Caught in a lie [Esquizofrenia] Yoonmin

83|| Hijo de la luna.

PASADO.

—Cuando nadie veia, cuando las praderas perdieron su color y los cielos sus estrellas, un gran guerrero fue en busca de respuestas. —Narró la mujer mientras hacia trazos en la hoja de papel— El joven guerrero venía de tierras lejanas, era un extraño en una lugar que no le pertenecía y todos han de temerle a lo nuevo, lo que no conocen. El pueblo que más rápido fue advertido ante la llegada del guerrero creo equipos de vigilancia, gritaron "Si el intruso a de entrar ¡Sus ropas hay que quemar!" Entonces prendieron sus antorchas, sacaron sus espadas y quedaron a la espera del joven viajero.

La mujer dibujo un hermoso bosque lleno de árboles y flores bajo la luz nocturna.

—Una hermosa chica de piel suave y ojos claros salía cada noche a las afueras del pueblo, directo al bosque donde nadie podía encontrarla. Ella se sentaba en el pasto a ver las estrellas, agradecida por poder observarlas pero algo extraño ocurrio esa noche...

—¿Que paso?. —Pregunto el pequeño que cada vez se adentraba más en la historia que contaba su madre.

—Las estrellas bajaron a la tierra, todas se sintieron atraídas por una fuerza mayor en el bosque, la chica se sentó y solo observó como las estrellas daban vueltas alrededor de ella e iban a lo más recóndito del bosque, ella las persiguió ¿Y que encontro?. —La mujer saco un puño de brillantina y la tiro hacia arriba, pronto ambos estaban cubiertos de brillo y el pequeño intentaba atrapar lo que caia como si de verdaderas estrellas se tratara— El joven guerrero del cual todos hablaban, estaba cubierto de las estrellas, su armadura brillaba de pies a cabeza. Tenia el cabello blanco al igual que su sonrisa, la cual mostró apenas sus ojos fueron a parar en aquella dulce desconocida. Ella supo de inmediato que su pueblo esperaba la llegada de este chico desconocido, ella le dijo "No estás seguro aqui, debes descansar, ocultarte en el bosque" ambos corrieron a lo que parecía ser una pequeña casa en las montañas, donde nadie podría encontrarlos. Con el paso de los días y de las semanas, ambos apodaron a esa casa como un hogar, se conocieron, se enamoraron y vivían del calor del otro.

—El príncipe conoció a su princesa.

—¡Exactamente! Pero los habitantes del pueblo estaban preocupados, el desconocido invasor no llegaba y aquella muchacha seguía desaparecida, tomaron sus armas y se dirigieron hacia el bosque.

—¡No!. —Grito el pequeño asustado.

—Tomó tiempo pero lograron encontrar la casa en el bosque, el lo supo y mando a su amada a esconderse "No dejaré que te vayas, ¡No quiero que te lastimen!" El intento calmarla pero ella se aferraba a sus brazos y decía "Podrías morir si te encuentran, ellos no entienden quien eres realmente, no les importara si nos amamos o no" el chico se volteo quedando frente a la chica para decirle "La muerte es el camino a una nueva historia que tarde o temprano todos conoceremos, si he de morir este día, si debo dejar este mundo para cuidarte, lo haré... Porque hoy y siempre la luna será testigo de cuanto te amo" Sin más, las puertas de la casa fueron azotadas una y otra vez. Su amado le rogó que se quedara adentro y al salir, recibió a todos aquellos que lo odiaban como si fueran viejos amigos.

La mujer saco una pequeña cajita de metal con incrustaciones de diamantes a lo cual su pequeño se mantuvo curioso.

—Ese dia, las estrellas abandonaron la tierra y volvieron al cielo. El chico de armadura brillante murió, volvió a su casa en el cielo dejando sola a su amada, dándole una nueva razón para esperar la noche y adentrarse al bosque a esperar a que el volviera... Una de esas tantas noches de espera una estrella fugaz cayó en el lago. Ella corrió, mojo sus pies en el agua fria para tomar lo que había caído del cielo... Una pequeña caja de diamantes como esta, dentro había una carta y un hermoso collar en forma de luna, recordandole la promesa que había hecho el guerrero de que su amor viviría para siempre y la luna era testigo.