71|| El Rojo.

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"Quien soy ahora es tu culpa".

¿Realmente era su culpa?.

Alejarse de Tae no fue una decisión simple pero tenía que hacerlo, ya no era fácil para el guardar tantos secretos a sus padres, amigos y conocidos. Decidió dejarlo por miedo a que en algún momento algo peor pudiera ocurrirle.

Más que un juego de niños era un trato con la muerte, con el perverso sentimiento de opacar toda equivocacion que atormentada a su memoria, Jungkook no quería formar parte de algo semejante.

"Yo si decidí quedarme".

¿Deberia sentirse mejor al respecto? Taehyung fue quien inicio esto desde un principio, de el fue el plan para que el menor tomara la iniciativa de matar a la chica, sin embargo, Taehyung tiene razón en algo y es que nadie lo obligó a matarla.

En ningún momento lo obligó a hacerlo ni mucho menos, con el impulso y las palabras que lo inundaron de enfado fue que el tomó la iniciativa de enterrar el cuchillo, una y otra vez.

Pero extrañamente... Se sintió bien.

Como el cuchillo con tan solo el mínimo esfuerzo enterraba su filo en la piel, como al sacarlo podías sentir desde el mango el movimiento de la carne y el órgano interno que fue penetrado. Clavar el filo en todo su abdomen, en todo su pecho, creando aberturas lineales tan precisas.

Y cuando estaba a punto de enterrar el cuchillo en su cráneo solo para saber ¿Que tan difícil sería penetrar su cabeza? Se dio cuenta de todo lo que estaba haciendo.

La sonrisa se convirtió en terror y los ojos amenazantes se ahogaron en lagrimas. ¿Que demonios le había ocurrido? El cuchillo cayó al suelo forzando un estruendo pero lo unico que llegó a oir cuando cayó fue el pequeño sonido de un alfiler.

Sus oídos estaban nublados, sus ojos más que claros de lo que observaban, era imposible tan solo el considerar que el pudo haber causado eso.

Pero lo más horrible fue que al voltear observo rápidamente el rostro de Tae sonriente, ahí supo que todo había sido intencional por su parte desde un inicio.

Ahora no sólo era un esclavo ante las amenazas de Tae si no ante sus propios pensamientos, hay momentos en los que sueña o incluso puede verla parada frente a el. Días en los que va caminando y ve el rostro de Nayeon amenazándolo firmemente con la mirada ¿Se estará volviendo loco?.

Ahora es obligado a estar junto a Tae como un perro callejero, siguiéndolo a donde sea que vaya, incluso si se descuida y va solo a alguna parte Tae se las arregla para encontrarlo y llevarlo a su lado.

Toda una tarde sentados en las mesas de un viejo restaurante, viendo como todos se iban y dejaban algo de propina para los meseros. Tae no le había dirigido la palabra luego de aquella confesión y Jungkook tampoco se molesto en tomar la iniciativa, de vez en cuando veía como Tae tomaba la botella de vino y se servía hasta el tope de la copa de cristal, fueron tantas las veces que se acabó la botella y el seguía como si nada, se notaba que tenía una gran tolerancia al alcohol.

La plaza frente al restaurante donde estaban sentados quedó vacía, ¿Para que quedarse más tiempo?.

— Ya comimos, ya tomaste todo lo que ibas a tomar ¿Cuando nos iremos a casa?. —Pregunto Jungkook decaído.

— Aveces me pregunto si eres idiota o es una costumbre... —Se quejó Taehyung— ¿No escuchaste lo que le pregunte a la camarera hace rato? Le dije que quería ver al chef y hasta que eso no pase, no nos iremos de aquí.

— Eso fue hace dos horas, dos horas viendote tomar una botella entera sin propósito alguno.

— Tomó vino tal y como la gente toma agua, con regularidad, verme o no verme es tu desicion, nadie te obligó a hacerlo pero es comprensible ¿No puedes quitarme el ojo de encima? ¿Tanto me deseas?. —Interrogo de manera pícara a lo cual Jungkook sintió todos los pelos de su piel erizarse.

Caught in a lie [Esquizofrenia] Yoonmin Where stories live. Discover now