C a p í t u l o 17

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—Hice nuevos amigos, son buenos conmigo.

Comenta totalmente eufórico Noah, mientras esperamos dentro del auto a que Diana salga de la cafetería. Me ofrecí en buscarla para poder sentirme útil en algo y luego de insistir logre hacer que aceptara mi escasa ayuda.

— ¿Ah, sí? ¿Y cómo se llaman?

—Se llaman Agustín y Diego. Agustín me ayudó con la tarea hoy y Diego cuenta chistes.

Dejo de ver para afuera y volteo a verlo, sonreía enormemente. Su emoción es muy contagiosa.

—Al parecer son niños buenos. Y me pone feliz por ti, amor —asiente —. Pero recuerda que tú también debes ser bueno con ellos.

—Agustín golpeó a un niño que se burlaba de Diego por su color de pelo.

— ¿Y tú? — sueno preocupada.

Hace una mueca.

—No me gusta pelear, solo le di un caramelo a Diego para que dejara de llorar.

Sonrío, muchas veces hice eso con él.

— ¿Y funcionó?

—No al principio— sonríe —Ahí viene.

Apunta con el mentón mirando afuera. Ojeo donde señala y cuando sube Noah es el primero en hablar.

— ¡Diana, tengo amigos!

— ¡Eso es campeón!

Sonrío y arranco el auto, era un alivio a pesar de que fuera un dolor de cabeza, aun funcione. El arreglo había sido rápido para Diana pero no le garantizaron nada, tenía poco tiempo de vida útil. En el camino ambos van charlando de los amigos de Noah, él parece no cansarse de eso. Al llegar Noah pasa derecho a la habitación y yo, por otro lado, me dispongo a prepararle la merienda. Diana se sienta detrás de mí y puedo oír su suspiro de agotamiento.

— ¿Mucho trabajo en la cafetería?

Tarda un poco en responder.

—Podría decirse.

Volteo a verla y es cuando noto lo fatigada que está.

— ¿Cómo te sientes? — por un momento luce confundida— Con respecto a lo de anoche.

—Estaré bien, siempre lo estoy — se esfuerza en sonreír.

—Yo... — hago una pausa repasando bien mis palabras— Hablé con Gael por el empleo.

No luce sorprendida.

— ¿Y cómo te fue?

—Quedamos en reunirnos mañana al mediodía en la cafetería donde trabajas — sonrío alegre y relamo mis labios —. Solo espero poder aplicar en eso, realmente necesito trabajar.

—Eres muy capaz de todo.

Susurra débilmente con el codo en la mesa y su mano sosteniendo su mentón. Me siento a su lado.

— ¿Qué tienes? Y no te atrevas a decir que nada porque te conozco, ¿algo te perturba?

—Solo creí que de verdad podría ayudarte.

—Lo haces — niega y baja la mirada junto con sus manos— No te sientas nefasta solo porque busco algo más, se trata de mí y no de ti. Nos ayudas demasiado a ambos. Pero también tengo que buscar mis propias cosas, necesito saber qué puedo lograr algo por pequeño que sea. Siempre te estaré agradecida por habernos sacado de allí, por impulsarme a mirar más allá. Eres una amiga excelente.

Máxima Traición✔️(En edición)Where stories live. Discover now