C a p í t u l o 15

1.8K 101 2
                                    



— ¿Algo en especial que quieras tomar?

Pregunto a Noah mientras busco algo que preparar en la alacena, él está sentado leyendo un nuevo libro que pidió prestado de la biblioteca. Era el segundo que va sacando desde que inició en el colegio.

— ¿Chocolate caliente? — suena indeciso.

—Muy bien...

Me dispongo a prepararle la merienda. Cuando empieza a tomar, Diana entra agitada.

— ¿Estás bien?

—Sí — dice suspirando y tirando su campera de cuero sobre el sofá— Tengo un poco de prisa, debo volver con unos compañeros de trabajo.

— ¿Por qué?

—Harán una fiesta. Un compañero se jubila y debo estar ahí.

Pasa apresurada hacia su habitación y la sigo. Golpeo cuando veo la puerta cerrada llamando su atención.

— ¿Quieres tomar algo antes de ir?

— ¡No pienso llenarme antes de la fiesta!

Rio negando con la cabeza y volviendo a tomarme un chocolate caliente con mi hijo. Diana salió igual que como entró a excepción de un bolsito más grande, muy similar a un maletín.

—Creí que al menos te peinarías— bromeo.

—No necesito nada elegante a donde voy — sonríe volviendo a agarrar su campera—. Nos vemos pronto.

—Bye— saluda Noah.

POV Narrador

El salón era pequeño, cálido y acogedor. La escasa gente hacía notar a simple vista que solo los más allegados fueron invitados, vestían de pantalones y camperas que bien podrían usar a diario, al parecer Diana tenía razón. No había necesidad de nada elegante. Había al menos unas seis mesas con mantel blanco con detalles en los bordes de negro, las sillas de maderas eran cubiertas por unos hermosos moños rojos y la mesa principal donde la que persona que se jubilaba se sentaría con su familia.

Diana se posiciona frente a la mesa de los regalos y saca de su bolso el obsequio que eligió, lo acaricia con detenimiento, pensando si era o no lo correcto regalarle eso. Finalmente lo deja mezclándolo con los demás. Sentándose junto a su amigo Ángel y demás colegas es cuando comienzan a charlar de banalidades.

— ¡Diana!

Grita Mike un hombre con mucha experiencia en la policía, él la abraza.

— ¡Mike!

—Creí que no vendrías— confiesa haciendo una mueca y sentándose a su lado —. Yo casi no vengo pero Ian es mi mejor amigo, no podía no estar. Es bueno verte aquí, Ian se pondrá feliz de verte.

Solo oír su nombre la hace poner un poco inquieta. Asiente.

—Eso espero.

Ian, el papá de su mejor amiga y su ex suegro es quien se jubila de la policía. Ella creía una parte de él la querría siempre como una hija por su amistad con Venus, su hija, pero por otra parte la detestaba. La ruptura con su hijo fue terrible y en pésimas circunstancias. Cada vez que lo veía solo pensaba en eso.

— ¿Cómo te ha ido con todo? — pregunta con cautela Ángel.

—Me cuesta horrores...

Niega suspirando.

—Todo saldrá bien, Dian— le regala una sonrisa sincera.

—Muchas veces pienso lo contrario...

—Ey, detén ese pesimismo que si no me veré obligado a dejarte sola en el caso — se suma Mike bromeando. Él fue asignado por su jefe como muchos otros profesionales a trabajar de encubierto en el edificio donde vivían Diana, Natalia y Noah. Mike finge ser el conserje.

Máxima Traición✔️(En edición)Where stories live. Discover now