74- No olvides el canto del maestro LangXian

111 16 5
                                    

Antes de que él dejara caer sus largas pestañas para terminar con ese beso, una sombra se le abalanzó encima y lo aventó contra una columna. Los ojos escarlatas brillaban con furor, le golpeó el rostro una y otra vez. Mefistófeles escupió sangre tan negra como el petróleo y sonrió.

—Lo siento Dante... no pude resistirme

—Primero fue Elpis y traté de entenderlo, después fue Henry... y también traté de entenderlo... sin embargo, ahora... ¡NO QUIERO QUE PONGAS TUS ASQUEROSOS Y MALDITOS LABIOS SOBRE MI CHICA! —y le dio un rodillazo que lo hizo doblegar

La apariencia infernal de Dante era tan grotesca como cuando Amy lo conoció por primera vez. El torso descubierto con cicatrices, del torso para abajo resultaba oscuro con garras en los pies, incluso la cola que se extendía por todo el suelo. Dante no le dio oportunidad alguna a Mefistófeles para atacar, siguió arrojándolo contra los troncos y exclamó furioso.

—Ella es y siempre será para mí... ¡NO TIENES LUGAR ENTRE LOS DOS!

Mefistófeles estalló en carcajadas, se dispersó como niebla y lo golpeó por la espalda. Le rasgó los costados de su torso y también las piernas. Ambos luchaban con total furia, pero Mefistófeles se burlaba a medida que lo hería.

Cam llegó de inmediato, estaba llena de rabia y en cuanto miró hacia Amy estuvo dispuesta a atacarla. Sin embargo, escuchó el crujido de los árboles siendo derrumbados, el cuerpo de Henry había sido disparado hasta donde estaba el templo.

Henry había estado desesperado buscando a Dante por todo el bosque, el problema había comenzado en cuanto su angustia se incrementó, había sido tanta que no midió la fuerza de sus actos y comenzó a quitar múltiples árboles de su camino. Sin embargo, se detuvo en seco cuando se encontró con unas criaturas hechas de tierra, estaba confuso pues no sabía qué tipo de demonios eran esos. Se vio sorprendido cuando los ojos de esas criaturas liberaron flamas violetas y dejaron salir risas macabras, en cuanto reconoció esa risa su piel se erizó por completo.

¡Su aura había atraído al príncipe Bástian!

La grieta en el suelo se hizo tan grande que de ella se arrastró un cuerpo rodeado de flamas magentas. Severamente atacó a Henry, aunque él quiso huir fue alcanzado rápidamente por los ataques del hermano menor de Arthur.

—Literalmente vine buscando cobre y encontré oro...

Dijo Bástian con una sonrisa en cuanto llegó al templo y vio a la mayoría de demonios de Pandora reunidos, no solo eso, sino también a Amy.

—¡Henry! —dijeron Alanis y Donovan al unísono, ambos habían escapado a duras penas de la fosa

La tierra estaba siendo desprendida y unas cuantas piedras se elevaban, la energía de resentimiento cada vez era más brutal y estaba escapando desde su raíz para llegar al cuerpo del maestro Lang. El caos por fin estaba llegando en un punto crítico, especialmente porque la luna de sangre ya había comenzado desde hacía unas cuantas horas.

—Mi hermano Arthur realmente estará feliz con sus cabezas... todos y cada uno de ustedes colgados en la pared, ¿No es enternecedor?

Dante fue arrojado por Mefistófeles de nuevo contra las columnas, Henry rápidamente se aproximó hacia él y los demás temblaron del miedo. La presencia de Bástian era tan temida y no había escapatoria, si él llegaba a llamar a sus hermanos, estaban perdidos. Donovan no estaba dispuesto a caer tan fácil, por lo que inmediatamente junto con Betzabeth y Alanis comenzaron a atacarlo. Mefistófeles estiró su mandíbula, iba a terminar con Dante, pero Henry se interpuso y ambos lucharon ferozmente.

—¡Sánala! —exclamó Henry hacia Cam, deteniendo las cuchillas de niebla con ambas manos

—Pero príncipe

—¡HAZLO YA!

Y Cam corrió hacia donde Amy, puso sus dedos sobre la frente de ella y después en su pecho, realizando una técnica de acupuntura. El veneno salió de entre sus labios. Finalmente Amy recuperaba su color. Tosió varias veces y abrió los ojos con dificultad. Cam estaba llorando sobre ella.

—Lo lamento tanto Amy, lo lamento mucho... pero... estoy aterrada —sollozó. —¿Qué va a pasar... qué va a pasar si somos encerrados de nuevo? ¿Elpis va a odiarnos? ¿Nos castigará y someterá a algo severo? Yo... y-yo no quería convertirme en esto Ames... solo quería dejar de esconderme todo el tiempo

—Cam... descuida... todo estará bien

—No, no lo está... mira a tu alrededor, el mismo apocalipsis está sobre nuestras cabezas y nada puede detenerlo

Cam le ayudó a ponerse en pie, inspiró profundo y secó sus lágrimas. Si Henry le había instruido que la sanara es porque había una muy buena razón. Ambos hermanos Neberus yacían luchando contra Mefistófeles, sin embargo, en una risa maligna que causó ecos en todos lados, se escabulló en medio de toda la niebla oscura que el mismo bosque estaba produciendo. Dicha niebla los cegaba a todos, no podían hacer más que oír el crujido a sus costados o las aves graznar.

Mefistófeles vio la silueta esbelta de Dante indefensa y esbozó una sonrisa de oreja a oreja. En un gran impulso se aproximó hacia él. Hizo de su mano enorme, e incrementó el tamaño de sus afiladas garras.

Miró exactamente en donde estaba su corazón.

Se echó a reír diciendo...

"Adorado sea el príncipe menor..."

Y entonces...

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Where stories live. Discover now