26. Tocado

415 49 26
                                    

  

    —¡Viktor!—Yuuri corría por el bosque con una sonrisa en el rostro mientras buscaba a su amado

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

    —¡Viktor!—Yuuri corría por el bosque con una sonrisa en el rostro mientras buscaba a su amado. Subió las escaleras de la casa del árbol y abrió la puerta eufórico.—¡Viktor!

    Allí se encontraba el peliplata, tranquilamente, sentado en la pequeña banca de madera sosteniendo un libro en sus manos.

   —¡Copito!—exclamó Viktor con una sonrisa hacia su amado.

   —¡Viktor! ¡Hoy fue un día increíble!—Corrió hasta su amado, dándole un abrazo el cual su compañero correspondió.

   —¿Ah sí? ¿Por qué no le cuentas a tu novio?—preguntó mientras daba unos golpesitos en su pierna, indicándole que quería que se sentara ahí.

   Yuuri le miró avergonzado, su principal miedo era pensar que sería muy pesado para su novio. Y de nuevo las inseguridades llegaban para arruinar un bello momento.

   —Pero ...peso mucho.—Confesó con gran vergüenza e inseguridad por ese peso que siempre le había atormentado.

   Su novio solo lo vio con una sonrisa y unos ojos que indicaba que eso no le importaba, por lo que el azabache, vencido por esa tierna mirada azulada, procedió a sentarse.

   —Pasa tu brazo por detrás de mí cuello—ordenó Viktor. El japonés lo hizo, haciendo que ambos quedarán más cerca de lo que habían estado antes, lo que le provocó un gran sonrojo.—Ahora si, cuentale a tu novio lo que hiciste hoy.

   Tan concentrado estaba en el hermoso rostro de Viktor que olvidó por un momento lo que iba a contarle.

   —Oh si... Hoy fui con una psicóloga, admito que al principio no me agradó contarle mis cosas a alguien que no fueras tú, pero después comprendí que ella puede ayudarme. La psicóloga me entiende Vitya, ella puede hacer que finalmente me deshaga de todas estas inseguridades.

   El peliplata lo observaba detenidamente, sin embargo, su sonrisa se había borrado por completo, había algo ahí que no le gustaba, eso era claro para todos, menos para Yuuri, quien continuaba contándole feliz la nueva esperanza que tenía.

   —Ella de verdad me comprende, sabe lo que siento, nunca antes me había sentido así...

   —¿Nunca? ¿Estás diciendo que lo que yo hago no te importa?—preguntó Viktor con cierto toque de molestia.

   El azabache al ver su reacción también borró su sonrisa y un miedo enorme le comenzó a inundar. ¿Lo había hecho enfadar? ¿Lo había echado todo a perder? ¿Qué debería hacer? Lo que menos quería en el mundo era perder a Viktor. Tal vez no debió contarle nada de eso, o tal vez no debió confiar en esa psicóloga.

   Unas simples palabras, combinadas con ese tono habían causado un gran conflicto en el pobre chico, quien no pensaba en otra cosa más que en disculparse.

Inexistente [Terminada]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum