C a p í t u l o 35

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La habitación estaba en total silencio, silencio que solo era interrumpido por el caos que era su cabeza en estos momentos. Su ansiedad aumentaba a pasos agigantados con el pasar de los minutos, y conforme a eso, veía más problemas, más preocupaciones, muchas más hipótesis. Recordaba con exactitud cada detalle, cada sonido, cada sentir. Se sintió una vez más allí. El crujir de la madera en medio de las llamas ardientes, los gritos de sus compañeros dando y siguiendo órdenes, y los llantos lastimosos de las mujeres le ponían nuevamente la piel de gallina. Algunos árboles alrededor estaban calcinados y otros tantos comenzaban a incendiarse. El fuego estaba controlado pero no había nada por hacer con los arboles más cercano a aquella guarida en medio del bosque de Osceola. El lugar se desmoronaba poco a poco y, si bien no pudieron dar con ellos, sintieron un gran alivio de ver a aquellas mujeres cautivas siendo rescatadas de esos perversos.

El frio envolvente de la noche erizaba la piel de Diana, quien empuñaba su rifle junto a su compañera Natalia, en medio del allanamiento, observando el caos desde una distancia prudente. La casa de madera termina por caer. Los policías junto a los canes logran apartarse un poco más del incendio y ellas cubren sus rostros girando, y en un segundo de descuido, la pierde de vista. Diana gira en todas las direcciones posibles intentando ubicarla, fallando terriblemente, no había rastros de ella y nadie a quien le preguntó parecía saber a donde fue. La buscó en el bosque, llamándola e incluso alejándose de la zona, sin bajar ni por un segundo la guardia. Y, luego de un rato, encuentra su placa tirada junto a un viejo árbol que tenía sus raíces casi en su totalidad sobre la tierra. El miedo, la preocupación y adrenalina se impactan en su pecho. La alza y la observa, después mira a sus alrededores en alerta. Toca con su mano libre su auricular invisible e indica a todos las coordenadas para el refuerzo. Y sin esperar ninguna respuesta, avanza levantando la mira.

Suspira sonoramente mirando al techo de su oscura habitación, mentalizándose para encarar la situación mañana.

Los primeros rayos del sol salieron junto a ella, no podía esperar más para finalmente darles la noticia. Quería que esta tortura terminara enseguida. Detiene el auto frente a la casa de Ian y después de unos segundos se digna a bajar. Con cada paso que da a la entrada de la casa siente como poco a poco el mundo entero se le viene abajo y su corazón pareciera querer salirse de su cuerpo. Se seca las manos en su jean oscuro y golpea la puerta. Unos segundos después Alex abre la puerta.

— ¿Vine en un mal momento? —pregunta, viéndolo de pies a cabeza.

Lucia como quien estaba por irse a vacacionar por ahí. Pantalones cortos cargo, remera lisa, zapatillas deportivas y una gorra. Completamente opuesto a lo que él solía vestir. Alex había deseado que no fuera porque solo así podía tener la esperanza más viva de que quizás estaban equivocados. Que solo era una broma de algunos chiquillos del vecindario. Deseaba que así fuera. Sin embargo al ver su rostro comprendió que algo estaba pasando, pero a la misma vez, le agradó enormemente tenerla frente a él.

El ruido constante del reloj en la pared incrementaba su ansiedad, le echa un vistazo rápido con el más puro deseo de poder romperlo contra el piso. Su anhelo por aminorar la ansiedad, que parece esparcirse cada vez con más rapidez por todo su cuerpo, es arrancado de raíz cuando su voz irrumpe.

— ¿Y bien? ¿Has podido encontrar algo? —pregunta, imaginándose la respuesta.

—Lo que tengo que decirles...— comienza con la voz ronca por las emociones y baja la mirada a sus manos temblorosas. Al cabo de unos segundos alza la cabeza, demostrando firmeza—No será nada fácil decirles esto, ni tengo ilusiones de que lo tomen a bien. Probablemente no querrán verme más o incluso me odien de por vida, y lo aceptaré. Sin embargo no aceptaré que tomen ninguna acción premeditada o de lo contrario deberé tomar medidas tan drásticas como necesarias.

Máxima Traición✔️(En edición)Where stories live. Discover now