48. Penumbras

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Advertencia, el siguiente capítulo contiene lemmon. 🤭

   La noche había llegado, pese a ser temprano el japonés ya se encontraba en su cama, con un inexpresivo Viktor observandole

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   La noche había llegado, pese a ser temprano el japonés ya se encontraba en su cama, con un inexpresivo Viktor observandole. Cada uno en un extremo de la cama, siendo el azabache quién le daba la espalda al mayor. Podía sentir su fuerte mirada detrás de sí, y más que eso, sentía el disgusto en ella. Definitivamente el ambiente estaba tenso.

   ¿Por qué había tomado distancia con su novio? No lo sabía, se sentía bastante extraño y sumamente confundido.

   —Yuuri—dijo Viktor, rompiendo con el silencio—. ¿Te sucede algo?

   —¿P-por qué lo preguntas? Estoy bien—respondió nervioso.

    —Porque te noto un poco distante.—El peliplata se acercó hasta él, rompiendo la distancia y abrazándole por detrás—. ¿Acaso ya no me quieres?

   —¿Qué? ¡No!—Al escuchar la duda de su novio rápidamente se giró. Intentó verle entre la oscuridad pero era difícil—. Yo nunca podría dejar de quererte.

   Viktor lo apegó más hacia sí, apoyando ligeramente su mentón sobre su cabeza.

   —Algún día podrías dejar de quererme, después de todo, no eres como los demás.

   —¿Cómo los demás?

   —Sí, tú eres diferente—afirmó jugando con el cabello del menor cuál niño. Su rostro mostraba una maliciosa sonrisa que el japonés no podía ver por su posición—. Desde tu forma de vestir hasta tu comportamiento. No sueles vestir como los otros chicos, tu físico tampoco podrá compararse jamás.

   ¿Su forma de vestir? ¿Su apariencia? Ambos eran aspectos en los que no había pensado en mucho tiempo. Era increíble como había ignorado algo que le atormentó por años, por no decir toda su vida. ¿Cómo olvidar algo tan cierto? Él era diferente.

   —Pero ¿Sabes?—prosiguió con un tono más alegre—. Me gusta todo de ti mi Yuuri, me gusta tu apariencia infantil; tu bello y redondo rostro, el cual a veces no puedo ver por las gruesas gafas que debes usar; tu altura menor a la promedio; tu bello cuerpo lleno de cicatrices—llegados a este punto tomó su mano y la acercó a su rostro, dando un tierno beso—. Pero sobre todo, amo tu personalidad tímida, temerosa... Aquella que hace que la gente te desprecie.

   Definitivamente no se sentía bien. Podía sentir como la ansiedad subía por su cuerpo lentamente quemandole cuál ácido.

   Era cierto, todo era cierto. ¡¿Cómo pudo olvidarlo?! ¿Cómo pudo olvidar todas esas cosas que le habían destrozado la vida?

    Pero aún con todos esos defectos ...¿Alguien podría quererlo de verdad? Aquella pregunta tal vez no iba dirigida para el peliplata.

   —Yo amo todo de ti Yuuri, para mí eres perfecto... Es una lástima que al mundo jamás le gustará una persona así.

Inexistente [Terminada]Where stories live. Discover now