29- Un ángel de luto que gozaba de la crueldad

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

El corazón de un demonio es un órgano sumamente sensible, ¿Por qué? No es el hecho de quitárselos lo único que podría dañarlos severamente, es más que eso.

Son seres sin nada de empatía por lo que los rodea, pues siempre han vivido entre infortunios. Son seres despreciables, sin una pizca mínima de compasión.

La calidez del afecto les hace sentir miedo, porque es una emoción lejana al odio que ellos conocen.

¿Qué podría destrozar por completo el corazón de un demonio? No solo el hecho de apuñalarlo, sino de destruirlo por completo desde el interior al jugar con éste. Tenerlo y luego desecharlo como papel maltrecho. Una vez que sienta el afecto, hay que herirlos de gravedad para que ellos mismos mueran. Se condenen y sufran.

Tienen que tener en algo en que creer o aferrarse, para que después ese algo los desilusione lo suficiente como para matarlos. ¿Será ese el verdadero miedo de los demonios?

¿Enamorarse de verdad? Y literalmente, a causa de eso...

¿Morir de amor...?

~*~

Cuando Dante salió, Amy fue tras él. Se había alejado lo suficiente y perdido entre la maleza de un bosque cercano. Ella llamó continuas veces a su nombre, buscándolo sobre las ramas de los árboles y por tierra. Estaba cansada y con el corazón palpitando fuertemente.

—¡Dante! ¡Regresa! ¿¡Estás bien!?

Pero no obtuvo respuesta.

Caminó de un lado a otro, mirando de arriba hacia abajo y viceversa. Suspiró frustrada sin comprender nada. Sabía que Dante dejaba salir ciertas palabras incomprensibles al aire, no era la primera vez que reaccionaba asustado ante su propia boca. Aunque ella casi podía jurar que incluso en sus sueños lo escuchó decir otra palabra, pero no estaba segura.

—¡Dante! ¿¡Por qué te has puesto así!? ¡No voy a decir nada si eso es lo que te preocupa!

Resopló frustrada, avanzando lentamente entre el bosque. Saltaba un par de troncos y volvía a llamarlo. Se estaba dando por vencida hasta que el ruido de una rama crujiendo en la lejanía le devolvió la esperanza de que era él. Suspiró y esbozó media sonrisa.

—Hey Dante, ¿Qué diablos ocurre contigo? Me haces perseguirte cuando todo está tan oscuro

Sin embargo, nadie respondió.

—¿Dante? Deja de jugar y volvamos a casa ¿quieres?

Su corazón dio un vuelco enorme en cuanto se percató de que una sombra la estaba observando en total silencio, detrás de los arbustos. Miró hacia sus pies y peor fue su sorpresa, pues dicha sombra estaba flotando. Empalideció rápidamente cuando aquel ser dejó al descubierto el brillo de sus ojos, era de un turquesa profundo y llamativo.

—Eres tú... —replicó Amy en voz baja con las pupilas dilatadas

Amy sintió un escalofrío en su espina dorsal, era como revivir el pasado cuando ella había visto a sus padres muertos, calcinados en su mayor parte y frente a ella esa sombra de ojos siniestros e inexpresivos.

De manera muy sutil aquel ser comenzó a reír. Era elegante y al mismo tiempo malévolo, tenía gracia inmensa de ser alguien frívolo pero perspicaz. Sin previo aviso, la neblina se esparció hasta llegar hacia ella, buscaba cegarla de todos los puntos posibles. Seguido de eso, varios aguijones hechos a base de niebla oscura y espesa se dispararon con ferocidad hacia ella. El corazón de Amy palpitaba con fuerza al escuchar como algo se acercaba hacia donde estaba, pero no podía ver nada y mucho menos protegerse.

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang