25- Pude haberme entristecido, pero me hiciste creer en ella también

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

La flama cerró de golpe en la perla y los pétalos se resguardaron uno contra otro. Las élites superiores se miraron entre sí, mientras que los alumnos temblaron al escuchar todas esas predicciones. Había pánico por todas partes y el silencio se manifestó por todo el templo.

Gael quebrantó aquel delgado hilo de silencio con una risa pequeña que pronto se transformó en una carcajada llena de locura. Se retorció sobre su jaula, las lágrimas salían a medida que se abrazaba a sí mismo por su estruendosa risa.

Le divertía ver el pánico en sus rostros, sentir el miedo en todo el sitio llenaba de placer cada parte de su cuerpo. Todos miraron hacia él, estaban incrédulos ante esa arrogancia.

—¿Qué es tan divertido? —preguntó con seriedad el líder de la corte, sosteniendo el cetro con su mano izquierda

—¡TODO! ¡ABSOLUTAMENTE TODO! —volvió a echar carcajadas, Farah sonreía únicamente

Ahora no parecía tener tanto miedo de ellos como antes, de hecho, escuchar el oráculo la había tranquilizado en absoluto.

—¡MALDITO DEMONIO!

—¡JA, JA, JA! —limpió las lágrimas de su rostro y miró hacia el líder. —¿Es que no lo entiendes? ¿No entendiste NADA de lo que dijo? Es el fin, estamos condenados

—¿De qué hablas?

—Todo tiene tanto sentido... todo, todo...

—¡Responde!

—Oh no, no, prefiero ahorrármelo para disfrutarlo por mí mismo

—¡QUE RESPONDAS, MALDITO DEMONIO! —se acercó furioso, señalándolo con el cetro. —si no lo haces, te juro q-

—No me apuntes con ese palo —dijo burlón. —si sabes a lo que me refiero ¡JA, JA, JA! Y no, no jures algo que no es verdad

—Eres un-

—¿Maldito demonio? ¿Un hijo de puta? Nah, esos ya son disparates

—Si no dirás nada, entonces... atente al castigo máximo que se te será impuesto

—¿No lo ves tonto? —sonrió de oreja a oreja, enseñando sus afilados dientes y las lenguas largas. —diestra y siniestra son tus respuestas... ¿Quiénes están a orillas del oráculo?

El líder abrió los ojos de par en par.

—Sí tontito... Farah y yo somos tus únicos medios para comprender todas esas metáforas que soltó esa piedra loca. Me causa tanta gracia que crean en cosas que no tienen significado alguno...

—Llega a tu conclusión, peste

—Uh, lo dices porque no me he bañado ¿Eh? Qué astuto, me agradas, me agradas... —le sonrió. —pero, es tan obvio...

—¿¡El qué!?

—Los olivos que caen de los árboles... se vuelven aceite, se transforman en sangre y vuelven a donde pertenecen, ¿Sabes a dónde?

Él quedó callado al igual que el resto.

—¡Échale tantito coco hijo!

—Insolente

—Es como el hombre... nació de la tierra y a la tierra vuelve cuando muere... los demonios derrocados haciéndose pasar por olivo perfecto vuelven al suelo en donde pertenecen ¿Sabes qué quiere decir?

Él negó con la cabeza.

—Ug, no sé porque le explico a un idiota vestido como pomposo—dijo exasperado. —¿escuchaste lo de Judas? ¿El hecho de que se multipliquen? ¡Sorpresa! —sonrió de oreja a oreja e inhaló profundo antes de despegar los labios. —Entre ustedes... hay uno o más traidores

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora