C a p í t u l o 39

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Recojo mi pelo en lo más alto de mi cabeza y me dispongo a prepararle el desayuno a Noah antes de irme a trabajar. Estoy tan de buen humor que no he dejado de cantar la canción que suena en la televisión, ni mucho menos dejé de moverme al compás de la música. Diana al pasar junto a mí me mira extrañada.

—Alguien se levantó de humor— sonríe socarronamente.

—Dormí bien, es todo— digo sin dejar de batir el desayuno.

—Mmh, ¿segura que es solo eso? — enarca una ceja.

—Claro. ¿Qué más?

—Gael— dicen ambos observándome con obviedad en sus miradas.

Sonrío negando, algo avergonzada.

—Están alucinando.

El timbre resonó por toda la casa, Diana va hasta la puerta y se encuentra con un repartidor.

—Tengo una entrega para Natalia— declara el joven moreno leyendo su guía.

—Soy yo — indico, acercándome algo curiosa y confusa.

—Firme aquí— señala el lugar y lo hago— que tenga buen día— se despide.

Deja una caja negra delicada de tamaño mediano con un moño dorado como atadura. Todos nos miramos extrañados.

—Qué presentación... — dice Diana asombrada.

Abro deslizando una punta de la tela del moño y al levantar la tapa que quedo deslumbrada. Un bello, elegante y claramente costoso vestido color índigo es expuesto ante mis ojos. Una exclamación de asombro sale de nuestras bocas al verlo por completo, era precioso.

—Hay una nota— señala Noah mirando el interior de la caja.

Diana es más rápida y la agarra leyendo.

—Mmh— me sonríe— Gael— le arranco de sus manos la nota— Creo que alguien te quiere en su fiesta esta noche.

— ¿Yo puedo ir? — pregunta Noah.

—Aún no se si quiero ir— respondo, tomando todo en mis manos y yéndome a la habitación.

— ¿Y mi desayuno?

Cierro la puerta y me siento sobre la cama.

"Llevo más de media hora pensando en que escribirte sobre este blanco papel, reviviendo todas las emociones abrumadoras que me provoca el solo pensar en ti. Desde el primer día que te vi supe que había algo extraordinario en ti, algo que nunca había visto en alguien y algo que de seguro jamás volveré a tener la fortuna de hallar. Me lamenté cuando creí que ya nunca volvería a verte, pero el destino decidió darme una segunda oportunidad cuando te puso nuevamente en mi camino, y no iba a desaprovecharla. Estoy enamorado de ti, preciosa, como nunca antes lo estuve. Cada vez que estás conmigo logras hacerme volar aun con los pies sobre la tierra y quiero que ese momento jamás se acabe. Pero son solo eso: momentos. Momentos que culminan con las sonrisas y las miradas, pero nunca el latir de este tonto corazón cada vez que recuerda cada una de ellas. Espero que esta noche sea uno de esos momentos en el que nuestros corazones latan al unísono, donde nuestras miradas jamás se separen y las sonrisas no se acaben.

PD; elegí ese vestido azul índigo porque creo que combinaría perfecto con el color de tus ojos."

GAEL

Suspiro llevándome al pecho la nota sonriendo como una niña tonta.

**

Natalia entra por las dos enormes puertas de una de las salas del hotel que dos grandes y corpulentos guardias le abren. Les agradece con un asentimiento y camina al interior de manera tímida. La primera persona que se le acerca es Susan.

Máxima Traición✔️(En edición)Where stories live. Discover now