunto cerrando la puerta y me habla a través de la ventana.

—Tú no... — hace una pausa pensando bien que palabras usar— Nunca permitas que tu condición te defina. Busca las respuestas que tanto quieres pero sin tropezar con la misma piedra— asiento e intenta sonreír —. Si necesitas mi ayuda algún día no dudes en hacerlo, después de todo te debo una.

Quería preguntar a qué se refería pero no me da tiempo y se marcha rápidamente.

—Lo tendré en cuenta.

Escucho el ruido de los platos al ser chocados con los cubiertos y no puedo evitar echarle un vistazo a Noah. Ambos comíamos con la cabeza gacha cuando estábamos con él, y no charlábamos solo para evitar problemas. John bebe agua sin siquiera sentirse incomodado por la situación. Muevo la comida de un lado a otro todavía sin poder probar un bocado, pensando demasiado en la charla previa con mi madre.

No entendía porque mi madre se comportaba rara, mucho menos sabía la razón por la que me debía una cuando ninguna hizo nunca nada por la otra. Todo en ella era extraño y la vida que me describieron es muy vacía. Últimamente creía que mi madre sabía algo que yo no y su charla de hoy lo terminó de confirmar. ¿Qué escondes mamá? Quisiera preguntarle pero a simple vista se aprecia el terror que le tiene al gusano de John y nunca supe por qué. ¿Compartirán el secreto? ¿Qué me ocultan con John?

—Estás callada— rompe el silencio y yo continuo sin dirigirle la mirada.

—Fue un día complicado— respondo sin dejar de correr la comida.

— ¿Y eso te da derecho a andar así?

— ¿Así como?

Lo observo confusa como frunce el ceño con molestia.

—Dando lástima — Noah nos mira de hito en hito con miedo y decido no llevarle la contraria. A pesar de que las palabras se me atoran en la garganta.

—No es mi intención molestarte, John.

—Deberías poner más empeño.

Luego de la cena incómoda arropo a Noah en la cama y mientras acaricio su melena rubia me regala una hermosa sonrisa. Cada vez que lo veía sabía que podía ser mucho más fuerte, más valiente... No sé qué habría sido de mi vida vacía si no tuviera a mi hijo para que la llenara de alegría, nuestros mundos unidos son un sinfín de luz y oscuridad.

—Te amo, pequeño — beso su frente —. Y por ti haré todo lo que esté a mi alcance para que seas feliz porque te lo mereces.

—También te amo, mami.

Empiezo a tararear una canción y al correr los segundos descubro que es la que Anna, la mujer de la plaza, me tarareó. Sonrío recordando una de sus charlas: "No importa lo que dejes atrás si de tu felicidad se trata. Se fuerte y valiente. Promete que lo harás."  

Ahí fue que me prometí huir y si bien no será fácil, lo intentaré.

Máxima Traición✔️(En edición)Where stories live. Discover now