45. Miedo

239 34 19
                                    

   La puerta de la casa Katsuki se abrió, dejando ver un tímido azabache entrando

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

   La puerta de la casa Katsuki se abrió, dejando ver un tímido azabache entrando.

   No anunció su llegada ya que Viktor aún no había dado la orden de que volviese a hablar. Aunque no era algo que le molestarse, pues sus padres a penas si le dirigían la palabra, y la mayoría de las veces ya ni siquiera esperaban una respuesta de su parte.

   No había necesidad de hablar ...hasta ese momento.

   Caminó, encontrándo a sus padres en el comedor.

   —Yuuri, ya llegaste... Es bastante tarde ¿Dónde estabas?—preguntó su madre con un tono que luchaba por sonar amable.

    —...—solo bajó la mirada. No iba a romper la promesa a Viktor, y además era una buena excusa para no dar explicaciones.

    Iba a dirigirse a su habitación, sin embargo, la estrepitosa voz de su madre le hizo detenerse.

   —Yuuri ¡¿Cuándo vas a hablar?! ¡Estoy harta de que juegues con nosotros!

   —¿Qué pasa? ¿Aún está mudo?—preguntó su hermana de manera burlezca mientras salía de la cocina.

   —Esta situación me tiene cansado. ¡Dinos de una maldita vez lo que pasó!—ordenó su padre.

    —Papá no sé porque le preguntas ¿No te lo dijo la psicóloga? Tú hijo es una pequeña sucia que se metió con alguien que fue demasiado brusco.

   —Guarda silencio, Mari—fue lo único que dijo su padre.

   ¿Qué fue lo que acababa de decir?
Yuuri no era tonto, sabía perfectamente lo que quería decir con eso.

   La psicóloga debió pensar que había sido violado, pero eso no fue lo que le hizo entrar en cólera, era el hecho de pensar que de haber sido verdad a su familia le importaría muy poco, es más, lo tomaban como una burla, como un chiste... ¡¿Qué clase de monstruos tenía enfrente?!

   Olvidando por completo la promesa que le hizo a Viktor, abrió su boca, dispuesto a por fin decirle algo a esos demonios... Pero no sería tan fácil.

    Abrió su boca pero sus palabras no salieron, ya no por voluntad propia, ahora era algo más, era como su sus palabras le hubiesen sido arrebatadas.

   Intentaba decir algo pero nada salía ¡¿Qué demonios estaba pasando?!

    Asustado por lo que pasaba y aún bastante enfadado, optó por abandonar el comedor y correr a su habitación.

   En su trayecto escuchó las palabras de desprecio que dijeron sus progenitores al verlo marchar.

   Entró en su habitación y cerró la puerta fuertemente.

    Estaba furioso, aunque el miedo se hacía más fuerte poco a poco, aplazando su furia. ¿Por qué no pudo hablar? Por más esfuerzo que hacía era como si alguien le hubiera silenciado.

Inexistente [Terminada]Where stories live. Discover now