Caught in a lie [Esquizofrenia] Yoonmin

14|| Rubio de color carmesi.

Rubio de color carmesi.

"El sistema te está corrompiendo, no por eso vas a olvidarme ¿verdad?"

Las rosas blancas complementaban el entorno ante sus ojos, tanto debajo de sus pequeños pies hasta los arbustos de rosales que veía de manera recta señalando el camino hasta un bello amanecer.

Completamente vestido de blanco, sus pequeñas manos tocaron su rostro para percatarse de que esto no era un sueño. No sabía si lo que veía era real, sus manos no sentían el tacto sobre su piel pero tenía ese sentimiento, ese sentir de que lo que estaba viviendo pertenecía a sus recuerdos, de alguna forma ya había visto este camino de rosas antes y está sensación de un amargo dolor sobre su pecho aumentaba extrañamente en su interior.

Un joven de cabellos oscuros lo observó detenidamente al final del camino, era alto, de mirada intimidarte y un tono de piel grisáceo, preocupante, le daba la sensación de que la muerte estaba sobre el. 

El chico oscuro al final del camino no dijo ni una palabra, camino de forma recta hacia los jardines, el pequeño rubio vestido de un blanco puro y perfecto corrió hacia donde iba el chico de las sombras, a medida que avanzaba sentía elevarse sobre sus pies, todo empieza a verse tan alto y distante.

Empezó a crecer.

A la mitad del camino ya no parecía ser el mismo. Tenia espalda ancha y recta, músculos tonificados y unos hermosos labios de color carmesí. Jimin había crecido y en un par de pasos ya era un adulto ¿Cómo era eso posible?.

Siguió el camino de su acompañante pero se percató de un camino carmesí que había dejado tras de el, gotas espesas manchaban el camino, tal parece el chico de las sombras estaba sangrando.

Jimin prosiguió a seguir el rastro carmesí sobre la tierra clara bajo sus pies, luego de perder el rastro noto que la sangre estaba sobre las rosas blancas que antes poseían pureza, observó un pequeño huerto lleno de plantas que pintaban el entorno de un vibrante color verde. Se adentro para encontrarse frente a frente con aquel chico.

El chico sombrío le sonrió tiernamente ofreciéndole su mano, el rubio la acepto y se acerco un poco más a él, al verse fijamente ambos sonrieron con ternura.

—Hiciste falta en la gran casa, ¿Sabes?. —Dijo con una voz áspera y grave pero al mismo tiempo tentadora y dulce— Pero ya estas aquí y no importa cuántas veces se repita, no me canso de verte crecer...

—¿Que es este lugar?. —Pregunto Jimin, lleno de preguntas.

—Eres tu. —Dijo el otro con una bella sonrisa.

—¿Disculpa?.

—Son tus sueños, tus recuerdos, tus vidas pasadas ¿Deseas mirarlas?. —Dijo acercando su nariz tiernamente a su cuello.

—Yo... ¿Estoy soñando?.

—¿Que es un sueño?, ¿Que es la realidad? No puedo definirte lo que es real ante tus ojos y ante tu mente, tampoco deberías hacerle caso al mundo, ellos ven lo que desean ver... —Acaricio la cabellera rubia de su menor sin sentir el tacto de aquella— ¿Sabes lo que para mí significa una rosa Jimin?... Belleza, pureza y apariencia perfecta, al mismo tiempo sus espinas lastiman a todo lo que toque o se aproxime a tocarla todo lo que este dispuesto a tocarla, a herirla... Tú eres esa rosa. —Le dio un pequeño ramo de cinco rosas en sus manos

Jimin sonrió para si mismo al sostener el hermoso ramillete entre sus manos pero su sonrisa se desvaneció cuando un ardor se propagó en su estómago. Al levantar la mirada Jimin noto que aquellos dulces ojos carecían de vida, todo en el gritaba que la muerte estaba presente. 

Jimin bajo su vista y noto la mancha de sangre sobre la tela blanca que se esparcía rápidamente sobre su abdomen y que ahora manchaba completamente las rosas en sus manos, el mayor lo había apuñalado con una daga oscura y reluciente

—Y yo seré esas espinas... Lo lamento.

Despertó.

Jimin miro alrededor de su habitación buscando respuesta de lo que había sucedido, su corazón latía rápidamente y su labio inferior temblaba con rapidez. Se quitó las sábanas entre su pies y corrió al espejo a un lado de su pequeño clóset, seguía igual, mismos ojos, misma estatura y ninguna mancha de sangre sobre su estómago.

Todo había sido un sueño.

Él seguía siendo un niño.

Cada vez los sueños eran más repetitivos y frustrantes, con la misma sombra, con el mismo temor recorriendo sus finas y corrompibles venas.

Aveces era un niño, otras veces un bebé y muy raras veces un adulto, uno de bellas facciones y ojos oscuros como la noche más tenebrosa.

Min YoonGi jugueteaba con su mente hasta corromperla, como un niño con un juguete nuevo del que muy pronto se aburriría.

Acarició su cabello y paso frustradamente sus manos sobre su rostro, ¿Esta soñando? ¿Esto es real?.

—No quiero vivir atrapado en un solo sueño, no quiero vivir atrapado en una mentira...

Darkside.