C a p í t u l o 14

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Los minutos en observación pasaron demasiado rápido pero fue suficiente para que de regreso me pudiera ir tranquila. No tenía nada físicamente. Todo se debía a mi miedo irracional. Elena me explicó al pasar, sin embargo me fijó una cita con ella lo más próximo que pudo. Salimos con Diana y Noah del edificio para marcharnos finalmente a casa. La noté extraña, incómoda. Ni siquiera me miraba a la cara, frota sus manos en sus caderas con desesperación y las cierra en puños.

— ¿Qué tienes?

Niega con la cabeza y sin decir nada guarda sus manos en los bolsillos de su campera negra.

—Diana.

—No tengo nada, todo está bien.

Es mi turno de negar. Me interpongo delante de su camino y agacha la mirada.

— ¿Qué te sucede? Sabes que puedes decirme.

—Yo... — hace una pausa para suspirar—. Lo lamento tanto, amiga. Debí estar para ti, yo...

—Ey, no vayas ahí— tomo su rostro en mis manos, me sorprende ver como se contiene del llanto—. No es tu culpa que esto me pasara. ¿Si? Todo está bien. Estamos juntas, es lo que importa.

Traga duro y asiente, puedo ver como se aguanta las palabras en su boca pero no digo nada.

—Sí.

POV Narrador

La semana pasó y Noah empezó a estudiar en un colegio prestigioso. A Diana solo le había costado una llamada para conseguirle uno bueno. En la mañana siguiente la observó a su amiga como nunca antes. La vio divertirse con Noah cuando jugaban, lo felices que estaban cuando le comentó que iniciaría las clases, algo que siempre había querido y aun así no podía. Lo más sencillo para él era un gran lujo. Un día antes tenía todos sus útiles preparados para iniciar el gran día. Y cuando llegó, horas antes sacaba y volvía a guardar, observando sus útiles una y otra vez. Estaba muy ansioso. Natalia estaba más que agradecida con toda la ayuda de su parte, sin embargo Diana no se sentía plena. Piensa que le está fallando. Creía que no era merecedora de una amistad como la suya. Trabajó hasta tarde muchas noches intentando encontrar algo. La investigación la estaba consumiendo pero no le importó. No importaba cuantas veces llegara a nada, seguía intentando. Ya tenía un expediente lleno de la vida del magnate y el Hotel Thomson, pero nada que se viera extraño. Aparentemente estaba limpio.

—Solo si tienes tiempo para ello.

Noah ha insistido demasiadas veces en que su tía Diana, como él la empezó a llamar, lo acompañara al colegio el día de hoy.

—Por supuesto que lo tengo— sonríe.

— ¿Qué hay del trabajo?

—La cafetería no irá a ninguna parte, puede esperar unos minutos.

Diana le había mentido respecto a su trabajo y ella no dudó ni un segundo de nada.

—Bien. Iré por Noah.

Se marcha a buscarlo a su habitación y emprenden el viaje al colegio en el auto de Diana. Le cuesta arrancar al escarabajo pero finalmente lo logran.

—En serio es cuando te digo que un día nos dejara a pies— ambas ríen subiéndole a la música un poco más.

POV Natalia

—Adiós, y presta atención en clases, pequeño— dejamos a Noah en la puerta del establecimiento y entra corriendo emocionado aun siendo su quinto día.

—Será una misión imposible para él quedarse callado en clases.

—Interactúa por primera vez con niños de su edad, será progresivo.

Subimos al auto y al querer darle arranque no responde. Diana golpea el volante, finalmente nos había dejado.

—No puede ser.

—Yo te lo dije, Di— me encojo de hombros y bajo del auto seguida de ella— Iba a dejarnos en cualquier momento. Si me hubieras hecho caso no tendríamos que llamar a la grúa ahora.

—Llamaremos un taxi primero.

—No queda lejos el Coffee Shops, caminaremos — comienza caminar a la par mía, ambas en silencio absoluto.

Llegamos y cuando nos despedimos en la puerta del local se oye sonar la campana de la puerta y me obliga a mirar. Él viste totalmente trajeado pero sin corbata y lleva un maletín colgado en su hombro derecho. Por un instante creo haberme confundido de persona pero de repente su mirada esmeralda se posa sobre mí y sus ojos se achinan al sonreírme.

— ¿Natalia?

Luce confundido y asombrado. No más que yo.

— ¿Gael?

— Te encuentras bien, no esperaba verte por aquí el día de hoy.

—Ah...

Observo confundida a mi acompañante y ella parece reaccionar.

—Oh. Él fue quien te ayudo con tu incidente el otro día— confiesa haciendo una mueca de disculpa. Aun así la confusión es demasiada.

— ¿Y hasta ahora me entero?

—Lo siento, fueron unos días atareados. Si me disculpan debo entrar a trabajar, te mando un texto luego.

Asiento de acuerdo y pasa entre ambos para adentrarse al local. Parecía querer huir de la situación.

—Y yo no le caigo muy bien al parecer... — dice aguantando su sonrisa.

—No fue distinta cuando me conoció, tardamos demasiado en entablar una charla real— sonrío recordando.

— ¿Y cómo has estado luego de...?

—Bien, solo fue un ataque de pánico. Quizás fue estar en una ciudad desconocida para mí, todo es nuevo— asiente de acuerdo.

— ¿Y qué haces por Miami? — Pregunta con curiosidad mientras se acomoda su bolso en el mismo lugar.

—Vine con una amiga de vacaciones— suelto lo primero que se me viene a la mente.

— ¿Vacaciones permanentes?

Frunzo el ceño.

— ¿Disculpa?

—Noah— ríe negando— En el hospital el único que hablaba era él y menciono que vivirían aquí. Y que buscabas empleo.

—Yo... si— rasco mi frente haciendo una mueca, incomoda—. Lo siento, fue lo primero que se me vino a la cabeza.

— ¿Y cómo te fue en tu búsqueda?

¿Qué le diría? No tengo palabras para explicarle que no sé para lo que soy buena y no recuerdo tener experiencia en ningún empleo, el mínimo requisito que piden. Me encojo de hombros negando. Él me da media sonrisa y busca algo en sus bolsillos y finalmente lo encuentra en el maletín.

—Bueno... en el hotel hay una oferta de trabajo que quizás pueda aplicar.

Me tiende una tarjeta.

— ¿Un hotel?

—Ahí está mi número de teléfono, llámame cuando tengas un tiempo libre. Podemos reunirnos aquí, si lo deseas— señala el Coffee Shops.

— Yo... sí, claro.

—Estupendo. Nos vemos pronto, Nat.

—Adiós— saludo y él se sube al taxi que lo esperaba en la puerta, ni siquiera lo había notado.

Miro hacia adentro y Diana me observa con confusión, le sonrío encogiéndome de hombros y mostrándole la tarjeta. 

Máxima Traición✔️(En edición)Where stories live. Discover now