Intentar seguir haciendo lo correcto

1.8K 263 92
                                    

Nota de Autora:

¡No corráis a leer el capítulo sin leer esta nota jajaja como si lo viera!

Tengo una buena noticia... ¡Se viene capítulo largo! Y otra aún mejor, actualizo porque hoy estoy muy feliz porque... ¡CAZADORES ES UNA DE LAS HISTORIAS DESTACADAS DE FANTASÍA EN EL MES DE JULIO! Así que quería premiaros de alguna manera porque estoy sería imposible sin vosotros.

¡GRACIAS! 

Ahora sí, a disfrutar del capítulo ;) 

pd: Recordad que es un borrador y puede haber algunos errores y también que... ¡No leáis sin la música!

***********************************************************************************************

Sentía el aire llenar mis pulmones. Pausado. Mis movimientos se sucedían rasgándolo, desafiando las leyes del universo y, como ya era costumbre, con el tiempo en mi contra.

Cara de póker y una vieja espada blandiendo en mi mano.

A la velocidad del viento alcancé el acantilado y me arrojé al vacío.

Había fracasado en esta parte varias veces.

Pero eso no pasaría más, porque en mi mente tenía el recuerdo perfecto para liberar a la bestia.

Invoqué aquellas imágenes en mi memoria. Y se conjuraron en mi corazón como heridas abiertas que nunca sanarían.

Las llamas devorando cada mísero vestigio de cuanto había amado. Y, entonces, solo entonces, sentí mi interior partirse en pedazos. Desdoblarse. Y la bestia fue liberada. Doblegada a mi voluntad. Y mis dos almas separadas por completo.

Todos llegamos a este mundo como seres indivisibles hasta que la realidad nos parte a golpes, escindiéndonos, desmigajando cada retazo de las dos almas que nos componen. Después nos entregamos a la espera de una tercera que habrá de reunificandonos. Para vivir completod el resto de nuestra vida, hasta que Ella regrese a por nosotros.

Y esa es la verdad. La verdad de los cazadores.

Esa verdad por la que me encontré, de un momento a otro, sobrevolando las lejanas costas de Aldorm, a lomos de un espectro de fuego ancestral, cabalgado por mi versión humana.

Aquella hermosa criatura no era más que un espíritu. Fuerte, corpóreo, y valiente. Que desde esa noche y por el resto de mis días viajaría conmigo allí donde fuera, dentro de mí o materializado como mi corcel cuando así lo necesitase. Tan real como que yo era el hijo de la muerte.

Atrás quedaron los demonios que me apresaban.

Y perseguí al sol para alcanzar, al fin, la orilla de los vivos, allí donde me esperaban los túmulos y monumentos funerarios que los primeros guardianes elogiaron a aquella baldía y olvidada tierra, el desierto de Aldorm, hogar de los primeros hombres y escenario del pacto que ató la existencia de los cazadores a los humanos.

Rocé el mar con mis dedos, haciendo caer al espectro hasta acariciar su superficie.

Era la primera vez que mi alma no me controlaba tras la transformación.

Mi alma humana había logrado domar a la bestia, ahora, un arma poderosa en igualdad de condiciones con la persona que siempre había sido, y con la oportunidad de materializarse, volviéndose tan tangible como mi espíritu humano.

SLADERS (II). LA LLUVIA DE FUGACESWhere stories live. Discover now