38. Un año...

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   La mañana había llegado, acompañada del sol, lo que tomó por sorpresa a los nipones quienes esperaban un frío clima

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   La mañana había llegado, acompañada del sol, lo que tomó por sorpresa a los nipones quienes esperaban un frío clima.

   Yuuri salía de su habitación, dispuesto a "ir al colegio". Por fortuna para él el auto de su padre aún no funcionaba por lo que debía tomar el autobús, cosa que no hacía ya que su sanción aún estaba vigente.

   Bajó hasta la cocina donde su madre se alistaba para ir a trabajar, ella al verlo se acercó, dejando ver una triste mirada.

    —Yuuri... ¿Quieres que te acompañe?—preguntó la mujer, viéndole con una mirada de preocupación.

   El nombrado negó con la cabeza lo que provocó que los ojos de su madre se entristecieran aún más.

   —¿Por qué aún no me hablas?—Ya habían pasado tres días desde el incidente y aún no podía romper su voto de silencio.

   —...—claramente no respondió.

    —Está bien, pero cuando lo hagas dime lo que ocurrió ese día ¿De  acuerdo? Cuídate mucho.

    Él solo bajó la mirada y salió de la casa.

   Al sentir la luz del sol en su rostro dió un suspiro.

   Se sentía sumamente nervioso al estar con sus padres, sentir que podría ser descubierto le helaba la sangre.

   Pese a que el trato que le daban sus padres había cambiado, aún sentía un profundo desprecio hacia ellos, no podía olvidar tan fácilmente todo lo que le hicieron pasar. Esas heridas que sus progenitores hicieron tan profundo en su alma jamás sanarían.

    Al asegurarse de que nadie le veía desvío el camino hacia su casa del árbol.

    En el tiempo que se supone debía ir a la escuela permanecían con los niños y Viktor a esa casa. A pesar de que ya había dado su aprobación para que los niños vivieran ahí, aún le generaba mucha incertidumbre. No podía quitar ese pensamiento paranoico de su cabeza.

   De cualquier modo, tal vez solo era eso, paranoia, debía dejar atrás ese negativismo que por años no lo había acompañado.

    Llegó a la casa del árbol y subió por la tambaleante escalera. Sin embargo al llegar no había nadie, le pareció extraño, pero más extraño fue ver una nota sobre la banca de madera.

"Yuuri te esperamos en nuestra casa, te tenemos una sorpresa.

~Viktor"

    ¿Una sorpresa? Si se trataba de ellos no podía ser una sorpresa muy agradable.

   Dio un largo suspiro, tenía un poco de miedo. Su percepción de lo "bueno" y lo "malo" no concordaba con la de su familia por lo que no sabía que esperar.

Inexistente [Terminada]Where stories live. Discover now