Caught in a lie [Esquizofrenia] Yoonmin

38|| El embrujado.

El embrujado.

Entrando a la mansión pude sentir como era arrastrado ante la nostalgia, es como si hubiera Estado aquí antes. Cruzando la enorme puerta de madera de la entrada me tope con un enorme salón principal, al frente una gran escalera de madera que te guiaba al piso de arriba por el lado izquierdo y el derecho. El lado derecho estaba intacto mientras que el derecho estaba hecho trizas, escombros se acumulaban a su alrededor al igual que los trozos de cristales y mármol.

Decidí tomarme la libertad de apreciar la belleza del lugar, habían pinturas colgadas, de hombres y mujeres pero todas estaban desgarradas donde sus rostros deberían estar, más que un accidente parecía hecho por maldad, como si una bestia buscara venganza ante sus almas.

Puse mi mano sobre el barandal de la enorme escalera de color caoba, estaba cubierta por una alfombra que cubría cada escalón. Mientras avanzaba sentia una extraña calidez, el guiar mi mano al caminar por sobre ese barandal, la sensación de nostalgia vuelve a mi.

A medida que subía podía escuchar susurros, personas murmurando a mi alrededor y como una brisa en medio de la tormenta, aquellas palabras llegaron muy cerca de mi oido, tomandome desprevenido...

—¿Te quedaras conmigo para siempre?. —Aquella voz lo hizo temblar.

—Nunca te dejare, mi sol. —Contestó otra voz ronca y necesitada. Sentí un cálido aliento sobre mi oreja, como si alguien estuviera a mi lado.

Voltee, observe mi alrededor pero la única persona aquí era yo.

No había nadie.

Nadie más esperando por mi.

—Si no lo ves, no es real Jimin. —Dije para mi mismo cerrando los ojos con fuerza y aferrandome al barandal de madera— Si no lo ves... No es real.

Avance poco a poco hasta el final de los escalones para toparme con un extenso pasillo. Pisos madera rustica, papel tapiz oscuro que llevaba consigo marcas oscuras, como cenizas, aquellas marcas se asemejaban mucho a las de las pinturas, como enormes garras en las paredes.

Caminando y observando a mi alrededor note sutilmente como todas las puertas tenían perillas madera menos uno, había una puerta con una dorada. Decidí tomarla para girar la y adentrarme en la habitación, no había nada fuera de lo común, todo estaba intacto, con una pequeña capa de polvo sobre los muebles y el suelo.

Camine por la habitación hasta la ventana, observando el enorme jardín de rosas que nos rodeaba. La niebla bajaba hasta los rosales y los árboles del bosque, se veía tan triste. Observe la comoda a mi izquierda, habían anillos, corbatas y perfumes que parecían ser de muy buena calidad.

—Para ser una casa embrujada me sorprende que nadie tomará esto...

Tome uno de los perfumes entre mis manos y decidí meterlo dentro de mi chaqueta, han pasado siglos desde que alguien vivió aquí, imagino que no importara si me llevó algo ¿No?.

Segui revisando y note que frente a la chimenea habían trozos de porcelana rota, también papel hecho pedazos.

Al Fondo del cuarto, al lado izquierdo de la cama había una puerta que he de suponer se trataba del baño, a la derecha se encontraba un gran clóset cubierto de una fina capa de polvo. Abri ambas puertas y todo cayó bajo mis pies; libros, pinceles y lápices hechos pedazos.

Tome entre mis manos uno de los libros, de color rojo, al abrirlo todas las páginas estaban en blanco.

Menos la ultima.