28- Flamas azules, emblemas destrozados y cientos de corazones rotos

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

Amy abrió los ojos de par en par y miró hacia él. No tenía una expresión que causara certeza en ella, de si estaba triste, melancólico o peor. Aun así, asintió con lentitud y Dante se acercó hacia ella para recostarse. Los ojos carmesíes de él brillaron de nuevo en cuanto la miró fijamente, tragó saliva con dificultad y una vez que estuvo sobre su regazo, suspiró.

—¿Por qué lo haces? —musitó Amy

—Solo así me siento protegido... —respondió en voz baja. —¿Qué podría contarte que no fuera tan peligroso para ti? algo que no atente contra tu vida

—¿Por qué?

—Si te digo de más, Mefistófeles podría venir por ti... y no es eso lo que quiero... —suspiró. —Veamos, quizá podría contarte que cuando era niño me gustaba mucho salir de cacería y correr por los largos prados que me dirigían hacia las cascadas frías... podría contarte lo hermoso que era ver un atardecer brillante en la lejanía y sentir el calor recorrer mi cuerpo... pero...

—..., ¿Pero?

—Ya te he contado sobre ello... —replicó en voz baja. —podría contarte de la primera vez que salí de la caja y todo era muy nuevo para mí... podría contarte de aquella noche que sentí el pánico cuando perdí a mis compañeros o... no lo sé, contarte sobre la intriga en cada rincón de esta tierra

—Háblame de Elpis... siento que ella es muy especial para ti y... no lo sé, quizá eso te haga feliz

Él esbozó una media sonrisa.

—En días fríos recuerdo mucho el calor de sus manos y la manera tan abrazadora en la que hablaba de mundos que yo desconocía totalmente...

—Dante..., ¿Tú... conoces lo que es el amor?

—Ella me hablaba tanto sobre eso, sobre el miedo, sobre la angustia y las pasiones del ser humano, lo hacía de manera tan poética y profunda, que sentí cierta envidia de que los mortales pudieran tener cosas que nosotros no... no podría decirte con certeza Amy... pero creo que llegué a enamorarme profundamente de ella día a día, no por su belleza exterior, sino por cómo era ella realmente, por esa luz radiante que traspasaba todos mis sentidos

—Ya... ya veo...

—Nunca había pensado en eso hasta el día que hablé contigo... jamás había pensado en lo que era sentir admiración o amor hacia alguien, no lo sé... —dijo al reír en voz baja. —pude haberme enamorado de ella o simplemente pude haberla admirado como un atardecer cálido, un sol abrazador o un sueño que jamás podría alcanzar...

—Dante... ¿Y qué opinas respecto a la muerte? ¿Qué hay más allá de eso...?

—No lo sé... pero tampoco quiero descubrirlo

—Es que-

—Todo el mundo tiene miedo a lo desconocido... incluso tienen miedo a un fin porque no saben si será bueno o malo. Nosotros también huimos de la muerte, aunque seamos demonios y supuestamente eternos, ¿Qué ocurre o qué vemos cuando nuestros corazones dejan escapar su último latido en esta tierra? ¿Vemos un paraíso o vemos más infierno del que ya conocemos? ¿Vamos a otro sitio o en qué lugar quedan nuestras almas? Ser feroz en el exterior no significa que lo seas también por dentro... algunos prefieren ocultar la parte más sensible por miedo al daño que nos puedan causar otros seres. Tenemos curiosidad, pero también tememos oír la respuesta... al final, lo eterno también resulta ser solo un momento

Amy se detuvo a ver el perfil de Dante, sus cejas enarcadas y la manera en la que sus largas pestañas se movían conforme hablaba. Era muy angelical cuando los rayos de la luna daban directo a su rostro, sus cabellos negros incluso brillaban y traviesamente se interponían en su frente.

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora