42. Muerto.

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   Ambos caminaban hacia el aula de clase

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   Ambos caminaban hacia el aula de clase. Todo estaba en silencio, nadie hablaba, parecía que no sabían que decir.

    Pero el tema de conversación pronto llegó. La puerta estaba cerrada, eso significaba que la clase ya había comenzado.

    —Aunque llamemos a la puerta no nos dejaran entrar ¿Cierto?—Yuuri asintió—Bien, entonces deberíamos dar está clase por perdida.

   Dicho eso, Otabek comenzó a caminar, alejándose.

   —¿Puedo ir contigo?—preguntó el azabache casi por impulso.

   Otabek le miró y con una sonrisa tranquila asintió e indicó que lo siguiera.

    La verdad era que no quería quedarse solo de nuevo. No tenía la certeza de que sus abusadores hubieran entrado a clase, podrían estar rondando por los pasillos y si lo encontraban no tendría la misma suerte que antes.

   Ambos caminaban, Yuuri siempre iba detrás, por más que Otabek se detenía para ir a la par, él se apartaba nuevamente.

    Llegaron hasta a la azotea. Las escaleras eran largas y no tan grandes, tal vez por ello pudo llegar ahí la última vez pese a no tener sus gafas.

    Finalmente llegaron, la vista, la cual ahora sí podía apreciar con sus gafas, le pareció bastante aburrida, no había más que edificios y casas, además el humo no hacía más que contaminar el ambiente aunque ¿Qué importaba? Realmente el mundo le daba completamente igual.

   —Te gusta este lugar ¿Cierto?—preguntó, siguiendo a Otabek, quien se posicionó en la orilla.

   Era claro que le gustaba, ya que ahí lo había conocido, pero necesitaba romper el silencio.

   —Un poco, quizá... Me gusta la vista, es bastante relajante ¿No lo crees?

   Yuuri frunció ligeramente el seño.

   —¿Relajante? Me parece bastante gris. No hay nada interesante, todos los edificios son exactamente iguales, al igual que los árboles. No hay nada emocionante ahí.

    Otabek apartó la vista del frente y la dirigió hasta el azabache, su opinión le había llamado la atención.

   —Tu percepción habla mucho de como te sientes.

   —¿De qué hablas?

   —Ves la vida como alguien muerto por dentro, ya nada te importa, todo lo ves igual, nada tiene color, todo solo es oscuridad.

   ¿Qué estaba diciendo? ¿Muerto por dentro? No podía entenderlo, realmente no podía ver nada interesante en la vista, eso no lo hacía estar muerto por dentro ¿Verdad?

   —¿Entonces quieres decir que eso significa que no soy feliz?

   —No lo sé, dímelo tú.

Inexistente [Terminada]Where stories live. Discover now