20. Pasado

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   Todo era tranquilidad en aquella casa del árbol donde tres chicos dormían, sin preocuparse de nada más que de disfrutar el fresco aire de la madrugada y el sonoro cantar de los grillos

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   Todo era tranquilidad en aquella casa del árbol donde tres chicos dormían, sin preocuparse de nada más que de disfrutar el fresco aire de la madrugada y el sonoro cantar de los grillos.

   Sin embargo, Yuuri permanecía despierto, con los brazos de Viktor abrazándole como si fuese su muñeca y la mirada en la nada.

   Las historias de terror y violencia habían cesado debido a Morfeo que alcanzó a los niños y a Viktor. Pensó en despertar a las dos criaturas menores, pues sus padres debían estar preocupados por ellos, pero no lo hizo, después de todo no era su problema.

   Era extraño, no estaba acostumbrado a socializar y mucho menos con niños, no era que él fuera ya un adulto, era solo tres años mayor que ellos pero era una edad significativa.

   No, definitivamente no podía dormir. Se liberó poco a poco de los brazos de Viktor y salió de la casa. Cerró la puerta tratando de no despertarlos y se sentó en el borde de la casa, con sus piernas colgando.

   No podía creer lo que estaba pasando, su hogar ahora era una casa del árbol vieja que no tardaría en derrumbarse y para mejorar la situación debía cuidar a dos niños. No comprendía porqué Viktor no los alejaba como al resto de las personas.

   Las dudas siguieron llegando a su cabeza, pero conforme pasaban los segundos éstas se tornaron más tristes.

   ¿Cómo estarían sus padres? El ambiente le estaba jugando una mala pasada.

   Recordó cuando era niño, su madre le daba un beso de buenas noches y le arropaba, le decía lo mucho que lo amaba y le daba todo su amor incondicional.

   Su hermana decía que él era su pequeño príncipe, le contaba cuentos que ella misma hacía sobre aventuras, reinos, dragones, etc. Amaba aquellos cuentos, le hacían dormir toda la noche y le daban tranquilidad.

   Su padre le hacía pequeñas obras de teatro con sus peluches para ahuyentar las pesadillas.

   ¿Qué había cambiado? ¿Por qué pasó de tener una familia que lo amaba a una que lo odiaba? ¿Hizo algo malo? ¿En qué se equivocó? Dio un suspiro y sus ojos se humedecieron.

   Extrañaba a su familia, extrañaba que le dieran amor.

   Tal vez sí regresaba e intentaba arreglar las cosas... ¡No! Ahora su familia era Viktor, pues la suya lo odiaba, fuera su culpa o no, era una realidad que no podía cambiar.

   Con furia limpió sus mejillas. Nunca más iba a derramar lágrimas por ellos, jamás.

   —¿Estás bien?—pregunto una voz.

   Yuuri giró la mirada rápidamente al interior de la casa, la voz pertenecía al niño, Phichit, éste se sentó a su lado mientras tallaba sus ojos, signo de que momentos antes estaba durmiendo.

Inexistente [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora