3- Mi corazón solía estar lleno de odio y resentimiento

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

Voy a contarte un relato, voy a contarte una historia.

Escucha mis palabras y deja que tu cuerpo colapse entre mi voz acurrucante.

Voy a contarte una tragedia, una noche y una vida.

Pandora.

Pandora es quien da sentido a esta historia.

Pandora.

La noche en la que todo cambió.

Pandora.

La liberación de Pandora, para algunos una condena, para otros la gratitud.

Y unos cuantos, su salvación.

Pandora.

Curiosidad divina que se paga con castigos.

Obstruyendo mi rayo de luz, mi firme palabra.

Oh... a ti que me escuchas entre mis lamentos, ven y destiérrame de este tormento.

Oh, tú de ojos decaídos y labios hermosos como tu alma, ven y libérame.

Por favor, considera la condena como mi salvación.

Pandora, Pandora...

Una caja...

Una salvación...

Amy Winston.

Amy Winston.

—¡Amy Winston! —exclama Eleanore con una firme y gruesa voz pese a su feminidad

Inmediatamente Amy levanta el rostro del pupitre de manera brusca, carraspea con nerviosismo y aprieta constantemente sus párpados para recuperar la conciencia.

—¡Estoy despierta! ¡Lo estoy señorita Roosevelt!

Eleanore se inmuta ante sus comentarios, con ese semblante serio que desde siempre la ha caracterizado. Acaricia ligeramente la pasta dura del libro entre sus manos.

—Excelente—añade Eleanore sin expresión alguna en su rostro y mucho menos en su voz—¿Sería tan amable entonces de repetirme lo visto hasta hace apenas unos minutos?

—Es...—Amy traga saliva en seco, sintiendo como un escalofrío recorre su espina dorsal ante la mirada profunda y oscura de la señorita Eleanore—Pues...

—No balbucee y conteste mi pregunta o me veré obligada a expulsarla de mi clase

—Ahí va—murmura Kant—un asesinato con la mirada por parte de Roosevelt, ¿por qué no me sorprende?

—No seas tan cruel—responde Bianca—si te escucha seguro que igual a ti te saca de la clase

—Pues no lo hace, su mirada está pegada al cuerpo de Amy, se lo dijimos y no entiende...

—Silencio ustedes dos—interrumpe Henry

—Ya habló Romeo—Kant dice burlón mientras recarga su codo sobre la butaca y su mentón sobre sus nudillos. Dedicándole una mirada cretina. —¿Por qué no la salvas entonces? A tu adorada Julieta

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Where stories live. Discover now